Mi hijo no pronuncia bien - ¿Cuándo es grave que un niño no hable bien?

La habilidad del lenguaje de nuestros hijos va progresando a medida que van creciendo. No hay una pauta estricta a la hora de adquirir nuevos sonidos de acuerdo con su edad, sino que va asimilando los sonidos y comprendiendo las palabras poco a poco. Al principio, puede ser complicado entender a los niños, pero, a medida que se van desarrollando, sus palabras suelen ser más claras. Sin embargo, ¿qué podemos hacer si nuestro hijo no pronuncia bien las palabras? ¿A partir de qué momento es grave o alarmante que un niño no hable bien?

En este artículo, os queremos hablar de las diferentes etapas de adquisición del lenguaje, sobre cómo ayudar a nuestros hijos a pronunciar mejor y cuándo es necesario acudir a un especialista.

Identificar que nuestro hijo no pronuncia bien para su edad

Desde pequeños, los niños presentan problemas a la hora de pronunciar sonidos debido a una falta de control de la lengua y del aparato fonoarticulador. Además, tampoco saben distinguir correctamente los fonemas de la lengua, lo que los lleva a confundirlos y a articularlos de un modo diferente.

Por este motivo, el hecho de que nuestro hijo no pronuncie bien no debe preocuparnos en exceso cuando son pequeños. Sin embargo, si vemos que nuestro hijo continúa con problemas de pronunciación después de los 5 años, es muy aconsejable ponernos en manos de un especialista.

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¿Cuáles son las etapas de la adquisición del lenguaje?

A la hora de desarrollar el lenguaje, nuestro hijo va a pasar por diferentes etapas. Conocerlas nos permitirá identificar mejor si nuestro hijo tiene, realmente, un problema de adquisición del lenguaje o si, por el contrario, solo necesita un poco más de tiempo.

Las etapas de adquisición del lenguaje en los niños son las siguientes:

Etapa prelingüística – hasta los 12 meses

En esta primera etapa, nuestro hijo únicamente va a pronunciar sonidos guturales dado que siempre suele estar acostado. Sus necesidades comunicativas son muy básicas y solo necesita comunicarse a través del llanto. En estos meses, empezará a decir sus primeras palabras.

Etapa lingüística – desde los 12 meses a los 18 meses

En este momento de su desarrollo, el niño ya es más independiente e inicia el proceso de los primeros procesos del habla: pronunciación bilabial. La pronunciación bilabial es aquella que se pronuncia con ambos labios. Además, en este momento, también aparecen las primeras palabras, como pueden ser papá, mamá y bebé. Si nos fijamos bien, estas palabras se articulan mediante la pronunciación bilabial.

Etapa lingüística – desde los 18 años y hasta los 2 o 3 años

A partir de los 2 o 3 años, el niño ya necesita expresarse con frases con un poco más extensas y aparecen palabras simples o incompletas. Es el proceso de simplificación fonológico. En este momento, también aparecen sonidos más complejos como 't', 'd', 'k'.

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Etapa lingüística – a partir de los 4 años

En este momento, los niños ya son mucho más autónomos y el habla ya se parece más al habla de los adultos y aparecen sonidos más completos: los sonidos trabados, como el sonido 'pl' o 'bl'.

¿Por qué mi hijo pronuncia y habla tan mal?

En general, cuando un niño no pronuncia bien, lo primero en lo que pensamos es en el frenillo lingual; sin embargo, esta suele ser la causa menos probable. El mayor porcentaje de la mala pronunciación se debe a la dificultad oral motora o ejecución de los sonidos: el aparato oral motor está bien desarrollado, pero el niño no ha alcanzado un correcto desarrollo neuropsicológico acorde a su edad.

Hay una serie de estrategias que nos permitirán ayudar a nuestro hijo a pronunciar mejor. Algunas de las más recomendadas por los especialistas son las siguientes:

1. Visualizar los sonidos

Los sonidos son abstractos y los niños deben poder asociar un objeto a un sonido. Por ejemplo, si tenemos problemas con la 's', podemos mostrarle al niño como producirla enseñándole como nosotros ponemos la lengua y cómo articulamos este sonido.

2. División silábica

Dividir las palabras en sílabas es esencial cuando nos encontramos con problemas de pronunciación entre sonidos sordos y sonoros. Un ejemplo de ello es la pronunciación de la 'r' fuerte a principio de palabra y la 'r' floja en medio de esta. En este caso, lo mejor es separar la palabra en sílabas: ca-rro. De este modo, el niño verá que la 'r' está también al principio y aprenderá a articularla correctamente.

3. Revisar la visión de los niños

Es importante asegurar que nuestros hijos tienen una buena visión, pues de no ser así, es posible que no sean capaces de identificar correctamente algunos sonidos dentro de las palabras. Un ejemplo de ello es el grupo consonántico 'dra, dro'.  Aquí, debemos trabajar con la discriminación auditiva, es decir, mostrar al niño de dónde se produce este sonido: en la boca o en la garganta.

La mala pronunciación de nuestros hijos no es siempre motivo de preocupación y, por ello, ante este problema hay varios ejercicios que podemos hacer en casa. Sin embargo, si creemos que nuestro hijo no desarrolla correctamente el lenguaje de acuerdo con su etapa de desarrollo, siempre es recomendable contar con la opinión de un experto.

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