Leche de crecimiento a partir de 1 año: una opción para el bebé frente a la leche de vaca
Los beneficios y ventajas de la leche de crecimiento frente a la leche de vaca
- Por qué se puede producir desequilibrio en la alimentación del bebé
- Beneficios de la leche de crecimiento a partir de 1 año para el bebé
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante al menos 6 meses, pero insiste en continuar con ella de forma complementaria, siempre que se pueda, hasta que el bebé cumple un año.
Muchos padres y madres piensan que al empezar a comer de todo, el bebé ya no necesita una leche adaptada. Sin embargo, en muchas ocasiones no se consigue una dieta equilibrada. Aquí es donde juegan un importante papel las leches de crecimiento. Te explicamos por qué es tan beneficiosa la leche de crecimiento a partir de 1 año, como una opción para el bebé frente a la leche de vaca.
Por qué se puede producir desequilibrio en la alimentación del bebé
La introducción de nuevos alimentos en la dieta del bebé no siempre es sencilla. Puede que a tu hijo no le gusten las verduras, que le cueste comer fruta... o que definitivamente se niegue a probar el pescado. Todo esto puede afectar a la nutrición del bebé.
La actividad o trabajo de los padres y la dificultad para conciliar vida laboral y familiar, también pueden suponer un obstáculo a la hora de cuidar la alimentación del bebé. Y al final, se puede llegar a generar un déficit en la ingesta de todos estos nutrientes esenciales en el bebé:
- Hierro.
- Omega 3 DHA.
- Vitamina D.
Y teniendo en cuenta que a esta edad, la leche todavía supone un 40% del aporte nutricional, la leche de crecimiento se presenta por lo tanto como una buena alternativa para aportar nutrientes esenciales que la leche de vaca no aporta o aporta en pequeña cantidad.
Beneficios de la leche de crecimiento a partir de 1 año para el bebé
Las leches de crecimiento contribuyen a equilibrar la dieta del bebé. Esta es la gran ventaja frente a la leche de vaca. Pero no todas las leches de crecimiento son iguales. De hecho tienen composiciones diferentes. Para elegir la leche de crecimiento más adecuada, debes prestar especial atención al etiquetado, ya que, al no existir una normativa regulada al respecto, puedes encontrar muchas diferencias en la composición de cada una. Las leches de crecimiento deben aportar todos estos nutrientes esenciales:
1. Omega 3 DHA. Se calcula que los niños españoles ingieren menos del 50% de la cantidad recomendada de Omega 3 DHA, que como sabrás, es esencial para el desarrollo del cerebro.
2. Hierro. El 21% de los niños españoles no alcanzan los niveles recomendados de hierro. Esto afecta al desarrollo cognitivo y pone al niño en riesgo de sufrir anemia.
3. Calcio y vitamina D. Ambos tienen un papel esencial en el crecimiento del bebé y en la formación de huesos y dientes. Es el gran problema en países en donde no hay mucho sol, pero también en España, en donde se calcula que los niños tienen hasta un 75% de déficit en la ingesta de estos nutrientes
¿Sabes por qué la leche de crecimiento supone una alternativa mejor a la leche de vaca? Porque aporta un contenido inferior de proteínas (los niños pequeños las consumen en exceso) y un perfil graso más adecuado a sus necesidades, con menos grasa saturada y más grasa insaturada.
Y además las leches de crecimiento aportan una mayor cantidad de nutrientes esenciales como Omega 3, Calcio, Hierro y Vitamina D. Y en cuanto a su contenido en azúcar, ten en cuenta que la leche ya lo contiene de forma natural (lactosa) y que el azúcar añadido que contienen la mayoría de ellas es muy bajo. Además ya existen en el mercado leches de crecimiento sin azúcar añadido.
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