Cómo enseñar a los niños a estudiar con disciplina y constancia en casa

Aquí los tips que necesitas para que tu hijo estudie con motivación gracias a técnicas efectivas

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. Ambiente adecuado y cero distracciones - Claves del éxito académico en niños
  2. Cómo mantener la disciplina y la regularidad en el estudio de los niños
  3. ¿Cuánto tiempo deben dedicar los niños al estudio después de la escuela?
  4. 7 hábitos saludables de estudio que los padres deben fomentar en los niños

Una de las grandes preocupaciones de los padres es encaminar a los hijos en el estudio y mantener la motivación por el aprendizaje. No basta con que los niños hagan los deberes, sino que comprendan lo que estudian, desarrollen hábitos y encuentren placer en el esfuerzo y la constancia porque la motivación para estudiar no nace sola: se cultiva. Aquí, cómo enseñar a los niños a estudiar con disciplina y constancia en casa.

Ambiente adecuado y cero distracciones - Claves del éxito académico en niños

Cómo enseñar disciplina a los niños

Es frecuente escuchar a los niños decir: '¡Yo no valgo para estudiar!' '¡No me da tiempo!' '¡A mí nunca me han gustado las matemáticas!' '¡Me he quedado en blanco en el examen!' Hay niños que se ponen, con toda su voluntad, a las seis de la tarde a estudiar y cuando se dan cuenta son las nueve de la noche, pero solo han hecho una cosa y su madre les llama para cenar.

Se han pasado toda la tarde sin enterarse y aún están todos los deberes por hacer. Todos conocemos o, al menos nos suena, la teoría de las técnicas de estudio: cómo nos debemos sentar ante una mesa para estudiar (rectos, cómodos), rodeados del ambiente adecuado (luz, temperatura y silencio), el control del tiempo, cómo hacer resúmenes, esquemas, etc.

Y precisamente crear un ambiente adecuado de estudio es clave para el éxito académico. El lugar debe ser tranquilo, sin distracciones, bien iluminado y con los materiales necesarios. Evita el uso del móvil, la televisión o los videojuegos durante el tiempo de estudio y apóyate de los refuerzos positivos (como una palabra de ánimo, una pegatina) porque son más efectivos que los castigos.

Desde muy pequeños, debemos educar a los niños en esta disciplina y en el estudio. En primaria, por ejemplo, los alumnos pueden ir más o menos bien, pero luego al llegar a la secundaria empiezan a sufrir y a luchar por intentar sacar los estudios de cualquier forma, cuando esto es un error porque se debe aprender y educar desde el principio y, además, desde casa.

Cómo mantener la disciplina y la regularidad en el estudio de los niños

Disciplina en los estudios de los niños

Cuando se llega a casa por las tardes, hay tiempo para merendar, para hablar de cómo ha ido el colegio, con los amigos, con los profesores y para comentar las anécdotas nuevas, pero después de ese pequeño descanso, es importante establecer una rutina clara y constante de estudio. Para esto no hay discusión. Todos tenemos responsabilidades y debemos cumplir con ellas.

Si al principio cuesta, se puede poner un sistema de premios por acuerdos. Los refuerzos motivadores ayudan a que el niño relacione el esfuerzo con una sensación positiva. Hay que empezar con los niños más pequeños dedicando por lo menos una hora diaria para leer un cuento corto, hacer un dibujo, aprender a hacer puzzles, a recortar o a hacer los nudos de los zapatos.

Al principio, significará tener que ponernos todos los días con ellos sin excepción. Con el tiempo, veremos cómo podemos ir dejándolos a ellos solos porque habrán adoptado esa costumbre de ponerse diario a trabajar. Si nos ha sobrado tiempo, podremos jugar, ver un poco de televisión o jugar con el ordenador (controlando el tiempo) y en este orden: primero trabajo y luego distracción.

