Amor adolescente - 6 red flags de la dependencia emocional en pareja

Enseña a tu hijo a reconocer las relaciones amorosas tóxicas durante la adolescencia

María Esclapez, Psicóloga
En este artículo
  1. ¿Qué es la dependencia emocional en el amor adolescente?
  2. 6 red flags de las relaciones dependientes en la adolescencia

Una de las guías más valiosas que los padres podemos dar a nuestros hijos en la adolescencia es aprender a reconocer los tipos de relaciones que más les puedan beneficiar o dañar. En este momento en el que el amor adolescente despierta, debemos hablar con ellos sobre qué es la dependencia emocional y por qué nos llevan a tener relaciones amorosas tóxicas.

Para ello, te proponemos reflexionar con tu hijo o hija sobre las siguientes red flags (líneas rojas) que nos sirven de pistas para identificar estas actitudes (tanto propias como ajenas) de dependencia emocional.

¿Qué es la dependencia emocional en el amor adolescente?

Amor adolescente y dependencia emocional

La adolescencia es la etapa más cambiante para una persona, no solo por el despertar hormonal al llegar la pubertad, lo que ocasiona una metamorfosis mental, emocional y corporal, sino también porque se asientan las bases en las que se construyen las creencias propias y los prototipos de relaciones íntimas a futuro. Esto deriva en una etapa donde, a pesar de que hay que dejar a los adolescentes experimentar estos cambios por sí mismos, como padres, hay que seguir acompañándolos para que encuentren su camino.

Uno de los puntos que debemos trabajar con nuestra hija o hijo adolescente son las relaciones de amor sano en las que la dependencia emocional brille por su ausencia. Este trabajo empieza, a través de nuestro ejemplo y el tipo de vínculo que hemos establecido con ella o él, desde la más tierna infancia.

Pero, ¿qué es la dependencia emocional? Se trata de la incapacidad de cortar un vínculo en una relación, a pesar de que la persona está siendo menospreciada, lastimada y sufriendo por el maltrato que ocasiona su pareja. Una de las señales más evidentes de que se está en una relación dependiente es que, a pesar de todo lo malo, no encontrar un futuro en la relación, no sentirse a gusto en ella, de saber que los jóvenes no están felices a pesar de los buenos momentos... y no buscan terminarla.

6 red flags de las relaciones dependientes en la adolescencia

Las red flags de las relaciones amorosas adolescentes

Para reconocer la dependencia emocional, hay que prestar atención a las llamadas red flags o líneas rojas. Estas son las que nos advierten sobre el actuar de una persona cuando estamos conociéndola. Debemos enseñar a nuestros hijos adolescentes a identificar estas conductas tóxicas en otras personas para que tengan criterio para tomar las decisiones oportunas.

Estas son las red flags de la dependencia emocional que los adolescentes deben aprender a identificar en un chico o chica de la que se están enamorando.

1. Sensación de intraquilidad y toxicidad

Esto hace referencia a que, si no te sientes tranquilo o tranquila dentro de tu relación amorosa, al no tener seguridad de que tu pareja vaya a 'seguir queriéndote' mañana, entonces es una alarma que hay que escuchar. ¡Red flag! Esta es una señal de que algo no va bien en la relación y debes enseñar a tu hijo o hija adolescente a preguntarse: '¿qué es lo que está pasando para que esa persona te haga estar en alerta constante?'. El amor sano es aquel que nos hace sentir en paz cuando estamos al lado de esa persona.

2. No percibir un buen futuro de la pareja

Es cierto que los adolescentes no se caracterizan por ser personas demasiado preocupadas por el futuro (aunque esto es una generalización). Sin embargo, cuando hablamos de amor adolescente también debemos invitar a nuestros hijos a mirar un poco más allá y pedirles que se imaginen con esa persona durante un periodo más largo.

Estar en alerta conlleva a cuestionar el futuro de la relación de pareja, sobre todo si este futuro se ve como una lucha regular por mantenerla. Por ejemplo, que te acuestes todas las noches y lo único en lo que piensas es, '¿qué pasará en mi relación mañana?' o 'tengo que hacer algo para que mi relación siga a toda costa'. Habla con tu hijo adolescente sobre esta red flag, pues le ayudará con sus relaciones de pareja, pero también con sus amistades.

3. Estado de ánimo según esta relación dependiente

Cuando los adolescentes están en una relación con dependencia amorosa, su estado de ánimo suele fluctuar (estar muy contentos o muy tristes) dependiendo del estado mismo de la relación y nada más.

Relaciones de dependencia emocional en adolescencia

4. Montaña rusa emocional

Se da cuando los adolescentes tienen la sensación que su relación no es estable, es decir, algunas veces está muy bien y otras puede estar muy mal. Lo que nos mantiene con el corazón en la mano, a la expectativa y con altos niveles de estrés que no cesan. También se puede expresar a través de sentir confusión, cuando una persona quiere estar contigo y a la vez quiere estar sola o que la relación sea intermitente. Es decir, un día estamos juntos y al otro ya estamos separados.

Esta actitud de intermitencia es una de las red flags que debe alertar a los adolescentes (pero también a sus padres) en referencia a una dependencia emocional que cada vez es más evidente.

5. Desequilibrio en el amor adolescente (y tóxico)

Este desequilibrio percibido claramente cuando en una relación de dependencia emocional hay una persona dominante y una persona sumisa; esto puede ocurrir tanto en los adolescentes como en los adultos. En este tipo de amores tóxicos, el dominante se encarga de 'manejar' lo que ocurre dentro de la relación, en general, mediante el chantaje emocional o la manipulación. La otra persona, intentando 'salvar' esa relación y, por ello, se queda obedeciendo.

6. Miedo constante al abandono y la ruptura amorosa

Una de las red flags de la dependencia emocional más constantes en el amor adolescente y el adulto es el miedo a que tu pareja te deje en cualquier momento. Esto provoca que los adolescentes gasten demasiada energía preocupándose por el futuro de su relación o cómo mantenerla, en lugar de disfrutar de un amor sano.

Cuando tu hijo o hija adolescente manifieste que no se siente del todo bien en la relación amorosa, que se siente confundido, agotado, consumido por dentro y su situación concuerda con la mayoría de estas red flags, es posible que esté dentro de una dependencia emocional.

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