Lactancia materna: el cuidado del pecho

Cuidado de las mamas durante la lactancia materna para evitar complicaciones y mantener firme el pecho

En este artículo
  1. Cuidar el pecho en la lactancia materna

Durante el embarazo y a lo largo de la lactancia, las mamas experimentan una serie de cambios. El aumento del tamaño de los senos es uno de los cambios más evidentes, pero éste trae consigo la aparición de estrías, caída de los senos o dolor de espalda. Asimismo,  las complicaciones propias de la lactancia como la mastitis o las grietas en el pezón causan un sufrimiento extra al pecho.

Cuidar el pecho en la lactancia materna

Cuidados del pecho en la lactancia

Desde el momento en que nace el bebé, la madre dedica toda su atención a todos los cuidados que necesita el recién nacido, olvidando en gran medida emplear una pequeña parte del día a cuidarse a sí misma. Si durante el embarazo pusiste todos los remedios para evitar que te salieran estrías en pecho y abdomen, ahora no es momento de abandonar. Unos pequeños rituales pueden ayudarte a cuidar el pecho a lo largo de la lactancia:

-Sujetadores de lactancia: para evitar la caída de los senos puedes usar un sujetador apropiado para dar de mamar. Los sujetadores de lactancia suelen reunir los requisitos adecuados para el cuidado del pecho y la comodidad de la madre para amamantar al bebé gracias a las piezas desmontables en la zona de los senos. Si no quieres o no puedes pagar un sujetador de lactancia, elige uno adaptado a tu nuevo contorno, que no te oprima, preferiblemente de algodón, que no tenga aros y de tirantes anchos. Es conveniente que lo uses de día y de noche.

-Cremas para el pecho: la mama ha de estar bien hidratada. Basta con que realices una ducha al día y no te excedas lavando los senos varias veces a lo largo del día para no resecarlos. Para el cuidado del pecho y evitar la aparitción de estrías, aplica a diario una crema hidratante. Si además tienes grietas o el pezón dolorido, puedes utilizar cremas de lanolina sólo en la zona del pezón. 

-Discos de lactancia: si utilizas discos protectores, cámbialos con frecuencia ya que al estar húmedos suelen reblandecer y dañar la piel del pezón

-Leche materna: es el mejor protector para los pezones dañados. Si tienes los pezones muy sensibles, sobre todo al principio de la lactancia materna o incluso te han salido grietas. Aplica un poco de leche al final de la toma y deja que seque al aire, es el mejor cicatrizante natural y te ayudará acuidar el pecho durante la lactancia.

-Posición del bebé: una correcta posición del bebé es la mejor ayuda para cuidar el pecho durante la lactancia ya que evitará que se produzcan complicaciones como la mastitis y las grietas en el pezón.

-Gimnasia para el pecho: hay un ejercicio muy sencillo que puedes practicar después de las tomas para cuidar tus pechos durante la lactancia. Utiliza una pelota pequeña, ponla a la altura del pecho y apriétala con ambas manos. Puedes hacer unas cuantas series después de las tomas para fortalecer la musculatura del pecho. También puedes extender los brazos y realizar movimientos circulares, hacia dentro y hacia fuera.

Si adquieres estos sencillos hábitos para cuidar tu pecho durante la lactancia materna evitarás que cuando termine este período se produzca un descolgamiento de las mamas y te hayan aparecido las temidas estrías. 

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