Cómo evitar la otitis del nadador o la infección de oídos en los niños
Los riesgos para los niños de contraer infección del oído por agua de la piscina, de río o de mar
- Cuidados que deben tener los padres con el oído del niño en la piscina
- Uso de tapones para evitar los problemas de oído de los niños en la piscina
- Qué es la otitis, a qué edades afecta a los niños y cuándo ir al médico
- Los 8 síntomas más comunes para identificar la otitis en los niños
La mayoría de los niños disfrutan mucho en el agua. La natación y la matronatación aportan además grandísimos beneficios al niño. Sin embargo, también puede ser un foco de infección por otitis en los niños. Aquí, unos consejos sobre cómo evitar la otitis del nadador o la infección de oídos en los niños cuando vayan a la playa o a la piscina.
Cuidados que deben tener los padres con el oído del niño en la piscina
Los padres, cuando llevan al niño a la piscina deben tener en cuenta dos cosas diferentes; primero si le van a llevar en el invierno a la piscina o si es la piscina de verano.
- La otitis en invierno
En el invierno, las otitis se facilitan por los cambios de humedad y temperatura. No podemos pasar al niño de la calle con frío, al calor de la piscina sin esperar un poco. Es importante que se sequen los oídos y la cabecita al salir del agua. Además, que esperen a que pase un poquito de tiempo y luego ya salgan a la calle bien abrigados para evitar esas otitis. - La otitis en verano
En el verano la situación es diferente. Son las otitis externas las que ocurren con los baños en las piscinas. Los niños se meten continuamente en el agua, ¿cierto? Y si les hemos dejado cera en el conducto auditivo, van a estar un poco protegidos, sin embargo tanta agua en el oído terminará por eliminar esa cera y facilitará que tengan esas otitis, que son muy molestas después.
Es muy importante secar el agua que tienen en el conducto, lógralo inclinando al niño hacia un lado y hacia otro para que el conducto quede libre de agua, ya que sería el caldo de cultivo para cualquier infección y después si el niño ha tenido una otitis evidentemente vamos a ser mucho más cautos, es decir, vamos a esperar dos días sin volverle a bañar en la piscina.
Si aun así el niño va a volver a baños en piscina, tendremos que tener siempre mucho cuidado de que no se meta de golpe en el agua. El meterse de golpe en el agua es someter el oído del niño a un juego de presiones, también si ha tenido moco en el oído, no lo puede hacer, porque de esta forma facilitamos nosotros mismos como padres que vuelva a tener otra otitis.
En otras palabras tenemos que tener mucho cuidado, tendremos que meterle en piscinas siempre que esté en perfectas condiciones, que no tenga catarros y que no tenga afección de vías respiratorias. Por otra parte, cuando haya tenido un problema, una otitis, o cualquier catarro, es mejor esperar al menos 48 horas antes del nuevo baño en piscina.
Uso de tapones para evitar los problemas de oído de los niños en la piscina
La otitis de la piscina, también es conocida como otitis externa u 'oído del nadador', y es una infección del conducto auditivo externo que está causada generalmente por el agua que permanece dentro del oído después de nadar. Es sabido que esta humedad crea un ambiente ideal para que proliferen bacterias u hongos al interior del canal auditivo, generando molestias y dolor.
Contrario a la otitis por nadar en la piscina, la otitis externa es diferente de la otitis media, que, como su nombre lo indica, afecta al oído medio y suele aparecer generalmente por resfriados, catarros o la acumulación de mocos. Ambas son bastante comunes en niños, pero tienen causas y tratamientos distintos. No deben confundirse, ya que sí tienen diferencias sustanciales.
En ese sentido, los tapones sirven para que no entre agua al oído. Sin embargo, no van a evitar esas otitis que ocurren durante el invierno, porque son catarros de repetición. Poner un tapón en el oído es evitar que entre agua, pero con los niños hay que tener cuidado porque con los tapones siempre entra algo de agua y si además el niño se tira de golpe el tapón no sirve de nada.
