Aprender de mamá es la forma que tienen los niños de descubrir el mundo, y mediante la imitación van conociendo todo lo que necesitan. Este cachorro de zorro, protegido por su madre, aprende a tantear el terreno.
Los caballos son animales vistosos y elegantes, a los que nos gusta ver en movimiento. Las yeguas se ocupan con mucho cariño de los potrillos, ayudándoles a ponerse en pie para pasear por el campo.
Los niños aprenden muchos de sus comportamientos a través de la repetición, y lo mismo ocurre en los animales. Igual que las niñas juegan a ponerse los zapatos de su madre, seguro que este pequeño elefante desearía tener ya el tamaño de su madre.
El cariño y contacto entre madré y bebe es una experiencia única. También los animales saben, por instinto, lo necesarias que son estas caricias, como demuestra esta madre cebra con su cría.
Cuando los animales nacen ocurre que, al igual que los bebés, al principio no tienen muy desarrollado de la vista. Pero algunos, como esta pequeña foca, no tiene que preocuparse, ya que gracias a sus simpáticos bigotes puede percibir la presencia de su madre por el olfato.
Las madres siempre se preocupan por la alimentación de sus hijos, clave para que tengan un crecimiento sano. Por eso esta madre conejo ofrece a su cría un trocito de lechuga.
Entre las embarazadas es cada vez más habitual el parto acuático, una tendencia que imita a la de las hembras de delfín, uno de los pocos mamíferos acuáticos. Esta mamá disfruta ya de su cría de delfín en el agua.
Las jirafas se caracterizan por su largo cuello y su gran altura, y así, ¿cómo pueden cuidar de sus crías? Por suerte el instinto maternal es lo más fuerte y esta madre jirafa encuentra la forma de acercarse a su cría para atenderla.
Seguro que los koalas son uno de los animales más queridos. Su aspecto dulce e inofensivo encaja con el cariño que demuestran las madres koala con sus crías. Como viven en los árboles, enseñan a sus bebés a agarrarse para poder trepar con comodidad.
A pesar de que los seres humanos nos creamos la única especie capaz de demostrar cariño, lo cierto es que el instinto maternal de muchos animales les empuja a acariciar y dar besos a sus crías, como ocurre con esta llama.
Dormir la siesta es vital para el desarrollo de los bebés, y también de los animales. Los gatos pueden llegar a dormir gran parte del día, como hace esta madre gata abrazada a su gatito.
Los monos son una de las especies que más se acerca al ser humano, especialmente por su forma de vivir en sociedad. Los monos forman familia y cuidan con mucho cariño de sus descendientes, abrazándolos como cualquier madre con su bebé.
Los adultos, ya sean humanos o animales, siempre están atentos a los posibles peligros para los 'peques'. Por eso esta mamá pastor alemán vigila todo a su alrededor mientras sus cachorros juegan y se divierten.
El juego es muy importante en el desarrollo de los niños, les ayuda a aprender y desarrollarse física y psíquicamente. Por eso es importante colaborar en los juegos de los niños, como hace esta mamá con su cachorro de oso panda.
Las ovejas están muy presentes en la decoración infantil, por su aspecto suave y blandito. La misma ternura desprenden en la realidad, como podemos ver son esta mamá que acaricia suavemente a su cría.
El sueño de los niños es importante para su crecimiento, y también para los animales. Igual que nosotros vigilamos a los bebés cuando duermen hace está mamá con su perrito, al que no le quita el ojo de encima.
Incluso los animales de aspecto más duro nos descubren tiernos momentos gracias al instinto maternal que compartimos. Esta mamá rinoceronte ayuda a su bebé a levantarse y dar sus primeros pasos.
Los tigres son animales fuertes y rápidos, pero cuando aflora su instinto maternal puede convertirse en una madre llena de ternura. Con mucho cuidado, las tigresas transportan a sus cachorros en la boca, sin hacerles ni un rasguño.
La protección de los hijos es una parte importante del instinto maternal que compartimos humanos y animales. Esta mamá mono abraza a su cría con mucho cuidado y cariño, lo que le da sensación de protección y ayuda a su desarrollo.
La hora del baño es muy divertida para los niños. Pueden chapotear a gusto y jugar, aunque para los padres pueda ser un poco caótico. Los animales también disfrutan de baños al aire libre, como está mamá osa con sus cachorros.