Hay padres que se quejan porque para merendar se ponen la televisión y luego no hay forma de que los niños la apaguen y se pongan a estudiar. En este entrenamiento, para conseguir el hábito de estudio, hay que ponerse serios desde el principio y hacerlo bien (para comer no necesitamos la televisión). Y eso sí: mantenernos siempre firmes en que la rutina debe cumplirse.

¿Cuánto tiempo deben dedicar los niños al estudio después de la escuela?

Tiempo que los niños deben dedicar al estudio

Cuando los niños tienen entre 7 y 8 años, podemos introducirles en el concepto del tiempo de estudio. Para evitar el primer ejemplo en el que el niño se pasa la tarde delante de los libros y no ha terminado los deberes, hay que practicar con el reloj y los horarios. Ojo, que la idea NO es presionar al pequeño, sino enseñarle el concepto de organización y gestión del tiempo.

Una buena idea es empezar a hacer un crucigrama al día. El primer día controlamos lo que tarda (10 minutos) y, a partir de ese día, le proponemos intentar ganarse a sí mismo y superar su propio record (9-8-7 minutos). El objetivo de este sistema no es agobiarles con el tiempo, sino comprender que cuando nos ponemos un tiempo, las cosas pasan de una manera más eficiente.

Así, cuanto antes terminen, más tiempo tendrán para jugar después. Esto les sirve de 'calentamiento' para luego pasar a otra actividad. Cuando ya van siendo mayores, el crucigrama se puede sustituir por algún ejercicio sencillo o alguna asignatura fácil, para luego pasar a la que más les cueste. También otro gran ejercicio es leer todos los días, al menos 15 minutos, con buen ritmo.

Además, toma en cuenta que las técnicas de estudio varían según la edad:

  • En edad temprana y hasta preescolar (3 a 6 años), basta con rutinas simples que refuercen la curiosidad y el hábito de concentración gracias a los juegos.
  • En primaria, es mejor usar colores, dibujos y todo tipo de esquemas visuales.
  • En secundaria, pueden practicar resúmenes, el subrayado y las autoevaluaciones.

7 hábitos saludables de estudio que los padres deben fomentar en los niños

Hábitos de estudio para niños

Si los niños se acostumbran a hacer los deberes (solo los ejercicios que les ponen en clase) todos los días y creen que con eso ya han cumplido, no vale. Estudiar no significa memorizar sin sentido, sino entender y practicar todos los días para reforzar el aprendizaje. Enseñar a estudiar es enseñar a tener constancia y a valorar los logros obtenidos con trabajo, aquí 7 hábitos que contribuyen a ello:

  1. Tener un horario fijo de estudio
    La constancia ayuda a que el cerebro se acostumbre a concentrarse a la misma hora. Así, el estudio se vuelve un hábito natural.
  2. Estudiar en un lugar tranquilo y ordenado
    Un espacio limpio y sin distracciones mejora la atención y la memoria. Evita el televisor y el móvil durante el horario de estudio.
  3. Dividir el tiempo en bloques cortos
    Estudiar en sesiones de 25 a 30 minutos con pequeños intervalos de descanso mantiene la concentración y evita la fatiga mental.
  4. Usar colores, dibujos o esquemas
    Los recursos visuales ayudan a organizar la información y facilitar la comprensión, esto ayuda mucho más a los niños pequeños.
  5. Revisar lo aprendido cada día
    Un repaso muy breve antes de dormir o al día siguiente por la mañana refuerza la memoria a largo plazo y evita el estrés previo a los exámenes.
  6. Premiar el esfuerzo, no solo los resultados
    Un elogio o una actividad después de estudiar va a motivar a tu hijo más que una recompensa material. La idea es que sepa que el esfuerzo vale la pena.
  7. Mantener una actitud positiva hacia el estudio
    Cuando los padres muestran interés, los niños aprenden a disfrutar cuando aprenden. El ánimo y la confianza son igual de importantes que el estudio.

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