Belsnickel, el elfo. Leyenda corta de Navidad de Alemania y Austria

Te contamos acerca de Belsnickel, el elfo, una leyenda corta de Navidad de Alemania y Austria. Se trata un muy querido personaje de la Navidad muy ligado a Papá Noel. Descubre junto a tu pequeño una preciosa leyenda muy conocida en países como Austria y Alemania, así como unas partes de Estados Unidos. Lean por qué Santa Claus no puede repartir todos los regalos él solo... ¡son muchos! Por eso, cuenta con ayudantes repartido a lo largo y ancho de todo el planeta.

La leyenda de Belsnickel para contar a los niños en Navidad

Resulta que Papá Noel, ya mayor, decidió un buen día reclutar ayudantes para repartir todos los regalos de Nochebuena. Así, iba encontrando diferentes personajes de distintos países dispuestos a ayudarle en la tarea. Muchos, la mayoría, eran duendes o personajes mágicos. Pero en algunas ocasiones, también pedía ayuda a personas mayores, con tiempo e ilusión de sobra para hacer felices a los niños. Uno de ellos era Belsnickel.

Belsnickel era un anciano amante de las montañas y la naturaleza. Vivía en una pequeña cabaña en medio de los Alpes y apenas bajaba al pueblo a comprar algunas cosas. Los niños le observaban con respeto y algo de miedo. Les parecía un hombre misterioso. Además, Belsnickel tenía el pelo largo y blanco y una barba espesa que le llegaba hasta el ombligo.

Sin embargo, a Belsnickel le encantaba los niños. Él no había podido tener ninguno, y para compensarlo, de vez en cuando bajaba al pueblo para dejar regalos sorpresa en la puerta de cada casa con niños. Solían ser figuras de madera talladas por él mismo: un pájaro, una mariposa, una estrella... Ellos, claro, no sabían quién dejaba ese regalo. Papá Noel, que acababa de llegar a Alemania en busca de un ayudante, vio cómo el anciano se acercaba a la puerta de cada casa, y sonrió satisfecho: tenía el candidato perfecto.

Papá Noel siguió a Belsnickel hasta su cabaña y se presentó. ¡Los dos eran muy parecidos! A Papá Noel le encantó charlar con alguien tan similar, que entendió a la perfección el recado que quería encomendarle. Belsnickel, un tanto sorprendido, escuchó con mucha atención a Papá Noel. Era todo un honor para él, y aceptó sin dudarlo.

Desde entonces, sería uno de sus ayudantes, y en lugar de dejar regalos a los niños de vez en cuando, lo haría el 24 de diciembre, por la noche, cuando se hubieran dormido todos los niños, para que nadie le viera. Papá Noel le dio algunos consejos y ese mismo día, practicaron a partir de media noche.

Belsnickel ya no vio más a Papá Noel. Desde entonces, cada 24 de diciembre, recibía los regalos que debía repartir por medio de un trineo cargado de presentes y que siempre llegaba franqueado por renos. Su misión era repartirlos a todos los niños del lugar.

¿De dónde surge la leyenda navideña de Alemania y Austria?

Como habrás notado Belsnickel es una fascinante figura folclórica asociada con las celebraciones navideñas en ciertas regiones de Europa, más en Alemania y Austria, así como en zonas de Estados Unidos donde se asentaron inmigrantes alemanes. Su nombre, que varía en la ortografía según la región, es un compuesto de las palabras alemanas 'Pelz' (piel) y 'Nikel' (relacionado con San Nicolás), y su leyenda se liga con las tradiciones de la época de Adviento.

Belsnickel es descrito de distintas maneras: a veces como un personaje sombrío, vestido con harapos y cubierto de pieles. En otras versiones, lleva una máscara y en las más se parece mucho a Papá Noel. Tradicionalmente, Belsnickel visita a los niños en las semanas previas a la Navidad y al igual que San Nicolás o Santa Claus, que son figuras bondadosas, Belsnickel comparte con ellos algunas de sus características.

El aspecto más común de Belsnickel es su carácter errante. A diferencia de otras figuras navideñas, Belsnickel puede aparecer en cualquier momento durante el Adviento, añadiendo un elemento de sorpresa y expectación para los niños. En ciertas regiones, en especial en las comunidades rurales, Belsnickel se convirtió en un personaje central de las festividades navideñas, con adultos disfrazándose del personaje y visitando las casas para 'evaluar' el comportamiento de los niños.

Con el paso del tiempo, la figura de Belsnickel ha evolucionado y se ha fusionado con otras tradiciones: a veces se le representa de manera más humorística y en tono bonachón. Sin embargo, en algunas áreas, como en las comunidades de Pensilvania de ascendencia alemana, la tradición de Belsnickel sigue siendo una parte importante y respetada durante las celebraciones navideñas.

En todos estos años, Belsnickel ha capturado la imaginación de muchos niños, sirviendo como un recordatorio de las más extensas tradiciones que rodean la Navidad. Su historia refleja no solo las creencias y prácticas de una época ya pasada, sino también la capacidad de las leyendas de adaptarse y persistir en la cultura popular que pasa de generación en generación.

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