7 pasos para proteger a los niños del abuso sexual infantil y cómo actuar
La seguridad de los niños es tarea de adultos: ¿cómo podemos proteger a los niños del abuso sexual?
- ¿Qué es el abuso sexual infantil? Cuando los niños están en riesgo
- 7 formas de proteger con eficacia a los niños del abuso sexual infantil
- Más acciones básicas para proteger a los niños del abuso sexual infantil
El abuso sexual infantil puede ocurrir en cualquier entorno: familiar, escolar o digital. Los agresores suelen aprovechar la confianza, la dependencia o el silencio del niño para manipularlo. El impacto psicológico del abuso puede durar años, por eso la prevención y la educación son fundamentales desde la primera infancia. Aquí, 7 pasos para proteger a los niños del abuso sexual infantil y cómo actuar.
¿Qué es el abuso sexual infantil? Cuando los niños están en riesgo

¿Qué es el abuso sexual infantil? Según la guía de 7 pasos realizada y publicada por la organización norteamericana 'Darkness to Light', dedicada a la prevención y a la formación en abuso sexual infantil, el abuso sexual es cualquier actividad sexual con o sin violencia entre un adulto y un menor de edad, o entre dos menores cuando uno ejerce poder sobre el otro.
También es forzar, coaccionar o persuadir a un niño a participar en cualquier tipo de actividad sexual. Estas definiciones que se aplican al abuso sexual infantil, también incluyen el contacto sexual aunque sin contacto directo como exhibicionismo, exposición de menores a material pornográfico, voyerismo o entablar comunicación de tipo sexual a través de teléfono o de Internet.
Además, los padres deben enseñar a los hijos que secretos sobre el cuerpo NO deben guardarse, a la vez que hay que explicarles que los abusadores suelen ser personas cercanas y de confianza (familiares, amigos, maestros, vecinos) y no siempre son extraños. Por lo mismo, no dejes a tus hijos bajo supervisión de personas a las que no les tengas plena confianza.
7 formas de proteger con eficacia a los niños del abuso sexual infantil

El abuso sexual infantil es una experiencia angustiosa y traumática para las víctimas, y un delito castigado por la ley. El abuso también incluye contacto sexual aunque sin contacto directo como exhibicionismo, exposición de menores a material pornográfico, voyerismo o entablar comunicación de tipo sexual a través de teléfono o de Internet. La seguridad de los niños es tarea de adultos. Para proteger a los menores ante cualquier forma de abuso sexual, estos son algunos cuidados y pasos:
1. Conoce los hechos y la realidad
Los expertos estiman que 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 niños puede convertirse en víctima de abuso sexual antes de cumplir los 18 años. También, uno de cada 5 niños es solicitado sexualmente en Internet, y la edad media de las denuncias por abuso sexuales es de 9 años. Lo triste es que la mayoría de las víctimas menores de edad NUNCA informan del abuso. El mayor riesgo para los niños no proviene de personas desconocidas, sino de sus propios familiares y amigos. Algunos datos lo demuestra:
- Uno de cada tres niños son abusados por miembros de su familia.
- Los abusadores o pedófilos tratan de establecer una relación de confianza con los padres de sus víctimas y suelen ser físicamente mayores y más grandes que sus víctimas.
- Los abusadores se encuentran frecuentemente en lugares que permiten un fácil acceso a niños tales como el propio domicilio de la víctima, clubes deportivos, escuelas o centros religiosos.
2. Debes saber con quién dejas el niño y qué hacen
La mayoría de los casos de abuso sexual infantil suceden cuando un menor se encuentra a solas con un adulto por un periodo largo. El abusador a menudo entabla amistad con su víctima, ganándose su confianza, logrando así pasar tiempo a solas con él, por eso, cuando dejes a tu hijo a solas con otra persona, ya sea adulta o adolescente, procura que puedan ser observados y procura situaciones en las que tu hijo se integre en grupos. También evita, en lo posible, estar a solas con un menor que no sea tu hijo.

