Feliz Año Nuevo y más abrazos - Villancico lleno de ilusión para niños

Con la llegada del fin de año, muchos niños sienten una mezcla de emoción y nervios por todo lo que está por venir, en este contexto, la melodía Feliz Año Nuevo y más abrazos, un villancico lleno de ilusión para niños, se convierte en una herramienta para cantar en familia deseos sencillos y profundos: más amor, más risas y muchos abrazos compartidos. Su letra anima a los pequeños a pedir sueños buenos para el nuevo año, no solo regalos, y a valorar el cariño y la unión por encima de lo material.

Feliz Año Nuevo y más abrazos - Letra completa del villancico corto navideño

A continuación, encontrarás un villancico corto para despedir el año viejo y recibir el nuevo pidiendo más paz en la familia. Aquí la letra completa para cantarla con los niños en casa, en el cole o en cualquier celebración de nochevieja.

Feliz Año Nuevo y más abrazos

Feliz Año Nuevo, mucha felicidad,
con amor y risas todo va a brillar.
Feliz Año Nuevo, próspero año y paz,
que los sueños buenos se hagan realidad.

— ¿Tú qué vas a pedir?
— ¡Más abrazos!
— ¿Y tú?
— ¡Mucho amor y pan dulce!

Feliz Año Nuevo, mucha felicidad,
Feliz Año Nuevo, amor y amistad.
Feliz Año Nuevo, próspero año y paz,
que los sueños buenos se hagan realidad.

Feliz Año Nuevo, mucha felicidad,
que haya paz en casa y amor de verdad.
Feliz Año Nuevo, próspero año y paz,
¡Feliz Año Nuevo, vamos a cantar!
Feliz Año Nuevo… y más abrazos.

¿Qué valores enseña a tu hijo el villancico Feliz Año Nuevo y más abrazos?

Este villancico de Año Nuevo pone en el centro tres deseos que las familias comparten en estas fechas: amor, alegría y paz. Los niños aprenden que el año nuevo se traduce en la felicidad compartida, en la risa que se vive en casa y en el cariño que se regalan unos a otros. Decir 'Feliz Año Nuevo, mucha felicidad' es una forma de recordar que lo importante es hacer sentir bien a los demás.

El villancico resalta el amor y la amistad e invita a las familias a mirar más allá del brillo exterior de la Navidad y del Año Nuevo, para que sea tiempo de pedir perdón, reconciliarse y agradecer a quienes están presentes en nuestras vidas. Es un mensaje que los niños comprenden al inicio de un nuevo año para querer mejor y demostrar ese cariño con abrazos y palabras amables.

Otro valor es el de la paz, tanto en el mundo como en el hogar porque los peques comienzan a entender que la paz está en lo cotidiano: en cómo hablamos, cómo resolvemos los conflictos o cómo tratamos a los hermanos o padres. Pensar en la paz les enseña que desear un buen año tiene que ver con construir ambientes respetuosos y seguros donde puedan ser ellos mismos.

Finalmente el villancico habla de los sueños buenos que se hagan realidad, lo que conecta con la ilusión. Preguntar a los niños qué van a pedir para el nuevo año les anima a desear cosas sencillas, lo que refuerza la gratitud y la capacidad de disfrutar de los pequeños placeres. Así que este villancico es hablar con los niños sobre empezar un año nuevo en la alegría, paz y unión familiar.

Sueños buenos de los niños que los padres deben alimentar en Año Nuevo

Cuando un año termina y otro comienza, los niños también hacen su propio 'balance' de sus sueños por cumplir. Estos suelen ser buenos, sencillos y profundos a la vez: quieren sentirse queridos, escuchados, jugar más al aire libre, pasar más tiempo con mamá y papá, hacer nuevos amigos, aprender cosas que les ilusionen y compartir con los que más quieren. De cara al Año Nuevo, los padres podemos ayudar a poner nombre a esos deseos y cuidarlos como si fueran semillas que necesitan paciencia para crecer.

Uno de los sueños más importantes de cualquier niño es el de sentirse amado y que es parte importante de su familia, otros sueñan con más abrazos, más tiempo para compartir con sus padres que seguramente trabajan demasiado o simplemente quieren que les lean más cuentos antes de dormir, que todos anden con menos prisas y, sobre todo, que haya menos gritos. Aprovecha el cambio de año para revisar tus rutinas y pregúntate: ¿qué momentos de conexión real con tu hijo quieres proteger este año?

En ese sentido, a veces, tan solo 10 minutos de juego exclusivo al día con los hijos valen más que cualquier juguete caro que puedas ofrecerles. Otro sueño infantil muy frecuente es el de lograr algo que les parece difícil, como aprender a nadar sin flotadores. Sin embargo, en lugar de presionar, acompaña el proceso y ayúdales a marcar pequeños pasos, celebrar cada avance y recordales que equivocarse es normal. Así alimentas no solo su sueño, sino también su autoestima y su forma de superarse.

Cuando los adultos escuchamos y alimentamos los sueños buenos de los niños, el Año Nuevo se convierte en un camino compartido hacia una vida familiar más plena, por eso fomentemos en ellos el deseo de un mundo más amable. Por ejemplo, trabajen para que no haya peleas en el recreo, que nadie se burle de ellos, que los adultos se lleven bien, para que pidan perdón o para que hablen con respeto siempre. De esta manera, como papás les estaremos diciendo: 'Tu infancia me importa y tus sueños también'.

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