El aroma de mi bebé

¿Qué sentimos cuando olemos a un bebé?

Marisol Nuevo, Periodista
En este artículo
  1. ¿Qué sentimos cuando olemos el aroma de los bebés?

¿A qué huelen los bebés? El aroma de los bebés es inconfundible, inigualable e inimitable. Los bebés huelen a vida, a tibieza, a calidez... El olor queda ligado a los sentimientos y a las emociones y forma parte de un instinto básico en la crianza de los hijos.

Y es que el aroma que desprenden los bebés nos invade con esa sensación de caramelo que nos embriaga cuando estamos con ellos y cuando les echamos de menos. 

¿Qué sentimos cuando olemos el aroma de los bebés?

Madre huele a bebé  

Entre las sensaciones más agradables que recuerdo tras el nacimiento de mis hijos, la más especial es el perfume de cada uno de ellos, que lo tengo grabado en la mente. En ocasiones, lo he revivido cuando he cogido en brazos a otros bebés, pero como aquel olor mío no he vivido nada. Era un aroma especial que se irradiaba, sobre todo desde su cabecita, y que impregnaba todo su cuerpo desde lo más alto.

Siempre he pensado que en esto del olor, la madre naturaleza debe tener una responsabilidad especial y ha sabido dotar a los bebés de este aroma más intenso en la cabeza por la necesidad de las madres de llevar al bebé en brazos, piel con piel y cerca del rostro materno.

Recuerdo que cuando leí El perfume: historia de un asesino, me alegré muchísimo al compartir la descripción que hace el escritor y guionista alemán Patrick Süskind del olor de los bebés... Describe el aroma de los bebés lactantes y compara el perfume de su cuerpo con el de una galleta mojada en leche y el de la cabeza, que es el que a mi más me gusta, lo describe textualmente así: 'la cabeza, en la parte de arriba, en la coronilla, donde el pelo forma un remolino (…) Se parece al olor del caramelo, ¡no podéis imaginar, padre, lo dulce y maravilloso que es! Una vez que se les ha olido aquí, se les quiere, tanto si son propios como ajenos'. 

El olor de los bebés, y más diría yo, de los hijos se nos queda grabado de forma inconsciente en el cerebro y en el corazón porque irremediablemente se liga a las emociones. Justo después del nacimiento, los bebés son capaces de reconocer a su madre por su aroma y detectan el de la leche materna. Por este motivo, las matronas siempre nos aconsejan no usar colonias ni perfumes después del parto para facilitar así el reconocimiento del bebé del seno materno porque incluso ayuda a instaurar la lactancia

Y aunque nos encanta que nuestro bebé huela bien, durante los primeros meses, conviene esperar para usar perfumes. Y en el caso de perfumarle, no pongas colonia en la piel o en el pelo del bebé, basta con perfumar su ropa.

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