Identifica el ahogamiento en seco en niños - Señales de advertencia

Encuentra aquí los síntomas de ahogamiento secundario en bebés y niños, y qué hacer al respecto

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
Revisado por Malena Hawkins, Pediatra
En este artículo
  1. ¿Cómo sé si mi hijo está sufriendo de ahogamiento secundario?
  2. 11 síntomas del ahogamiento en seco en los niños
  3. Tips para prevenir el ahogamiento secundario durante el verano

El ahogamiento secundario es una patología poco frecuente, y por esa misma razón poco conocida, pero el conocer su existencia puede hacer que se salven vidas. Debemos por tanto intentar darlo a conocer y comunicar a padres y tutores cómo actuar, así que identifica el ahogamiento en seco en niños - Señales de advertencia.

¿Cómo sé si mi hijo está sufriendo de ahogamiento secundario?

Ahogamiento en seco en niños

El término 'ahogamiento secundario' se utiliza para definir una situación que puede ocurrir después de un 'casi ahogamiento'. Es decir un niño cae en una piscina o en el mar, generalmente tras quedar inconsciente entra agua en sus pulmones. A diferencia del ahogamiento típico, donde la víctima se sumerge y no puede respirar, el ahogamiento seco puede ocurrir horas o incluso días después de que el niño ha estado en el agua.

El pequeño puede responder bien a las maniobras de reanimación cardiopulmonar, (de resucitación) y queda ileso, como es el niño en condiciones normales ('casi ahogamiento'). Aunque el niño puede salir del agua y parecer estar bien inicialmente, una pequeña cantidad de agua puede permanecer en los pulmones y causar irritación o inflamación. Esto puede llevar a una acumulación de líquidos en los pulmones, conocida como edema pulmonar, que dificulta la respiración adecuada.

El ahogamiento seco ocurre porque el agua que ha entrado hasta el fondo de los pulmones, es decir, los alvéolos, produce una irritación anormal y provoca la pérdida de surfactante (que ayuda a que los alvéolos se mantengan abiertos, como pompas de jabón). Hay que estar atentos siempre porque puede ocurrir después de un 'casi ahogamiento' en agua dulce o salada.

Por eso después de un episodio de este tipo debes llevar al niño al hospital lo más pronto posible, ya que debe permanecer unas horas en observación médica. Si el niño ha tenido que ser reanimado o ha sido algo más que un simple trago de agua deberá ser valorado por un médico y reevaluado tras unas horas, para monitorear su correcto funcionamiento pulmonar.

11 síntomas del ahogamiento en seco en los niños

Síntomas de ahogamiento en los niños

Después de un periodo ventana, que puede durar desde una hora hasta 48 o 72 horas, la función pulmonar se deteriora, y el niño comienza a mostrar ciertos síntomas como:

  1. Dificultad para respirar. El niño puede tener respiración rápida, entrecortada o dificultosa.
  2. Sibilancias. Puede haber un sonido silbante al respirar, indicando obstrucción de las vías respiratorias.
  3. Tos intensa. Una tos que no desaparece puede ser un signo de que hay agua en los pulmones.
  4. Cansancio extremo. El niño puede parecer inusualmente cansado o somnoliento.
  5. Comportamientos extraños. Esto es signo de una actividad cerebral anormal (dificultad para pronunciar palabras, pérdida de memoria, falta de atención). La irritabilidad o el comportamiento extraño pueden ser señales de que el cerebro no está recibiendo suficiente oxígeno.

Los niños y el ahogo en seco

  1. Dolor en el pecho. El niño puede quejarse de dolor o presión en el pecho.
  2. Náuseas y vómitos. El niño puede experimentar náuseas o incluso vomitar, lo cual es un signo de posible ingestión de agua.
  3. Piel pálida o azulada. La piel del niño puede volverse pálida o azulada, en especial alrededor de los labios y las uñas, indicando falta de oxígeno en la sangre.
  4. Sudoración excesiva. Si el niño suda en exceso sin razón aparente, puede ser un signo de estrés corporal.
  5. Dificultad para tragar. Problemas para tragar o sensación de que algo está atascado en la garganta.
  6. Mareos o desmayos. Hay sensación de mareo o desmayos, los cuales pueden ser causados por una disminución en el flujo de oxígeno al cerebro.

Tips para prevenir el ahogamiento secundario durante el verano

Tips para prevenir el ahogamiento

Para prevenir el ahogamiento secundario, es vital supervisar a los niños de cerca mientras están en el agua y después de que han salido. Algunas medidas preventivas incluyen:

  • Supervisión constante. Asegúrate de que un adulto esté siempre vigilando a los niños cuando están en el agua, si es que tú o tu pareja no pueden hacerlo en ese momento.
  • Fomenta la educación sobre seguridad acuática. Enseña a tus niños las reglas de seguridad en el agua, como no correr cerca de la piscina y no jugar juegos bruscos en el agua.
  • Trata de reconocer rápidamente los síntomas. Vigila a tu pequeño en el agua y pon atención a los síntomas del ahogamiento secundario para poder actuar de inmediato si se presentan.
  • Mantén la calma. Si tu hijo o un niño de la familia o que se encuentre en la piscina muestra síntomas de ahogamiento secundario, es crucial buscar atención médica de inmediato, pero debes mantener la calma para que los nervios no te traicionen.
  • Acude al hospital. Aunque algunos casos pueden ser leves y resolverse por sí mismos, otros pueden requerir tratamiento médico urgente para evitar complicaciones graves. Es mejor acudir al hospital para descartar.
  • Sigue el tratamiento indicado. En el hospital, los médicos pueden realizar exámenes y monitorear al niño para asegurarse de que los pulmones estén funcionando correctamente. El tratamiento puede incluir oxígeno suplementario o, en casos severos, hospitalización.

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