10 momentos graciosos de la Navidad con niños

Cosas geniales que siempre ocurren en Navidad con los niños

En este artículo
  1. 10 tradiciones de la Navidad con niños de las que no podemos escapar

Hay tradiciones familiares que no cambian por más años que pasen, más aun en Navidad, una época llena de clásicos: como los chistes del abuelo tras la cena de Navidad, las canciones de los niños para recibir el aguinaldo o el enfado de la madre o el padre porque el pavo no les salió como deseaban.

Pues bien, hoy en Guiainfantil.com hemos reunido todas esas situaciones divertidas y únicas de la Navidad con niños de las que no podemos escapar por mucho que queramos.

10 tradiciones de la Navidad con niños de las que no podemos escapar

Momentos divertidos de la Navidad con niños

1- Tirar el árbol de Navidad: ponemos el árbol de Navidad con todo el empeño del mundo, y no poco estrés, porque las bolas se caen o los niños no colocan los adornos como a ti te gustan. Pero, un buen día, pasa uno de tus hijos y se lo lleva por delante, o tu misma limpiando lo tiras al suelo. Tirar el árbol es un clásico de la Navidad.

2- Desenredar las luces de Navidad: quizás ya las guardaste sin esforzarte demasiado en ordenarlas o simplemente, se enredan porque sí (quizás sea una máxima de los fabricantes, hacer luces que se lían). Pero, desenredar la maraña de cable y luces mientras los niños saltan nerviosos alrededor porque están deseando encenderlas, es digno de recibir un cum laude al terminar el proceso. ¡Qué satisfacción!

3. Villancicos 24 horas al día, 7 días a la semana: si tus hijos ya cantan villancicos un 24 de agosto, no dudes que serán la banda sonora de las navidades. Los oirás por todas partes, versionados de mil maneras (ya sabes que no siempre recuerdan la letra). Tanto es así, que también se te incrustarán en la neurona y terminarás tarareándolos mientras preparas la ropa del día siguiente o pones la lavadora.

4. Regalos que no gustan: te has recorrido 52 tiendas hasta encontrar... ¡el regalo!, ese que hará sombra a cualquier otro regalo. Estás tan emocionada que no puedes esperar a que lo abra y, cuando por fin lo hace, lo aparta a un lado y alucina con la caja, con la que además se construye un disfraz de robot.

5. Un outfit perfecto para niños que termina en desastre: vistes a los niños con sus mejores galas, les peinas y repeinas, los miras y no te lo crees. Están relucientes... ¡durante 5 minutos! Al final de la noche tienen la ropa llena de lamparones, el pelo revuelto y la boca con churretes de chocolate.

6. Padres más niños que los niños: si ya a diario haces tonterías para hacer reír a los niños o lograr que coman, en Navidad echamos el resto y nos volvemos más niños si cabe. Nos disfrazamos, nos ilusionamos con los regalos, cantamos y comemos como si no hubiese un mañana.

7. Ir a ver la película de las navidades y quedarse dormido: todos los años, por supuesto, hay que ir al cine con los niños para ver esa película navideña de estreno. Los niños se emocionan, se sientan en la butaca, abren la boca tanto como los ojos y no se mueven en hora y media. ¿Y tu? Es posible que también tengas la boca abierta, pero una babilla vaya cayendo por la comisura porque... ¡te has quedado dormida!  Vale, sí... también está el polo opuesto, padres que salen del cine cantanto a voz en grito "Sueltalooooooo, sueltaloooooo".

8. Cenas familiares que terminan en batalla: cuando en la mesa se decide hablar de política, fútbol o religión, ya se sabe que muy bien no va a acabar. En estos momentos, parece que no existen los niños, que intentan llaman la atención de los adultos, los adultos, erre que erre, siguen su discusión que incluso puede terminar a voz en grito. También es frecuente que ese momento de distracción sea aprovechado por los niños para hacer de las suyas... ¡ojo!

9. Los besos y estrujones de tíos y abuelos: cuando entra por la puerta esa tía que disfruta achuchando, los niños corren a esconderse despavoridos. Huyen de los 23 besos sonoros y seguidos, de los pellizcos en las mejillas y del consabido "¡pero este chico, cómo ha crecido!".

10. Cuando tus hijos y sus primos se juntan: y además se arman con panderetas, trompetillas y demás cacharros para ambientar las fiestas. Pueden ser 5 pero parecen 25, así que ya sabes que necesitarás de una buena dosis de paracetamol para acabar con el dolor de cabeza que se te levantará. 

Árboles que caen, figuritas del Belén que desaparecen misteriosamente para aparecer en la estación de bomberos de Lego, villancicos a tutiplén, niños que no paran de comer polvorones y demás situaciones, son esos momentos graciosos y, sobre todo, únicos de la Navidad con niños de los que no podemos escapar.

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