¿Cómo es la alimentación ideal de un niño con autismo?

Los beneficios que una dieta adecuada puede suponer para un niño con autismo

Carlota Reviriego, Nutricionista
En este artículo
  1. La dieta ideal para un niño con autismo - ¿Qué elegir?
  2. Otros alimentos a evitar en niños con autismo

En ocasiones, cuando el niño tiene alguna enfermedad o trastorno, una dieta equilibrada no significa lo mismo que en un niño neurotípico. Al igual que las investigaciones en el campo de la epilepsia sugieren que limitar los carbohidratos e incrementar las grasas puede mejorar la sintomatología, en otras ocasiones, como el autismo o la hiperactividad, puede ser necesario hacer otras modificaciones para conseguir el efecto deseado. Aquí responderemos la pregunta de varios padres: ¿Cómo es la alimentación ideal de un niño con autismo?

La dieta ideal para un niño con autismo - ¿Qué elegir?

Dieta para un niño con autismo

Cualquier cambio en la dieta infantil de un niño con autismo debería ser vigilado y controlado por un profesional cualificado, ya que pueden tener efectos secundarios, sobre todo mientras se consigue dar con la más apropiada, y más aun si no están adaptadas específicamente al niño.

El tratamiento dietético del autismo se lleva investigando más de 50 años, pero aun son muchos los profesionales que hacen oídos sordos a los beneficios que un cambio en la dieta del niño autista puede suponer. En general, una dieta libre de gluten y de caseína (proteína de la leche) suele ser de gran ayuda para los niños con autismo, aunque para observar resultados relevantes esta debe ser estricta y seguirse durante al menos 3 meses.

Esta dieta no es fácil de seguir, ya que hay que evitar por completo ambos compuestos, no solo en la comida sino también en el ambiente, pero desde los años 80 hay numerosos estudios que apoyan esta restricción, tremendamente beneficiosa a nivel neurológico, especialmente en aquellos niños dentro del espectro autista que manifiestan síntomas gastrointestinales.

Alimentación de niños con autismo

Sin hacer grandes modificaciones dietéticas, sin embargo, podemos ayudar a nuestro hijo con pequeños cambios:

Evita el azúcar

Hay suficiente evidencia científica para asegurar que el consumo de azúcar afecta el comportamiento de los niños, por lo que, si se elimina de la dieta, las variaciones en su comportamiento pueden disminuir de manera drástica. Las ocasiones especiales como los cumpleaños o las celebraciones familiares pueden ser complicadas, pero lo son menos si tanto los padres como el niño están preparados. A nadie le gusta que le señalen con el dedo, así que una alternativa puede ser llevar un bizcocho casero acorde a las necesidades de tu hijo o llevar un snack de emergencia en el bolso.

Lleva un diario detallado

Tener un diario muy bien detallado con la comida que consume el niño y su comportamiento es de gran ayuda. Si detectas un cambio, puedes revisar el diario para ver si ha habido algún cambio o el niño ha comido algo fuera de lo habitual. Conviene recordar que algunas reacciones no son inmediatas por lo que es útil revisar las 72 horas previas a la reacción para encontrar la causa. El diario puede servir también para determinar qué alimentos son seguros para el pequeño, ya que cada niño es diferente.

Mantén una rutina estricta de higiene

Cualquier traza de compuesto causante de reacciones en el niño es fácilmente ingerido si está en sus manos, por lo que, cuanto más se lave las manos, más fácil es tenerlos bajo control. Así que procura siempre estar presente e insistir en que se lave las manos de manera adecuada y cada cierto tiempo.

Otros alimentos a evitar en niños con autismo

Alimentos prohibidos en niños con autismo

Sabemos que el autismo es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y el comportamiento de quienes lo padecen. Y aunque no existe una dieta específica para el autismo, muchos especialistas y padres sí han notado que ciertos alimentos pueden exacerbar o aliviar algunos de los síntomas o crisis que llegan a presentar sus hijos.

Es importante señalar que la respuesta a estos alimentos varía muchísimo de un pequeño a otro y no es un parámetro estándar, sin embargo, sí se sugiere no incluir algunos de estos:

  1. Gluten y caseína. Como ya lo habíamos mencionado, se pide no consumirlos por tres meses de entrada, ya que algunos estudios sugieren que los niños con autismo pueden ser demasiado sensibles al gluten (proteína presente en trigo, cebada y centeno) y a la caseína (proteína de los lácteos). Esta sensibilidad llega a generar síntomas gastrointestinales o de comportamiento en algunos niños.
  2. Alimentos con colorantes y conservadores artificales. Ciertos aditivos, colorantes y conservadores afectan negativamente a los niños con trastornos del espectro autista. Es recomendable reducir o eliminar los alimentos ultraprocesados con estos ingredientes.
  3. Azúcares refinados. También lo habíamos mencionado, pero queremos recalcar que un exceso de azúcares puede desencadenar algunos episodios de hiperactividad o cambios bruscos de humor en los niños con autismo. Claro, que no en todos los pequeños, sin embargo, es mejor evitarlos.
  4. Alimentos con alto contenido de fenoles. Algunos niños con autismo tienen ciertas dificultades para procesar los fenoles, que están presentes en ciertas frutas, nueces y vegetales. Esta incapacidad de procesarlo puede ser perjudicial para el niño, así que evita la cebolla, el té, el vino tinto, el cacao y el aceite de oliva virgen en la dieta del pequeño.

Recuerda que antes de realizar cambios significativos en la dieta de tu hijo con autismo, debes consultar a su pediatra o nutricionista para asegurar que lleva una alimentación balanceada y adecuada a sus necesidades.

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