Una mamá polaca viviendo en Madrid

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En este artículo
  1. La experiencia de una madre polaca en España
  2. Ventajas e inconvenientes de ser mamá en España
  3. Diferencias entre la maternidad en España y en Polonia

Me llamo Justyna y soy polaca. Un día caminando por una calle de Poznan, al noroeste de Polonia, un chico español me preguntó donde estaba la Plaza Mayor. Le acompañé hasta allí y desde entonces empezó nuestra aventura juntos. En España llevo ya 14 años. Soy química y trabajo en el laboratorio de un centro de investigación. 

Formar una familia siempre es una ilusión y en mi caso la espera fue larga, por lo tanto, tuve tiempo para organizar mi vida laboral y habituarme al modelo familiar español. Me iba haciendo con algunas costumbres diferentes viendo tanto a mis amigas españolas como a mis cuñadas.  

La experiencia de una madre polaca en España

Una madre polaca criando a su hijo en Madrid

Soy mamá adoptiva de un maravilloso y esperado niño, Jan, de 6 años. No tener a mis padres, ni tampoco a los de mi marido cerca dificulta mucho la tarea de criar al niño, pero por suerte, mi horario es bueno y puedo disfrutar de él y dedicarle mis tardes. El inconveniente, es que Jan no puede percibir el cariño de sus abuelos, ni tampoco compartir momentos con sus primos y tíos. Visitamos a la familia lo más a menudo posible e intentamos no perdernos ningún evento familiar de importancia.

A Jan desde pequeño le he hablado en polaco y a pesar que la comprensión la domina a la perfección, decidió solo hablar en castellano. Va todos los sábados a una escuela polaca donde se divierte aprendiendo el idioma y también las costumbres. Le cuesta un poco, sobre todo a la hora de levantarse, y de vez en cuando se queja, pero luego se lo pasa muy bien y ya se le oye a decir algunas cosas en mi idioma. También le gustan platos típicos polacos sobre todo “pierogi” una especie de empanadillas rellenas hervidas. 

Ventajas e inconvenientes de ser mamá en España

Ser mamá creo que es el deseo de casi todas las mujeres y la maternidad debería de llegar en un momento adecuado (familiar, laboral, económico etc.). Pienso que en los dos países España y Polonia – y en muchos otros más – todavía el hecho de esperar a un hijo o una hija no siempre es una buena noticia en el centro de trabajo de la mujer. Esta mentalidad debería cambiar y las empresas deberían ser más “amigables” con las mamás.

Digo con las mamás porque anunciar una futura maternidad no es lo mismo que anunciar una futura paternidad. A un futuro papá todo son felicitaciones y alegrías. No siempre es lo mismo con una futura mamá. A parte en muchos casos esto significa renunciar temporalmente a la carrera profesional por parte de una mamá. La duración de esta temporalidad puede ser más corta o más larga dependiendo de la misma mujer y del apoyo que reciba de parte de su entorno así como de su empresa. Son cosas que ya se consideran como una especie de obviedad y eso es lo que no debería ser aceptado. Algunas empresas implantan facilidades para madres o padres para hacer más fácil la vida familiar, pero muy pocas pueden presumir de esto. Al fin y al cabo una hija o hijo es un futuro y su bienestar sobre todo emocional beneficia a todos.  

Diferencias entre la maternidad en España y en Polonia

De las mamas españolas yo he aprendido un cierto relajo en la crianza de los niños. Si un niño va a dormir algún día más tarde no pasa nada y creo que realmente no pasa nada. Las madres polacas me parecen demasiado sacrificadas. Todo en casa lo tienen que hacer ellas, todo tiene que ser perfecto y a la hora establecida y si no es así tienen un alto sentimiento de culpabilidad. 

La diferencia más importante entre maternidad de Polonia y España es que las mamás polacas intentan estar con sus hijos pequeños el máximo tiempo posible. Raramente dejan a sus bebés en una guardería. Esto se debe también porque hay muy pocas guarderías de niños de hasta tres años.

La baja de maternidad en estos momentos en Polonia es de 26 semanas, y desde el 2013, 26 semanas adicionales que pueden ser disfrutadas por la madre o por el padre. Posteriormente, hasta que el niño cumpla cuatro años se puede solicitar una excedencia. Las personas que pueden, lo disfrutan. Si no, en la escena entran los abuelos que es un pilar muy importante en la familia polaca. En muchísimos casos los abuelos cuidan a sus nietos hasta los cinco años que es cuando empieza la enseñanza obligatoria. 

Si tu también eres una mamá por el mundo te invitamos a que escribas tu experiencia y nos la envíes por email junto con una foto tuya con tus hijos. Tu historia será revisada y publicada en GuiaInfantil.com.

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