Mutismo selectivo en niños. Mi hijo sabe hablar pero a veces no quiere

Es posible que este mutismo se produzca al tiempo que una fobia social

Sara Tarrés, Psicóloga Infantil
En este artículo
  1. Qué es el mutismo selectivo en niños
  2. A veces, mi hijo no quiere hablar
  3. La ansiedad como causa principal del mutismo selectivo

La mayoría de niños con mutismo selectivo suelen ser como cualquier otro niño o niña de su edad. Así que se comportan como ellos cuándo se encuentran en un entorno que no perciben como peligroso. Es decir, cuando están en casa o lugares familiares, con personas a las que conocen y con las que se sienten cómodos y protegidos, se muestran comunicativos, graciosos y juguetones. Aparentemente no ocurre nada que haga sospechar a los padres.

El problema aparece cuando deben hacer frente a situaciones sociales que perciben como amenazantes o peligrosas. Situaciones ante las cuales sienten una gran ansiedad y vergüenza y, como consecuencia aparece esa incapacidad característica para hablar. Y aunque es un trastorno poco frecuente y considerado como raro debemos saber detectarlo a tiempo para poder ayudar a estos niños a superarlo y mejorar su bienestar emocional y social.

Qué es el mutismo selectivo en niños

¿Has oído hablar del mutismo selectivo en niños?

El mutismo selectivo es un trastorno de inicio en la infancia. Normalmente aparece antes de los 5 años y se caracteriza por la reticencia a hablar en situaciones sociales muy concretas, incluida la escuela.

Se enmarca dentro de los trastornos por ansiedad y, como tal, dificulta o impide a los niños la interacción con sus iguales y/o adultos, limitando e impidiendo, en algunos casos, su desarrollo personal, social y académico.

A pesar de que tiene la capacidad, dejan de hablar selectivamente cuando se enfrentan a algunas circunstancias, condiciones o situaciones sociales. Hay algunos, por ejemplo, que solo hablan a personas a las que están habituadas y con las que tienen confianza como pueden ser únicamente sus padres o los cuidadores con los que más están.

A veces, mi hijo no quiere hablar

Solemos detectarlo cuando el pequeño o la pequeña inicia su escolarización en el segundo ciclo de educación infantil. Generalmente, y para sorpresa de muchos padres, son los maestros quienes alertan a la familia de lo que sucede.

Pero como siempre, antes de levantar alertas, debemos ser muy prudentes y tener claro que muchos niños y niñas durante los primeros días, e incluso semanas del primer año de escolarización, pueden tener conductas similares a las descritas. De modo que, siempre debemos dejar pasar más de un mes para ver si se trata de un mero proceso de adaptación a la escuela, a la profesora y a sus nuevos compañeros, más que de un caso de mutismo selectivo. 

Sin embargo, debemos prestar atención de algunas señales de alarma que te podrían hacer sospechar. Los niños con mutismo selectivo son niños que pueden presentar dolores de cabeza, febrícula, náuseas, vómitos, diarreas tanto antes de enfrentarse a la situación temida (colegio, fiesta, reunión familiar…) o cuando están en ella.

Pero no siempre es así, por lo que pueden pasar desapercibidos porque que algunos únicamente se muestran distantes y aparentemente tranquilos, como la primera de las niñas con las que trabajé. El caso era de una pequeña de 4 años que tras varios meses en el centro escolar se negaba a hablar con su tutora de aula, aunque con sus compañeros de clase más o menos jugaba y se comunicaba. Realizada la detección del caso se procedió a la entrevista con los padres y la derivación a un centro de psicología infantil para su evaluación y tratamiento.

La ansiedad como causa principal del mutismo selectivo

Qué hacer cuando los niños no quieren hablar

Aunque desconocemos las causas de este problema al 100% podemos decir que la ansiedad es el factor de vulnerabilidad con mayor peso en la aparición de este trastorno. Como he ido insistiendo a lo largo de este post, los niños con mutismo selectivo presentan algo similar a lo que llamamos fobia social, tanto es así que en algunos casos se dan juntos. Es decir un niño con fobia social puede presentar a la vez mutismo selectivo.

El miedo a los extraños, el temor a no saber qué hacer o qué decir, el miedo a lo que dirán y harán... Todo ello alimenta la ansiedad y provoca esta angustia extrema que impide hablar. Una situación que aísla cada vez más a los pequeños.

Si crees que tu hijo podría estar sufriendo de mutismo selectivo, te recomiendo que vayas a un especialista. Por lo general, tal y como he comentado, son los maestros quienes suelen alertarnos de la existencia de este problema. Para ponerle solución cuanto antes es necesaria la evaluación de la situación y del menor por parte de un psicólogo o psicóloga infantil quién realizará el diagnóstico y el tratamiento en caso necesario.

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