Ir con los niños al cementerio ante la muerte de un familiar, ¿sí o no?

Nadie está realmente preparado para afrontar la muerte, y es que, a pesar de la religión que practicamos, creencias, costumbres y forma de crianza, la muerte de un familiar, ser querido o cercano siempre causará un gran impacto en nuestros corazones. Es por completo normal que cualquier persona se sienta de esa manera, pero alguna vez te has preguntado: ¿cómo toman los niños el tema de la muerte?, ¿podemos llevar a los niños al cementerio?, ¿cómo saber si están preparados para un funeral o entierro?

Cómo perciben los niños la muerte de un familiar

Esta es una pregunta muy importante para abrir el tema, ya que los niños debido a su edad y etapa de desarrollo no entienden conceptos tan amplios y complejos como lo es la pérdida de un ser querido que ya no podrán volver a ver nunca más. Para ellos, ese familiar, amigo o conocido algún día regresarán, más no perciben su partida como la pérdida de su cuerpo físico.

Por otro lado, cuando comprenden que ese ser no volverá nunca, pueden desarrollar sentimientos de ira y abandono, ya que lo que perciben es que esa persona los dejó (porque no los quería o no les importaba) y no que fue una eventualidad inevitable. Esto suele pasar sobre todo en niños que pierden a una figura paterna o un familiar muy allegado a ellos.

Hablar a tus hijos sobre el fallecimiento de un ser querido

Hablar de la muerte con los niños puede ser un paso bastante retador para cualquier padre o tutor puesto que, como acabo de mencionar, los niños no entienden de temas abstractos. Razón por la cual hay que ser delicados con este tema y hacerlo lo más sencillo posible. Debemos tener en cuenta, tal y como se explica en la guía 'Después que muere un ser querido' (del Dr Schonfeld, director del Centro Nacional para Crisis Escolares y Duelos), que los niños aprenden a sobrellevar la pérdida observando a la gente que les rodea, por lo que es importante que nosotros también aprendamos a gestionar nuestro duelo y compartirlo con nuestros hijos.

Puedes apoyarte de infografías, vídeos tutoriales, consejos de expertos psicólogos infantiles y armar tu propia exposición. Eso sí, trata en lo posible de evitar utilizar conceptos redundantes o imaginativos ya que los puedes confundir. ¿A qué me refiero con esto? A dejar a un lado las sentencias de 'te está mirando desde el cielo'. 'se convirtió en un ángel que te cuida'. 'solo está en un sueño profundo' o 'están en un largo viaje y algún día los volverás a ver'.

¿Por qué debemos evitar estas metáforas si es lo que pueden pensar? El hecho de que un niño utilice su imaginación para definir un concepto no significa que sea el correcto, por eso es importante aclararlo, en este caso se trata de una pérdida inevitable y una persona que no regresará. Así mismo, el incentivar estos conceptos puede causarles miedo a dormir, viajar o sentir que hay alguien con ellos que no pueden ver y del que no pueden escapar.

En otro orden de ideas, es necesario prevenir el alterar la rutina cotidiana de los pequeños a la cual están acostumbrados para que no sientan que esa muerte afectará su entorno o tengan la preocupación de no saber si alguien más fallecerá y los dejarán solos.

Otro punto a tener en cuenta es hacerlos sentir en confianza para que expresen su consternación y dolor mediante el llanto. Reprimir los sentimientos nunca es algo positivo, ya que al hacerlo pueden desarrollar algunos traumas, trastornos o heridas emocionales, como ansiedad, retraimiento social, problemas de comunicación, agresividad, etc.

¿Pueden entonces los niños ir a los cementerios?

Sabiendo lo anterior te preguntarás, ¿cómo proceder ante el tema de visitar los cementerios? Pues esta pregunta tiene una respuesta algo críptica: 'depende'. Si bien no podemos dejar en la ignorancia a los niños con respecto al tema de la muerte, tampoco podemos obligarlos a asistir si no desean ir.

Así que lo mejor que puedes hacer en estos casos es explicarle por qué quieres ir al cementerio (como una visita a ese ser especial para despedirlo y orar por él), describir un poco el lugar para que no genere un impacto tan fuerte y con ello advertirle que puede haber personas que aún lamenten la pérdida de su ser querido y por eso estén llorando. Finalmente, puedes preguntarle si desea acompañarte.

Cuándo los niños están listos para asistir a un funeral o entierro

Existen niños que experimentan la visita al cementerio como algo positivo pues otorga un cierre, una despedida adecuada de ese ser especial. Además que los ayuda a asimilar mejor la muerte como una parte innata de la vida misma y a evitar verla como un tabú del cual no se puede hablar. Ten en cuenta que, cuanto más familiarizados estén los niños con los temas que rodean al mundo, estarán mejor preparados al momento de tener que afrontarlos.

Una buena manera de animarlos es creando una rutina especial. Por ejemplo, si era alguien cercano a tu pequeño o pequeña, puedes pedirle que le haga una carta contándole cómo ha ido su vida hasta ahora y deseándole lo mejor donde esté, puedes preparar algún adorno o arreglo floral para que lleven juntos, preparar una canción o una oración especial. De esta forma, se convertirá en algo más íntimo y personal con el cual el niño se sienta más identificado y animado a compartir.

[Leer+: Cuento para niños sobre la muerte del abuelo]

En conclusión, no existe mayor inconveniente al llevar a los niños al cementerio siempre y cuando se les dé una preparación previa, ya tengan más claro de qué se trata la muerte, hayan procesado sus sentimientos, pidas su autorización para ir y lo más importante, no los excluyas de este tipo de eventos que rodean el mundo en que se está desarrollando y donde vivirá.

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