Entonces, lo que es más importante que poner un tapón, es mucho más importante secarlo. Y si el niño tiene una otitis y le ponemos un tapón y al día siguiente utilizamos ese mismo tapón esa infección esta ahí puesta en el tapón. Si queremos tapar alguna vez con algo el oído, es mejor usar algodón con vaselina y lo tiramos cada vez. No tape con un mismo tapón un oído que tenga infección.
Qué es la otitis, a qué edades afecta a los niños y cuándo ir al médico
La otitis es una infección del oído medio causada por el acúmulo de mucosidad o por el agua de la piscina o de la playa que queda en el canal auditivo externo del niño por un periodo suficiente para que se multipliquen las bacterias (otitis del nadador). También puede ser causada por alguna afección de las vías respiratorias altas que genere mocos.
La otitis puede llegar a supurar y provocar perdida de audición. Por ello, debe ser detectada y tratada a tiempo. Esta infección de oído suele afectar en una etapa temprana o a niños en etapa preescolar. Niños en parvularios o guarderías son más propensos a tener pequeñas enfermedades respiratorias que pueden producir mocos y catarros. Eso facilita a que tengan otitis seguidas.
Pero ¿cuándo acudir al médico? Si el niño presenta dolor intenso de oído, fiebre alta que no cede, secreción de pus o dificultad para oír, es necesario llevarlo al pediatra cuanto antes. El especialista indicará tratamiento antibiótico o gotas específicas según sea el caso de otitis. Lo que siempre debemos decir es que no debes automedicarte ni a ti ni a tu familia.
En caso de otitis externa (o de piscina), el tratamiento habitual incluye gotas antibióticas o antifúngicas, además de analgésicos para aliviar el dolor y evitar la entrada de agua durante unos días. Si el pequeño está tomando clases de natación o hace actividades en las que se use agua, lo mejor es que no acuda y repose en casa, siguiendo las instrucciones del pediatra.
Los 8 síntomas más comunes para identificar la otitis en los niños
¿Cómo saber si tu hijo tiene una otitis? Existen algunos síntomas que pueden indicarte que tu hijo tiene otitis. Las 8 señales más frecuentes para detectar esta infección de oído son:
- Dolores de cabeza y de oído, intensos y persistentes
- El niño se lleva la mano al oído todo el tiempo
- La zona del oído se presenta enrojecida, inflamada y muy sensible
- Irritabilidad constante
- Llantos fuertes, agudos e incesantes
- Dificultad o imposibilidad para conciliar el sueño
- Se puede notar la salida de pus del conducto auditivo del niño
- El niño tiene fiebre
Además de estos síntomas, algunos niños pueden mostrar signos un poco más sutiles como falta de apetito, mareos o pérdida de equilibrio, debido a que el oído afecta directamente el sistema vestibular. En bebés o niños muy pequeños que aún no expresan en palabras lo que sienten, es común que simplemente estén más inquietos o lloren más de lo habitual sin una causa aparente.
Otro indicador es que el niño no responda a los estímulos auditivos, como cuando le hablas desde otro cuarto o no se inmuta ante sonidos fuertes. Esto puede indicar una leve pérdida de audición temporal provocada por la inflamación. En algunos casos, la otitis puede aparecer después de un resfriado común o congestión nasal, lo que facilita el paso de mucosidad al oído medio.
Por eso, es importante observar si el niño ha estado resfriado o si ha tenido contacto con el agua y ante cualquiera de estos signos, es mejor ir al pediatra para que evalúe la situación y determine si es necesario un tratamiento con antibióticos o bastan los cuidados en casa. Un diagnóstico a tiempo evitará complicaciones como la pérdida de audición o infecciones crónicas.
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Bibliografía
- Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (2014) Infecciones del oído en los niños. Instituto Nacional de la Sordera y otros trastornos de la Comunicación (ed.) Estados Unidos, pp. 1-6 Disponible en: https://www.nidcd.nih.gov/sites/default/files/Documents/health/spanish/NIDCD-Ear-Infections-Spanish.pdf