Emociones de mamá en Navidad - ¿Por qué me siento triste y feliz a la vez?

¿A qué se debe que una madre experimente emociones encontradas en esta época decembrina? ¿Es normal?

Anna Morató García, Escritora de cuentos
En este artículo
  1. Cómo hablar de las emociones navideñas que experimentan las mamás
  2. 4 formas de gestionar tus emociones y las de tus hijos en Navidad

En una época tan emotiva como son las navidades ¿cómo no íbamos a tener los sentimientos a flor de piel? Por ello, hay que hablar de las emociones de mamá en Navidad: '¿Por qué me siento triste y feliz a la vez?', es la pregunta recurrente. Al igual que les sucede a nuestros hijos, nosotras también podemos tener emociones encontradas: un día estás alegre y al siguiente notas tristeza e incluso nostalgia. Anna Morató, escritora, te da valiosos consejos para que sepas qué hacer con esas intensas emociones en estas festividades. Además, te enseña a mantener una inteligencia emocional sana.

Cómo hablar de las emociones navideñas que experimentan las mamás

Las emociones de las mamás en Navidad

Durante las navidades se mezcla la alegría propia de las fiestas con los nervios de los mil y un preparativos que hay que hacer, unido a la tristeza y la nostalgia de tiempos pasados. Y, por si el cóctel de emociones fuera pequeño, hay que añadir las luces que visten las calles, los escaparates repletos de ilusiones y las sonrisas de los hijos por saber que los Reyes Magos están por venir. ¿Cómo no ibas, querida mamá, a notar un torrente de emociones y sentimientos contradictorios?

Con más razón que nunca, durante la Navidad es necesario buscar un momento para parar, pensar y hablar de los sentimientos con total naturalidad. De este modo, la caja de emociones navideñas que irremediablemente se abre en estas festividades, no resulta tan abrumadora. Hay todo tipo de emociones todas ellas válidas y con nombre propio.

De hecho, son emociones que también vamos a poder leer en nuestros hijos: desde la alegría, hasta la pena y la ansiedad, pasando por la incertidumbre y la ilusión. Unas son más agradables que otras, desde luego que sí, pero debemos echar mano de nuestro procesador y entender que si esta es una época en la que tenemos los sentimos a flor de piel, significa que hay que trabajarlas y verbalizarlas correctamente.

4 formas de gestionar tus emociones y las de tus hijos en Navidad

Cómo gestionar tus emociones en Navidad

Decir en voz alta cómo te sientes sin apenarte o notar vulnerabilidad por ello es el primer paso para una buena gestión emocional, sobre todo en días tan intensos como pueden ser la Nochebuena o la Navidad. De este modo, dando a tus emociones el lugar que necesitan, tus hijos también van a aprender a manejar las suyas. Aquí sabrás:

  • Comprender la duración de las emociones.
  • Aprender a buscar un lugar que les dé tranquilidad a ti y a tus hijos.
  • Qué es una libreta de las emociones por Navidad.
  • No usar chantajes.

Sigue leyendo para saber en qué consiste cada uno de estos puntos.

1. Comprende que las emociones tienen una duración limitada

Has de tener presente que lo que sentimos viene y también se va. Hoy puede que notes tristeza al recordar a un ser querido que este año no va a estar sentado a tu lado en la cena de Navidad, pero ten claro que mañana, la semana que viene o al mes siguiente vas a sentir felicidad por las experiencias que viviste a su lado. Habla con tus hijos sobre lo que significan las emociones y coméntales que es normal y natural que en estos días en los que todo son luces y colores, que la tristeza también haga acto de presencia.

2. Busca para ti y tus hijos un lugar tranquilo en el que poder conversar

Como si de un refugio familiar se tratara, invita a tus hijos a que se sienten a tu lado cuando vean que la magia de la Navidad les sobrepasa. Les dará pie a calmarse y darse cuenta de que a ti te pueden contar cualquier cosa. Dales esa confianza de acercarse a ti.

Sentirse abrumada en Navidad

3. La libreta de las emociones por Navidad ¿qué beneficios tiene?

Escribir cómo te sientes es de gran ayuda a la hora de aceptar y validar tus emociones, de hecho, es tan efectivo como decirlas en voz alta. Tener una libreta de las emociones para Navidad o incluso para cualquier otra época del año te servirá para tener un mejor manejo de ellas.

Sugiere a tus hijos que ellos también tengan su propia libreta de las emociones, para ellos solos o para compartir contigo. Si son muy pequeños en lugar de frases pueden hacer dibujos, o incluso asociar colores a las emociones: rojo cuando estoy enfadado, amarillo cuando me siento feliz, azul cuanto me noto un poco triste. De esta manera podrás abrazar a tus hijos y acompañarles en su tristeza o compartir con ellos su dicha.

4. Intenta dejar los chantajes a un lado

Ni los chantajes ni los castigos aportan nada bueno a la gestión de las emociones. En algún momento en que nos veamos sobrepasadas podemos decir frases como: 'si no te portas bien no vas a tener regalos', pero lo cierto es que este tipo de amenazas no ayudan a la hora de que los hijos digan con sus propias palabras 'es que estoy nervioso', 'siento algo dentro de mí y no sé qué hacer'.

Como forma de que tú y ellos estéis más serenos, comparte cómo te sientes y anímales a que hagan lo mismo. Es la mejor forma para que poco a poco vayan trabajando en sus sentimientos y puedan tener una sana autoestima y un buen autoconcepto.

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