Lunares, pecas y protección solar en niños y bebés

Cómo proteger la piel de los niños del sol. Entrevista a la dermatóloga Ángela Hernández Martín

Ángela Hernández Martín, Dermatóloga pediátrica
En este artículo
  1. Precauciones con los lunares y pecas de los niños 

¿Debemos preocuparnos por los lunares y las pecas de los niños? En esta entrevista con la doctora Ángela Hernández Martín, dermatóloga de Hospital Niño Jesús, de Madrid, descubrirás por qué la piel de los niños es más sensible a las radiaciones solares y cómo actuar e identificar alguna alteración en los lunares y en las pecas de la piel de los niños.

Precauciones con los lunares y pecas de los niños 

Niño con muchas pecas

El grosor de la piel y el menor número de melanocitos es suficiente razón para que los niños tengan mayor sensibilidad al efecto de la radiación solar y, si a ello le añadimos que los niños pequeños pasan más horas al sol que un adulto, aumenta proporcionalmente la vulnerabilidad. El niño pequeño está todo el día en la piscina, en la playa o jugando en el patio y esto hace que acumulen una cantidad de radiación solar muy importante. De hecho, se calcula que la mitad de la radiación que uno va a recibir en toda su vida, se recibe en los primeros 18 años de la vida.

¿Por qué la piel de los bebés y de los niños es más sensible a las radiaciones solares? 
La población infantil es extraordinariamente sensible a la radiación solar por diferentes razones. Primero, por el grosor de la piel. Los niños tienen una piel más fina y el efecto barrera que podría ejercer sobre la radiación solar es menor que la piel del adulto. Además, los niños pequeñitos tienen menos melanocitos hasta aproximadamente el primer año de vida y esto hace que absorban más la radiación. El melanocito es la célula de la piel que da la pigmentación y que hace que los individuos con la piel más oscura tengan mayor protección frente a los individuos con la piel más blanca o fototipo muy claro.

¿Debemos tener algún tipo de precaución de los lunares en la piel de los niños?
Hay que hacer una vigilancia periódica de las lesiones pigmentadas. Las lesiones pigmentadas son frecuentísimas, se llaman nebus o en lenguaje más coloquial lunares, y tienen un cierto riesgo de hacerse malas con la influencia de la radiación solar. Se debe hacer una prevención activa usando protectores solares. Hay que utilizar protección solar desde que el niño es pequeñito, aplicando las cremas en una cantidad suficiente, varias veces al día, evitando la exposición solar en las horas centrales del día: desde las 12:00 hasta las 17:00 de la tarde. Incluso es bueno utilizar y acostumbrar a los niños a que hagan todos los ejercicios al aire libre con una camiseta, utilizando lo que se llama una barrera física que es la verdaderamente eficaz. La única protección que realiza un bloqueo absoluto sobre los rayos del sol son las camisetas, la ropa.
Esta precaución es válida tanto en la piel que tiene nebus o lunares como en la piel que está totalmente sana, porque se puede tener un cáncer de piel sobre el lunar, pero también sobre la piel que tienes al lado, por lo que hay que proteger todo homogéneamente y de la manera adecuada.

Marisol Nuevo. Guiainfantil.com

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