Vivir en la ciudad aumenta el riesgo de obesidad en niños

La contaminación del aire tiene relación con la obesidad infantil, según un estudio

María Machado, Editora
En este artículo
  1. El riesgo de sufrir obesidad en niños aumenta al vivir en la ciudad
  2. Consejos para luchar contra la obesidad infantil 

A mis abuelos, que viven en un pueblo muy pequeño, no les gusta venir a verme a la ciudad. Dicen que deambular entre coches, rodearse de gente con prisas y andar entre multitudes no tiene que ser bueno para nada... ¡Y qué sabias son siempre las personas mayores! Un estudio reciente ha confirmado parte de su hipótesis: vivir en la ciudad aumenta el riesgo de obesidad en los niños debido la contaminación del aire. 

La obesidad infantil es una de las enfermedades más preocupantes del momento y tiene mucho que ver con los hábitos que inculcamos a nuestros hijos y el ritmo de vida al que les sometemos. Pero, ¿cómo les afecta el entorno en el que vivimos?

El riesgo de sufrir obesidad en niños aumenta al vivir en la ciudad

El riesgo de sufrir obesidad infantil en los niños que viven en ciudades

Un estudio realizado en la University of Southern California ha concluido que la exposición temprana, antes del primer año de vida, a la contaminación del aire aumenta el riesgo de obesidad infantil. En el punto de mira está, principalmente, la polución causada por el dióxido de nitrógeno, producido en gran parte por los motores que utilizan el diésel como combustible. 

Para llegar a esta conclusión, se hizo un seguimiento a más de 2.000 niños en el sur de California. A los 10 años, los pequeños que se habían expuesto de bebés a una alta contaminación pesaban de media un kilo más que aquellos que habían vivido en zonas con aire más limpio. De esta forma, se sugiere que la contaminación del aire puede afectar al aumento de peso en los niños, que con el tiempo y los malos hábitos puede acabar desembocando en obesidad. En esta investigación, además, se tuvieron en cuenta otros factores como el género, la etnia, la educación de los padres, etc. 

Aunque este estudio no ha encontrado las causas detrás de este mayor riesgo de obesidad, Jennifer Kim, quien lideró las investigaciones, ha explicado que la clave está en el cerebro, en cómo regula el apetito y en los cambios en el metabolismo. 

Los científicos de este estudio advierten del peligro de que los bebés pasen mucho tiempo junto a grandes carreteras por las que circulan muchos coches. Durante los primeros meses de vida, los bebés continúan desarrollando sistemas tan importantes como el inmunológico, por lo que parece que estar expuestos a altos niveles de contaminación puede afectar a su salud presente y futura.  

Consejos para luchar contra la obesidad infantil 

Dado que cambiar el lugar de vivienda es muy complicado a veces para algunas familias, hay que tener en cuenta una serie de hábitos que permiten luchar contra la obesidad infantil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera esta enfermedad como "uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI". Y es que padecerla durante la infancia aumenta el riesgo de sufrir diabetes, artrosis, problemas cardiovasculares e, incluso, ciertos tipos de cáncer durante la edad adulta. 

La clave para vencer el sobrepeso en los niños, que puede llegar a convertirse en obesidad, es cambiar el estilo de vida. De ahí que el apoyo y ayuda de los padres sea imprescindible para que los niños vivan de una manera más saludable. Uno de los principales motivos por los que se produce el aumento de peso en los más pequeños es por el desequilibrio entre las calorías que se ingieren y las que se gastan. Por lo tanto, es necesario vigilar la alimentación de los niños y las actividades físicas que realiza. 

1. Evita las comidas con grasas saturadas
Una dieta variada y sana ayuda al desarrollo tanto físico como intelectual de los niños. Los alimentos que le ofrezcamos deben aportarle todos los nutrientes que necesita: hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, grasas... Hay que limitar el consumo de grasas saturadas y azúcares. 

2. Cuidado con los refrescos azucarados
A los niños les suelen gustar mucho los refrescos, pero hay que controlar su ingesta porque su contenido en azúcares es muy alto. En lugar de estas bebidas, podemos ofrecer a los niños zumos naturales o agua. 

3. Apunta a tu hijo a algún deporte
Según la OMS, los niños entre 5 y 17 años necesitan, al menos, 60 minutos de actividad física al día. No es necesario que la intensidad de este deporte sea muy alta, muchas veces es suficiente con sus juegos en el parque y en casa. Sin embargo, hay otros niños que necesitan un poco de ánimo para dejar los videojuegos y levantarse del sofá. Apuntar a tu hijo actividades extraescolares relacionadas con algún deporte es una idea muy saludable y divertida.

4. Introduce pequeños gestos que cambiarán vuestra vida
En la salud, los pequeños gestos también cuentan. Te proponemos pequeños cambios en vuestras rutinas que permitirán que tanto tu hijo como tú os sintáis mejor. En vez de usar el ascensor, subid andando las escaleras de casa; dentro de vuestras posibilidades, id andando al colegio; en vez de un bollo, ofrécele una pieza de fruta para el recreo; cocinad en familia para que tu hijo entienda qué está comiendo; etc.  

5. Visita al pediatra con tu hijo
Si tu hijo sufre sobrepeso u obesidad infantil, debes llevarle a la consulta del pediatra. Muchas veces los padres nos sentimos en la capacidad de solucionar todos los problemas de nuestro hijo. Sin embargo, la opinión y el estudio de un experto en salud resulta imprescindible en estos casos. 

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