Qué nos dicen los mocos de la salud de los niños

¿Qué significa el color de la mucosidad cuando el niño está resfriado o con gripe?

Beatriz Martínez
Revisado por Pilar Roncalés, Pediatra, el

¿Sabes por qué llaman 'mocosos' a los niños hasta aproximadamente 5 años? ¡Porque suelen estar siempre con mocos! Pero, ¿por qué será? ¿Será una señal de enfermedad, resfriado, gripe...? ¿Y si es así, por qué nunca se curan? Analizamos el tipo de mucosidad que tienen los niños y qué pueden decirnos estos mocos de la salud de nuestros pequeños.

Para saber si es necesario consultar con el pediatra o tan solo es cuestión de limpiarles bien la nariz, tendremos que prestar atención al cómo es esta mucosidad y si se acompaña de otros síntomas. Ante cualquier duda, recuerda que puedes acudir a este profesional de la salud para que haga una revisión al niño.

Mocos en los niños - ¿Qué nos dicen de su salud?

Los mocos de los niños y su salud

Por lo general, una de las primeras señales de resfriado o gripe en los niños (y los adultos) suelen ser los mocos. Pero, ¿qué dicen los mocos de su salud?

Cuando los mocos son claros, sin tos, fiebre, ni otros síntomas acompañantes, es suficiente con mantener una buena higiene nasal. Se pueden realizar lavados con suero fisiológico, evitar el ambiente seco, y podemos ayudar a que el niño descanse mejor manteniéndolo en una posición semiincorporada.

Si los mocos persisten, sobre todo si son más espesos, se acompañan de tos o fiebre, con bastante probabilidad están producidos por una infección. En este caso, se debe consultar con su pediatra. Pueden ser debidos a un cuadro vírico leve, pero si existe dolor de oido persistente, fiebre alta, dificultad respiratoria, malestar que no mejora con antitérmicos... consultaremos con mayor urgencia.

En otras ocasiones, los mocos pueden ser debidos a una rinitis alérgica. Generalmente, en este caso, serán claros y se acompañarán de estornudos, picor de nariz o de ojos... Cuando existe una alergia muchas veces se puede relacionar la aparición de mocos con un desencadenante concreto: polen ambiental, zonas muy húmedas, contacto con animales, polvo en el ambiente...

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Cómo enseñar a los niños a sonarse los mocos

Enseñar a los niños a sonarse los mocos

Llegados a cierta edad, normalmente a los dos o tres años, niños y niñas pueden aprender a sonarse los mocos solos. Esta es la mejor forma de mantener las fosas nasales limpias y de prevenir que ese moco acabe en el oído o produzca esa tos tan molesta.

Para enseñar a tu hijo a soplar los mocos usa el juego: dile, por ejemplo, que tiene que coger aire por la boca y soplar por la nariz como si fuera a apagar una vela de cumpleaños, o que tú también vas a soplar en tu pañuelo desechable a ver quién lo ensucia más.

De todas formas, hasta que adquieran este hábito de higiene, ya sabes que cada niño lleva su propio ritmo de aprendizaje, no te olvides de los lavados nasales con suero fisiológico, hipertónico o agua de mar. Tampoco te olvides de que tenga una buena hidratación: beber abundante agua hará que los mocos se despeguen antes y que la garganta no se irrite por la sequedad.

Otras recomendaciones serían ventilar la habitación y las estancias comunes de vez en cuando y evitar los cambios bruscos de temperatura. En algunas ocasiones, un humidificador puede ayudar a evitar la sequedad en el ambiente, aunque es importante mantenerlo siempre limpio, para impedir el crecimiento de hongos.

Por cierto, si estás pensando en el truco de poner media cebolla cortada para que no tosa por la noche, has de saber que no existe evidencia científica de que le ayude, pero tampoco le hará daño. Lo que sí puede servir para descongestionar un poco su nariz es poner algo firme (una toalla doblada, por ejemplo) bajo su almohada o colchón para que mantenga un poco el torso elevado siempre de forma segura.

¿Cuándo llevar al pediatra a los niños si tienen mucosidad?

Ir al pediatra por la mucosidad de los niños

Los mocos son una defensa natural del organismo, ahora bien, como hemos dicho anteriormente, hay casos en los que sí será necesario contactar con el pediatra:

- En el caso de que el niño presente una respiración dificultosa, respire muy deprisa o su pecho se mueva en exceso.

- Si hay fiebre o si los mocos están acompañados de otros síntomas como malestar general o dolor muscular.

- Si no hay fiebre, pero el niño no juega, está decaído y apenas come.

- Si, además de mocos, tiene una tos muy persistente.

- Si se queja del oído (puede ser síntoma de que los mocos han causado una otitis).

- Si los mocos y la tos hacen que se despierte muchas veces por la noche y que no pueda descansar bien.

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