8 infalibles claves para saber si un niño es responsable

Cómo puedes incentivar el valor de responsabilidad en tus hijos desde casa

En este artículo
  1. Cómo la responsabilidad influye en el crecimiento y desarrollo del niño
  2. Las 8 actitudes de un niño responsable
  3. Incentivar la responsabilidad de los niños desde casa

Cuando las cosas no marchan como piensas que deberían ser y te das cuenta que a tu hijo cada vez le cuesta más cumplir con sus responsabilidades, comienzas a preguntarte qué tan 'responsable es mi niño' y si ‘es normal a su edad’. Por eso, en este artículo he recopilado una serie de ideas que te pueden ayudar a valorar y saber si tu hijo es responsable y, también, cómo puedes tú desde casa incentivar este valor tan importante en él.

Cómo la responsabilidad influye en el crecimiento y desarrollo del niño

niños responsables

Todo niño debe tener responsabilidades, es importante para él y para las personas de su entorno más cercano. Hacer cosas a favor de él y de los demás les hace sentirse parte de un grupo, algo indispensable en la escala de valores y desarrollo del ser humano. También florecen habilidades como la organización, control de tiempo, experimenta satisfacción, se siente mejor consigo mismo y le da seguridad para adquirir responsabilidades más grandes e importantes.

Los niños necesitan equivocarse y acertar para poder afianzar conocimientos. Equivocarse les ayuda a observar las consecuencias de sus actos y acertar hace que reflexionen sobre las ventajas tanto para él como para los demás, lo que indudablemente les ayuda a adquirir responsabilidad. Como decía Erik Erikson, psicoanalista estadounidense, 'el niño se convierte en adulto no cuando se percata de que tiene el derecho de estar en lo cierto, sino cuando se da cuenta de que tiene el derecho a estar equivocado también'.

Es importante distinguir entre obligación y responsabilidad. Cuando un niño hace las cosas por obligación,  seguramente las hará con enfados, riñas e incansables advertencias en las que ambos terminareis agotados. En cambio, cuando el niño es responsable de verdad ve la utilidad de sus actos como un bien común de todas las partes, lo que le hace actuar de una forma libre, positiva y empática.

No podríamos hablar de responsabilidad sin pensar en todos los factores que influyen en el crecimiento y desarrollo de una persona: como ser responsable de sus temas personales, responsable con las personas de su entorno y responsable con el planeta.

Además, según el estudio 'El valor de la responsabilidad en los niños de educación infantil y su implicación en el desarrollo del comportamiento prosocial', elaborado por Eugenio Monsalvo Díez y Renata Díez Guaraná de Sousa para la Facultad de Educación y Trabajo Social de Valladolid (España), al trabajar el valor de la responsabilidad en los niños, se está trabajando la obediencia a los adultos, posibilitando que los niños adopten una perspectiva diferente de la suya, y así comenzar a desarrollar comportamientos prosociales

Las 8 actitudes de un niño responsable

el valor de la responsabilidad

Un niño responsable es un niño que ha sido capaz de integrar los mejores conocimientos que ha aprendido de sus padres, profesores y el entorno que le rodea para ponerlos en práctica en su día a día. ¡Veamos ahora qué señales les delatan!

1. Se hace cargo de las tareas escolares sin protestar. No habrá que recordarle constantemente qué debe hacer.

2. Realizará las tareas de casa con buena actitud, sabiendo que lo hace por el bien familiar y no como una obligación.

3. Sabe responsabilizarse de las personas de su entorno familiar. Por ejemplo, cuidará de sus hermanos, visitará a sus abuelos con buena actitud, etc.

4. Tiene respeto y empatía ante compañeros o amigos que estén en dificultades. Por ejemplo, no excluirá a ningún niño de un juego y se preocupará por aquel compañero que vea triste o solitario.

5. Un niño responsable no forma parte de grupos que fomenten el bullying y tampoco estará entre los afectados por este.

6. Se respeta así mismo. Sabrá diferenciar lo bueno de lo malo y se alejará de amistades que le hagan daño o le hagan sentir mal, haciéndose responsable de sí mismo.

7. Es respetuosos con el planeta. Será consiente de no tirar basura al suelo, de respetar las plantas y animales.

8. Acata las normas escolares y de casa, aunque esto no significa que no pueda expresar su opinión o de desacuerdo ante algunas de las normas marcadas. 

Incentivar la responsabilidad de los niños desde casa

trabajar la responsabilidad con los niños

Si tu hijo es responsable, ¡felicidades! Pero no hay que bajar la guardia y hay que seguir trabajando con él este valor. Si, por el contrario, tiene ciertas conductas que hay que corregir, ¡aquí te dejo algunos consejos!

1. Déjale explorar otras formas de hacer las cosas
A todos nos gusta que se hagan las cosas como las haríamos nosotros, sin embargo, es muy importante dejar que el niño explore e investigue otras formas de hacerlo. ¡Puede que te sorprenda y termine haciéndolo más fácil y mejor que tú!

2. Plantea responsabilidades aptas en cantidad y dificultad para su edad
Todo niño debe tener responsabilidades, porque es muy importante para él y para lo demás. Éstas deben ser aptas en cantidad y dificultad para no desmoralizarle.

3. No seas demasiado permisivo ni autoritario
Dale margen para que el organice su tareas sin recordarle constantemente lo que debe hacer y tampoco aceptes no cumplir con su responsabilidad sin motivos justificados.

4. Reconoce su compromiso y esfuerzo
A ellos les encanta saber que te gusta cómo hacen las cosas. Que valores el esfuerzo les incentiva a seguir haciéndolo y avanzando en tareas con más dificultad.

5. Hazle ver las consecuencias de sus actos
Es importante que les ayudes a ver y reflexionar sobre las consecuencias de no hacer lo que debían o de comportarse de forma irresponsable. ¡Los ejemplos ayudan e esclarecer conceptos! por ejemplo, pregúntale que pasaría si tú olvidaras recogerle en el colegio o hacer la compra.

6. Ayúdale a crear hábitos
Acuerda con tus hijos horas y tareas específicas para que sepan que tienen que hacer. No cambies constantemente las tareas y si lo haces de forma puntual, avísale con tiempo.

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