Niños amables - 12 ideas que fomentan la amabilidad en casa y la escuela

Ser amable significa ser digno de ser amado, ser cariñoso, afectuoso, gentil, cortés, agradable, servicial, afable, incluso gracioso y risueño. Todas estas cualidades deben ser formadas en los niños desde la más temprana edad, así que ser amable también es ser atento, brindar atención y respeto sobre todo a los menos aptos y a los necesitados. Hablemos de los niños amables y las 12 ideas que fomentan la amabilidad en casa y la escuela.

Cómo pueden los niños aprender el valor de la amabilidad desde casa

Cuando en el hogar se cultiva la amabilidad, toda la familia se beneficia porque el ambiente se vuelve más tranquilo, hay menos discusiones y más cooperación. Además, los niños se sienten mejor acogidos, aprenden a confiar en los demás y a expresar sus emociones con respeto. También descubren que los pequeños detalles, como decir 'por favor' o 'gracias' son la base de la amabilidad.

Este valor sostiene el clima afectivo del hogar y fortalece los vínculos entre padres, hijos y hermanos, pero no nace con el niño, ya que él es impulsivo por naturaleza, y a ser amable y cortés se aprende en la vida cotidiana. Los niños asimilan las normas de comportamiento social en la medida que los adultos los enseñan a comportarse de acuerdo con esas normas que nos rigen.

Por eso es tan importante enseñar desde pequeños cómo se relacionan con otros, así, se debe pensar antes de hablar, fijarse en cómo se sienten los compañeros, aprender a esperar el turno o a ceder un juguete. En la familia, se puede practicar la amabilidad preguntando '¿cómo te fue hoy?', escuchando sin interrumpir y usando un tono de voz respetuoso en todo momento.

Además, los adultos enseñan con lo que hacen: si el niño ve que mamá o papá saludan al portero, agradecen al conductor del autobús o ceden el paso en el tránsito, entenderá que la amabilidad no es solo 'para dentro de casa', sino una forma de vivir en sociedad. Como padres, nuestro ejemplo es impagable, debemos pedir las cosas sin gritar y mostrarnos respetuosos al hablar de otros.

¿Qué es la amabilidad para los niños? Importancia de este valor en el cole

En el aula, la amabilidad se desarrolla con gestos muy concretos, por ejemplo, al ayudar a un compañero con la mochila, invitar a jugar a quien está solo, respetar las opiniones diferentes y cuidar el material que se comparte. También al levantar la mano para hablar, escuchar al maestro sin interrumpir, felicitar a un compañero cuando hace algo bien o felicitar a quien participa en clase.

La amabilidad implica a su vez la igualdad, el tratamiento por igual a niños y niñas, y la delicada cortesía de unos a otros, por lo que han de aprender a ser corteses con todos y ayudarles en todo momento. Cuando los niños comprenden que ser amables mejora la convivencia, descubren que es más fácil hacer amigos, resolver conflictos y sentirse a gusto en casa y en el colegio.

Además, vivir en una familia donde las personas se hablan con respeto, se piden las cosas sin imponer y se ofrecen disculpas cuando se equivocan, se convierte en un espacio seguro donde todos desean estar. Ese mismo clima se traslada al grupo de amigos porque la amabilidad frena las burlas, el bullying y los comentarios hirientes, dando paso al juego limpio.

Los pequeños que son amables suelen tener gestos particulares que previamente han aprendido en su casa, ejemplo de ello es recoger todo lo que hay en su mesa de trabajo, colocar sus libros en el estante y dejar lo más limpio posible, cosa que ha visto al ayudar a mamá a recoger la mesa. Así, ellos van aplicando en el cole lo que las enseñanzas de mamá y papá han dejado en ellos.

12 ideas sencillas para enseñar a los niños a ser amables en casa y el aula

El valor de la amabilidad para los niños se aprende con gestos cotidianos como un saludo, una sonrisa y una mano que ayuda cuando se necesita. Con estas 12 ideas prácticas podrás mostrar a tus hijos cómo tratar con cariño y respeto tanto a su familia como a sus compañeros de clase:

1. Cuidar su cuerpo también es amabilidad. Cuando los niños se lavan, se peinan y se visten, están respetándose a sí mismos.
2. Lavarse las manos antes de comer y cepillarse los dientes. Estos gestos sencillos evitan enfermedades y muestra consideración hacia los demás.
3. Elegir alimentos que les hagan bien. Comer frutas, verduras y beber agua es una forma de ser amables con su cuerpo a diario.
4. Dar las gracias por los pequeños gestos. Agradecer la comida, la ayuda con los deberes o un favor refuerza el respeto hacia los demás.
5. Ayudar en casa según su edad. Poner la mesa, recoger juguetes o llevar la ropa al cesto les hace sentir útiles en la familia.
6. Hablar con respeto en casa, incluso enfadados. Usar palabras amables y no gritar ni insultar si se equivocan mejora la convivencia.

7. Saludar siempre al entrar y al salir del aula. Decir 'hola' y 'adiós' a los maestros y compañeros crea un ambiente cercano y respetuoso.
8. Demostrar cariño y cuidado a los compañeros. Preguntar '¿estás bien?', escuchar y ofrecer apoyo para que los demás se sientan incluidos.
9. Compartir material escolar sin enfadarse. Prestar colores, goma o lápices de colores enseña que lo importante es aprender juntos.
10. Jugar en equipo y sin peleas. Respetar los turnos, aceptar perder y evitar insultos hace que el recreo sea un espacio divertido.
11. Incluir a quien está solo en el juego. Invitar a un niño nuevo o tímido a participar ayuda a construir amistades más fuertes.
12. Ofrecer ayuda cuando alguien la necesita. Explicar un ejercicio o acompañar a un compañero con el maestro es amabilidad en acción.

Cuentos cortos para fomentar el valor de la amabilidad en los niños

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