Por otro lado, debes supervisar el uso de Internet que hace tu hijo y cuando lo apuntes a alguna actividad deportiva, a algún campamento o algo parecido, busca qué tipo de responsabilidad y preparación tienen los monitores en el cuidado de los niños. Evita dejar a los niños en espacios donde no haya supervisión adulta confiable. Fomenta su autonomía, pero asegúrate de que sepan identificar situaciones incómodas o personas que les hagan sentir miedo y enséñales que siempre pueden decir 'no'.
3. Habla abiertamente del asunto con tu hijo
Trata de entender por qué a los niños les asusta 'contar', ya que el abusador suele manipular, amenazar y avergonzar al niño, y le acusa de haber permitido que ocurriera el abuso o diciéndole que sus padres se enfadarán al enterarse. Precisamente por eso los niños no revelan el abuso por temer desilusionar a sus padres, de ahí que el abusador convenza al niño de que el abuso está 'bien' que es un 'juego'. Por eso, habla siempre con tus hijos y trata que sea con apertura: recuerda que la comunicación construirá la confianza.
También debes hablar con tus hijos sobre su cuerpo, de cómo cuidarlo, defenderlo, etc. 'Mi cuerpo es mi territorio y nadie lo toca sin mi permiso', debe ser un lema para los niños y las niñas. Por otro lado, instruye a tus hijos que no den su dirección de email, ni su dirección o teléfono de casa, etc., si el niño se siente incómodo o reacio a estar con un determinado adulto, pregúntale por qué y cuando hables del tema enséñale a diferenciar entre 'caricias buenas' y 'caricias malas' para que te cuente de inmediato.
Más acciones básicas para proteger a los niños del abuso sexual infantil

4. Aprende a detectar e identificar los indicadores del abuso sexual
Las señales físicas de abuso sexual son poco comunes, sin embargo la irritación, la inflamación o el sarpullido en el área genital, las infecciones de las vías urinarias u otros síntomas, deben ser investigados con detenimiento. Hay que mencionar que son más comunes las señales emocionales o de comportamiento, que pueden ser identificadas por ansiedad, dolor abdominal, constantes dolores de cabeza, comportamiento perfeccionista, retraimiento o depresión, hasta una rabia y rebeldía inexplicables.
Cuando el niño habla abiertamente sobre sexo de una manera atípica para su edad, también puede ser una señal de alarma. También pueden aparecer cambios repentinos en sus rutinas de sueño, en el apetito o en el rendimiento escolar, ya que suelen bajar sus notas o pueden ser reprendidos por sus docentes. Es importante observar con mucha atención, escuchar sin juzgar y no minimizar ninguna señal. En el caso de que haya alguna sospecha de abuso sexual, lleva al niño inmediatamente al médico.
5. Aprende a reaccionar ante la situación
Tu reacción tiene gran impacto sobre un niño vulnerable: si respondes con rabia o incredulidad, el menor se encerrará en sí mismo y se sentirá aún más culpable. Infórmate, aprende a reaccionar, busca a dónde ir, a quién llamar y cómo actuar, ya que el abuso sexual es un delito. No reacciones con exageración a un posible caso de abuso, denúncialo y ofrécele siempre tu apoyo al niño. Escúchale, no dudes de su palabra y cree en lo que te dice pero asegúrate de que él así lo entiende.

Procura agradecer al niño el hecho de contártelo y reconoce su valentía, esto anima al niño a que te cuente todo, aunque no se profundice demasiado en los detalles. Nunca lo obligues a que te cuente todo explícitamente si no quiere, eso puede alterar sus recuerdos de los hechos. Busca ayuda y orientación de un profesional capacitado para hablar con el pequeño, así como para denunciar un abuso sexual a un menor. Los niños, víctimas de abuso sexual que reciben apoyo y ayuda psicológica, pueden superarlo.
6. Actúa aunque solo tengas sospechas y no pruebas
El futuro bienestar de un niño está en riesgo. Las sospechas y la falta de pruebas pueden darte miedo, pero confía en tu intuición y ten el valor de denunciar o poner en conocimiento a un servicio de protección al menor. Busca los servicios sociales de tu localidad, o alguna oficina de defensa de los derechos del menor. Lo importante es que actúes. Eso sí, NO esperes a tener certezas absolutas. La prevención y la intervención temprana pueden salvar a un niño del abuso continuado. El silencio es el aliado del agresor.
7. Usa tu voz y rompe el silencio
Involúcrate: puedes ser voluntaria de apoyo a las organizaciones que luchan contra el maltrato y el abuso sexual a menores, apoyar la legislación que ampara a los niños y enseñar la cultura de la prevención, ya que la recuperación depende de eso. También puedes colaborar difundiendo información precisa, apoyando campañas educativas y enseñando a otros padres a hablar abiertamente sobre el tema. Recuerda que la protección infantil es una responsabilidad compartida: cada adulto informado puede marcar la diferencia y evitar que las nefastas estadísticas del abuso sexual infantil sigan incrementando.
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Bibliografía
- Intebi, I. (2008) Valoración de sospechas de abuso sexual infantil. Dirección General de Políticas Sociales (ed.) España, pp. 1-191 Disponible en: https://www.serviciossocialescantabria.org/uploads/documentos%20e%20informes/sospechasAbusoInfantil.pdf