Guía sencilla para explicar qué son los derechos de los niños y niñas

En esta guía sencilla para explicar qué son los derechos de los niños y niñas hallarás una forma clara de hablar con los peques sobre aquello que les protege, les cuida y les garantiza poder crecer seguros y respetados. Con ejemplos cotidianos, esta guía te ayudará a 'traducir' palabras a los niños como 'derechos', 'protección' o 'igualdad' a un lenguaje que entiendan y sientan como propio.

Derechos de los niños y las niñas - Más que un escudo que los protege

Imaginemos que cada niño y niña del mundo llevara puesto un gran escudo invisible, uno que no pesa, que no molesta, pero que está siempre ahí para protegerles de las injusticias, del maltrato, del miedo y del abandono. Pues ese escudo sí existe y se llama derechos de la infancia. ¿Te parece una buena idea para empezar a tratar el tema con tus hijos? ¡A nosotras nos parece genial!

Los derechos de los niños y niñas son una serie de normas que los países de todo el mundo han acordado para asegurarse de que aquellas personas menores de 18 años puedan crecer sanas, seguras, respetadas y, sobre todo, felices. Debemos comprender que no son un premio, ni un regalo que se da solo a algunos: son algo que nos pertenece por el simple hecho de haber nacido.

A veces, los derechos suenan a palabras raras de entender, como 'convención', 'protección', 'garantías'… Pero hablan de cosas que los peques entienden muy bien, que es tener familia, tener nombre, ir a la escuela, poder jugar, no ser insultados ni golpeados y poder opinar. Estos derechos sí existen y son de todos, sin importar dónde vivan los pequeños, cómo sean o qué idioma hablen.

Conocer los derechos de la infancia es solo el inicio, porque lo importante es defenderlos cada día. Y para ello, los adultos tienen un papel fundamental, al dar un buen ejemplo, corrigiendo sin humillar, escuchando y explicando, así como apoyando leyes y proyectos que protejan a los niños, denunciando el maltrato y enseñando a los niños a reconocer cuándo algo es injusto.

¿Qué son exactamente los derechos de la infancia? Explicación para niños

Los derechos de los niños y niñas son como reglas para los adultos que les recuerdan lo que tienen que hacer (y lo que no) para cuidar bien de la infancia. Gobierno, familia, escuela, médico, instituciones… todos deben respetarlos y protegerlos. Estos derechos no se ganan, se tienen, es decir, nadie tiene que 'portarse bien' para tenerlos, son inherentes a cada individuo.

Tampoco se pueden quitar, aunque un adulto esté enfadado, no puede quitar el derecho a comer, a vivir seguro, a ser respetado, y son para todos, da igual el color de piel, la religión, el país, el idioma, o si un niño tiene una discapacidad o no. Cuando un niño conoce sus derechos, es más fácil que se dé cuenta si algo no va bien y pida ayuda. Aquí, algunos de ellos:

Derecho a la identidad: nombre, apellido y nacionalidad

Desde que nacemos, tenemos derecho a tener un nombre y apellidos, a estar registrados y a tener una nacionalidad. Es para saber quién es el niño, poder presentarse y ser reconocido. Trabajar este derecho con los niños se puede hacer a partir de preguntas sencillas: ¿Cómo te llamas?, ¿Te imaginas que nadie supiera tu nombre? o ¿Te gustaría que te dijeran 'niño', 'güero' o 'alta'? A partir de ahí, se entiende que tener nombre y un lugar al que pertenecer es un derecho básico.

Derecho a la salud y a recibir ayuda médica

La salud es otro pilar al que los niños y niñas tienen derecho. Deben estar lo más sanos posible, recibir vacunas, revisiones, medicamentos cuando se enferman y atención en situaciones de emergencia. También implica que deben poder ir al médico sin miedo, acompañados por un adulto de confianza, y en situaciones de peligro (guerras, catástrofes), los pequeños deben ser los primeros en ser atendidos. Pedir ayuda médica no es 'molestar', sino ejercer un derecho básico.

Derecho a la vida, a la familia y al cuidado

Todo niño y niña tiene derecho a la vida, a ser protegido desde que nace y a crecer en un entorno donde haya cariño y cuidados. Eso incluye el derecho a tener una familia que le quiera, le proteja y le eduque. La familia puede ser de muchos tipos: con mamá y papá, con dos mamás, con abuelos, con adoptantes, pero hay que recordar a los niños que la familia no está para humillar ni pegar, sino para acompañar, escuchar, poner límites con respeto y dar ejemplo.

Derecho a la educación: aprender, crecer y pensar

Todos los niños y niñas tienen derecho a ir a la escuela, aprender a leer, escribir, sumar y a recibir una educación gratuita y de calidad. La educación es la herramienta que les permitirá desarrollarse como personas, acceder a un trabajo digno y participar en la sociedad. Eso sí, la escuela debe ser un espacio seguro, sin burlas ni violencia y donde se escuche la voz de todos, no solo de los que sacan mejores notas. Si un niño sufre acoso, ese derecho se está vulnerando.

Otros derechos de los niños que les garantizan una vida plena y feliz

Derecho a la igualdad y a no sufrir discriminación

Todos los niños y niñas del mundo valen lo mismo y nadie puede ser tratado de manera peyorativa por su origen, raza, religión, idioma, género, aspecto físico o discapacidad. Esto significa no reírse de alguien por cómo habla o viste. Tampoco se debe excluir a un compañero del juego por venir de otro país y tampoco creer que unos valen menos que otros por tener menos dinero. Hay que enseñar a los peques a identificarlas, rechazarlas y defender a quien es maltratado.

Derecho a la protección especial: cuando hay más dificultades

Hay niños y niñas que necesitan cuidados especiales porque tienen una discapacidad física o intelectual, han tenido que dejar su país o viven en la violencia o pobreza extrema. Ellos necesitan aún más protección, lo que implica adaptar espacios y materiales para que puedan participar, ofrecer apoyos educativos y sociales, así como tratarles con dignidad, cariño y respeto, porque incluir, ayudar y respetar a los demás también es defender derechos.

Derecho al juego, al descanso y a la imaginación

A veces olvidamos el derecho a jugar porque hacerlo NO es perder el tiempo. Jugar es una forma de aprender, relacionarse, imaginar, expresar sus emociones y descansar de las obligaciones cotidianas. Este derecho se vulnera si se obliga a los niños a trabajar, se les da responsabilidades adultas o no se les deja tiempo libre o espacios seguros para jugar. El derecho al juego en la infancia es una etapa única, que está llena de fantasía, creatividad y descubrimiento.

Derecho a opinar y a ser escuchados

Otro derecho es el de expresar opiniones y ser escuchados, es decir, hay que saber que su voz cuenta y debe ser tomada en serio. Protege este derecho preguntando a los niños qué piensan cuando se toman decisiones familiares que les afectan, que expresen desacuerdo sin miedo y dándoles espacios para que participen y opinen. Cuando un niño siente que su opinión vale, desarrolla su autoestima y les permite ser tratados como personas únicas y valiosas.

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