Alergia a los ácaros del polvo en niños

El polvo doméstico está presente en casi todos los ambientes en los que vivimos. Los niños pueden entrar en contacto con este polvo en casa, en el colegio, en los grandes almacenes e inhalarlo sin darse cuenta. Tan sólo 2 miligramos de ácaros por gramo de polvo son suficientes para sensibilizar a un niño alérgico, y 10 miligramos por gramo de polvo pueden causar un ataque de asma. Te contamos qué son los ácaros del polvo, cómo afectan a los niños y cómo tratar las alergias provocadas por ellos.

Qué son los ácaros del polvo doméstico y cómo afectan a los niños

La alergia al polvo en los niños se produce por los ácaros del polvo doméstico, que son animales microscópicos, invisibles a simple vista, que se alimentan principalmente de caspa de humanos y mascotas. Los conocidos e identificados como Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae son las especies que más proliferan en cualquier hogar.

No obstante, más que los propios ácaros, son sus heces, caparazones y cadáveres los que provocan las reacciones alérgicas en niños y adultos, lo que implica que incluso después de erradicarlos puedan temporalmente persistir los síntomas.

El polvo que se concentra en los muebles, suelo, armarios, colchas... y en múltiples cosas de la casa es la principal fuente de alérgenos del interior de las viviendas para los niños y toda la familia. Los sofás y sobre todo los colchones y las almohadas constituyen un excelente ambiente para los ácaros, ya que retienen mucha humedad y les proporcionan los tres factores que necesitan para su desarrollo: calor, humedad y comida (escamas de piel humana).

Es un polvo que puede contener fibras, esporas de hongos, virus, bacterias, pólenes, insectos, restos de alimentos, plantas de interior y sobretodo ácaros, que son la fuente principal de alérgenos del polvo de casa. Los principales factores ambientales que influyen en la presencia de ácaros son la temperatura (entre 25 y 35°C) y la humedad relativa (entre el 50 y el 75 por ciento).

Actualmente, la alergia a los ácaros del polvo doméstico es la primera causa de alergia respiratoria en los niños europeos y, si no es controlada adecuadamente, puede afectar de forma negativa a sus relaciones sociales y a su desarrollo. Los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo son, en la mayoría de los casos, de tipo respiratorio: rinitis y asma.

Cómo controlar y evitar los ácaros del polvo en el hogar

La alergia a los ácaros del polvo es especialmente molesta porque sus síntomas se mantienen durante todo el año. A diferencia de las alergias estacionales como la alergia al polen, que en la mayoría de los casos se tienen síntomas un máximo de 60 a 90 días al año, el polvo es un alérgeno que está presente en distintos ambientes todo el año y, por este motivo, sus síntomas incomodan a los niños de forma continua.

De hecho, entre las alergias, contrasta la elevada frecuencia de la alergia al polvo, que es mayor incluso que la del polen, pues el 20 por ciento de las alergias respiratorias en Europa están producidas por los ácaros del polvo doméstico.

El control de la alergia a los ácaros es muy importante en los niños, porque afecta tanto a su vida hogareña como escolar. Si tu hijo tiene alergia a ácaros del polvo debes seguir algunas normas ambientales en casa:

• Su habitación debe estar decorada siguiendo las normas ambientales que se deben adoptar para disminuir su exposición a los ácaros.
• No deben tener alfombras, cortinas gruesas ni peluches en su dormitorio porque atrapan una mayor cantidad de polvo que las superficies lisas
• Su habitación debe tener pocos juguetes y estar lo más organizada posible
• Tu hijo tampoco deben frecuentar lugares o domicilios con una alta exposición al polvo doméstico y que tengan un elevado contenido de ácaros.
• Evitar tener mascotas de pelo o plumas en el hogar
• Evitar el uso de ventiladores. Use aire acondicionado para no tener que abrir las ventanas
• Use un purificador de aire
• Pase la aspiradora una o dos veces a la semana. Y si es de líquidos, mejor
• Mantenga siempre la casa ventilada y seca
• Lave la ropa de cama, incluso las fundas de las almohadas y los protectores de colchones con agua caliente todas las semanas.

En cuanto a las consecuencias psicológicas de la alergia al polvo, la Encuesta europea cualitativa sobre la alergia a los ácaros del polvo doméstico, llevada a cabo por Stallergenes en España, Francia, Alemania e Italia señala que los sentimientos de culpa, ansiedad, incomodidad, irritabilidad, incomprensión, rendición y sometimiento son los síntomas psicológicos de la enfermedad frente a los cuales los niños no saben cómo reaccionar.

Tratamiento de la alergia a los ácaros del polvo para niños

La inmunoterapia es el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica provocada por ácaros del polvo. La vacuna resulta de gran utilidad en zonas de alta exposición a ácaros. El diagnóstico por componentes alergénicos supone una optimización en el uso de la inmunoterapia en cuanto a indicación, eficacia y seguridad.

El diagnóstico y tratamiento de la alergia a ácaros del polvo en fases iniciales mejora la evolución del niño. La inmunoterapia con alérgenos, es decir, las vacunas, constituye el tratamiento de elección en el caso de la alergia a los ácaros del polvo doméstico tanto para niños como para adultos.

En fases más avanzadas, no solo la vacuna es importante, pero el uso de antihistamínicos es una medida para las alergias más comunes en niños porque ayudan a reducir la congestión nasal, la secreción nasal, los estornudos y la picazón. Los antihistamínicos son perfectos para aliviar o prevenir síntomas de la rinitis alérgica (fiebre de heno) y otros tipos de alergia. Hoy hay los que no producen somnolencia. Pueden ser en cápsulas, jarabes o inyecciones y deben ser siempre prescritos por el medico de los niños.

Cuando el niño presenta alergia a ácaros del polvo los descongestivos se usan para tratar la congestión nasal y otros síntomas de los resfriados y las alergias. Este tipo de medicamentos hace que los vasos sanguíneos se estrechen. Y esto alivia la congestión nasal. Los descongestivos pueden conseguirse con receta o sin ella. Los más utilizados son los de formulación líquida, los comprimidos, el aerosol nasal y las gotas para la nariz.

La AAP no recomienda el uso de descongestivos orales en niños debido a que pueden aumentar la frecuencia cardíaca, hiperactividad, ansiedad y problemas para dormir. Los aerosoles nasales o las gotas para la nariz deben usarse solo durante un período corto. El uso regular en cualquiera de sus formas puede empeorar los síntomas. Esto se debe que el cuerpo se vuelve dependiente del medicamento.

Los esteroides nasales controlan la hinchazón (inflamación) de la nariz provocada por las alergias. Tardan unos días en empezar a surtir efecto. Se usan todos los días a la misma hora, no según la necesidad. En la actualidad, muchos esteroides nasales se venden sin receta. Estos medicamentos suelen ser seguros y no generan dependencia. En todos los casos antes de utilizar estos medicamentos debes consultar con el medico de tu hijo.

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