Cuándo ir a urgencias si tu hijo tiene fiebre - Síntomas graves de alerta

Mi hijo tiene fiebre, ¿cómo saber si es grave para llevarle al pediatra de urgencias? - Bajar la fiebre de los niños desde casa

Natalia Albán, Pediatra
En este artículo
  1. Cuándo acudir a urgencias o al hospital por fiebre en niños y bebés
  2. ¿Cómo saber si mi hijo tiene fiebre?
  3. ¿Cómo manejar la fiebre de los niños en casa?
  4. Mitos y cosas a evitar cuando los niños o bebés tienen fiebre

La mayoría de las consultas a urgencias o al pediatra suelen ser por presencia de fiebre en los niños o bebés; no es raro que los padres nos alarmemos cuando nuestros hijos se enferman. Sin embargo, es importante tener muy claro cuándo preocuparse e ir al hospital rápido si el bebé o el niño tiene fiebre y eso es justo lo que te contamos en este artículo. ¡Mucha atención para identificar esas situaciones que requieren una visita a urgencias!

Cuándo acudir a urgencias o al hospital por fiebre en niños y bebés

Cuándo acudir a urgencias por fiebre en niños y bebés

Existen algunos síntomas de alerta que, al ser identificados, se aconseja acudir a urgencias o contactar al médico/pediatra de forma inmediata, ya que puede tratarse de algo diferente a una infección habitual. En estos casos, es el médico quien decide si trata o no la fiebre de acuerdo al estado general del niño. Estos son los signos de alarma que debemos considerar:

  1. Convulsión febril: Las convulsiones por fiebre son más frecuentes en los primeros años de edad. En estos casos, ten presente: Ubicar al niño de lado; retirar objetos con los que se pueda lastimar; no tratar de sujetarlo para evitar alguna lesión; contabilizar el tiempo de la convulsión; acudir al médico cuando finalice la convulsión.
  2. Edad del niño: En bebés menores de 3 meses, el aumento de temperatura puede tratarse de infecciones graves y su riesgo de deshidratación es mayor; por esto, si el bebé tiene una temperatura mayor a los 38 °C, siempre acuda de inmediato al servicio de urgencias.
  3. Temperatura alta: Sin importar la edad del niño, si la temperatura está por encima de 41 °C de forma persistente, acuda inmediatamente al hospital.
  4. Deshidratación: Si el niño no recibe líquido, orina menos de lo normal y no tiene lágrimas cuando llora. En caso de ser lactante, si tiene la fontanela abultada o deprimida.
  5. Manchas rojas: Si hay presencia de manchas rojas que no desaparecen al presionar la piel y que tienden a aumentar con el paso del tiempo.
  6. Estado alterado: Si el niño tiene signos anormales en su comportamiento como: Adormilado, decaído, llanto inconsolable; dolor intenso de cabeza; respira con dificultad después de retirar los mocos; vomita o tiene diarrea de forma repetida; no responde a estímulos verbales y físicos; incapacidad para mover un brazo o pierna.

Por último, ten presente que la fiebre es un momento de malestar para nuestros hijos, por eso, acompañar desde el amor y la paciencia estos episodios se convierten en la mejor herramienta que tenemos como padres; mantener la calma y no preocuparnos de más, tratando de explicarle al niño, de acuerdo con la edad, lo que está haciendo su valiente cuerpo por defenderlo y permitirle estar fresco y con la actividad física que su estado le permita mientras atraviesa este episodio.

¿Cómo saber si mi hijo tiene fiebre?

Cómo saber si mi hijo tiene fiebre

Recordemos que la fiebre en sí, no es una enfermedad, es un síntoma que muestra que nuestro sistema inmune está funcionando. Las bacterias y virus tienen una temperatura óptima de 37 °C para su desarrollo y cuando nuestras defensas reconocen a estos intrusos reaccionan aumentado la temperatura para defenderse de la infección que se está generando.

¿Qué debemos hacer entonces si se trata de algo en lo que nuestro cuerpo está trabajando de forma natural? Primero mantener la calma, descartar los signos de alarma para llevar a urgencias al niño o bebé y actuar alrededor del control de las molestias que se generan debido a la fiebre, sin realizar prácticas que puedan llevar a empeorar la situación de nuestros hijos.

Aunque la temperatura corporal puede variar de una persona a otra, incluso a lo largo del día, de forma general, se considera la siguiente escala para reconocer los estados febriles; donde sólo para la fiebre y la fiebre alta se deben tomar acciones dependiendo de los signos de alarma o de las recomendaciones del médico.

¿Cuándo se considera que un niño o bebé tiene fiebre?

Una vez que identificamos que un niño tiene fiebre, ¿qué podemos hacer para atajarla en casa? A continuación vemos algunos consejos a tener en cuenta (y algunos mitos alrededor de la enfermedad febril que debes ignorar).

¿Cómo manejar la fiebre de los niños en casa?

Cómo manejar la fiebre de los niños desde casa

Teniendo presente que el manejo de la fiebre no siempre es necesario y que es una reacción de protección de nuestro cuerpo en contra de una infección, desde casa podemos tomar algunas medidas iniciales. Es muy probable que no se trate de una enfermedad grave y que pueda recuperarse en casa si tu hijo sigue comiendo con normalidad, conserva el estado de ánimo habitual y el mismo interés en el juego.

  • Aumento de líquidos: La deshidratación es una de las consecuencias de la fiebre, por esto es ideal aumentar el consumo de líquidos o de leche materna, según corresponda.
  • Medios físicos: Poner paños o bañar al niño con agua templada puede ayudar a reducir la temperatura.
  • Reducir el abrigo: Retirar la mayor cantidad de ropa posible y mantener al niño en un ambiente fresco.
  • Fármacos: El acetaminofén o paracetamol es el medicamento más usado en el tratamiento de la fiebre, además, la dosis debe ser recomendada por el médico de tu hijo.

Una vez más, te recordamos que ante los síntomas graves anteriormente descritos, debes ir con tu hijo rápidamente a un servicio de urgencias médicas.

Mitos y cosas a evitar cuando los niños o bebés tienen fiebre

Mitos sobre la fiebre en niños

- Datos incorrectos:
A veces, nos dejamos guiar por la temperatura percibida por el contacto con nuestra piel, este no es un dato confiable. Toma siempre de forma adecuada la temperatura de tu hijo, opta por tomarla en la axila. Prefiere siempre los termómetros digitales que pueden darte datos más precisos.

- Sudar la fiebre:
En algunos lugares, se cree que, abrigando en exceso a los niños o poniéndolos a hacer actividad física adicional, se puede 'sudar la fiebre'; sin embargo, ninguno de los dos es recomendado. En primer lugar, los niños con fiebre sienten mayor confort al retirar el exceso de ropa; y por el otro lado, el cuerpo de forma natural pide descanso y se siente agotado por el trabajo que está realizando contra la infección; así que exigirle un esfuerzo físico adicional no es aconsejado.

- Fármacos de inmediato:
Administrar fármacos para controlar la fiebre cuando tu hijo tiene un incremento mínimo en la temperatura, no es una opción; por el contrario, puede ser contraproducente. El aumento de temperatura es para evitar una infección, y si acabamos con esta condición de forma insistente, simplemente, podemos dar vía libre al desarrollo del virus o bacteria que se esté gestando.

- Agua fría:
Usar agua fría para reducir la temperatura no funciona como se espera; el cuerpo, al tratar de compensar el cambio brusco de temperatura, puede finalizar con una temperatura mayor a la inicial, aumentando el malestar del niño.

- Alcohol para refrescar:
Utilizar alcohol para reducir la temperatura puede ser de las prácticas más peligrosas que se recomiendan en algunas comunidades, ya que puede causar intoxicación en la piel; siendo los bebés los más perjudicados por su bajo peso.

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