Síndrome de Alienación Parental en los niños: consecuencias

Daños psicológicos y emocionales que suele causar el rechazo parental en los niños en situaciones de divorcio y separación

Marisol Nuevo, Periodista
En este artículo
  1. Daños que provoca en los niños el Síndrome de Alienación Parental
  2. Qué trastornos en la conducta del niño causa el Síndrome de Alienación Parental
  3. Niveles de intensidad en el rechazo por parte de los niños
  4. Consejos de los expertos ante el Síndrome de alienación parental

El Síndrome de Alienación Parental se basa en una campaña de desacreditación hacia al progenitor alienado, previamente querido por el niño. En ocasiones, el alienador es consciente de los actos que realiza, pero a menudo, éste no es plenamente consciente de que está produciendo un daño psicológico y emocional en sus hijos, ni de las consecuencias que puede tener a corto y largo plazo en ellos. Según algunos expertos, estos niños pueden padecer perturbaciones y disfunciones, debido a que sus propios procesos de razonamiento han sido interrumpidos o coaccionados.

Daños que provoca en los niños el Síndrome de Alienación Parental

consecuencias de la alienación parental

Muchos casos de alienación parental suelen producirse durante el litigio por la custodia del niño en un proceso de divorcio. Estas son algunas de las consecuencias más frecuentes de manipular a los niños mediante el Síndrome de Alienación Parental:

- Trastornos de ansiedad
Respiración acelerada, enrojecimiento de la piel, sudoración, elevación del tono de voz, temblores y desbordamiento emocional son algunos de los síntomas del estrés que, algunos niños, manifiestan en el momento de las visitas con el progenitor rechazado.

-Trastornos en el sueño y en la alimentación
Pesadillas, problemas para conciliar o mantener el sueño y trastornos alimenticios derivados de la situación que viven y no saben afrontar son otros de los efectos que este síndrome puede causar en los niños.

Qué trastornos en la conducta del niño causa el Síndrome de Alienación Parental

Conducta agresiva
Cuando las visitas se hacen imposibles, las conductas agresivas pueden ser verbales como insultos, o incluso físicas, teniendo que frenar la situación.

- Conducta de evitación
Es una conducta que puede plasmarse en somatizaciones de tipo ansioso que le indisponen y que tienen como consecuencia no realizar la visita.

Padres discuten

 - Dependencia emocional
Cuando los niños sienten miedo a ser abandonados por el progenitor con el que conviven, ya que saben, y así lo sienten, que su cariño está condicionado. Tienen que odiar a uno para ser querido y aceptado por el otro.

- Dificultades en la expresión y comprensión de las emociones
Suelen expresar sus emociones centrándose excesivamente en aspectos negativos. Carecen de capacidad empática y mantienen una actitud rígida ante los distintos puntos de vista que ofrezca el progenitor rechazado.

Niveles de intensidad en el rechazo por parte de los niños

Tras el proceso de separación puede aparecer un rechazo de los hijos en común hacia uno de los progenitores. El rechazo primario se produciría como reacción inmediata a la ruptura de la pareja y el secundario aparece en separaciones más lentamente gestadas.

La existencia del rechazo a uno de los progenitores va a suponer la aparición de conflictos en el desarrollo del régimen de visitas. Ante esta situación, uno de los dos progenitores, normalmente el rechazado, pone en conocimiento del órgano judicial la situación, lo que producirá un aumento del rechazo.

Cuando el SAP entra en contacto con el sistema legal se convierte en un Síndrome Jurídico Familiar, donde se desencadenan acusaciones, búsquedas de explicaciones y acciones, que hacen que la instancia judicial se convierta en escenario del problema.

cuando el niño rechaza a uno de los padres

El rechazo puede aparecer inmediatamente después de la ruptura o en periodos posteriores, es decir, años después, generalmente asociado a momentos concretos del nuevo ciclo evolutivo familiar. El rechazo puede ser leve, moderado e intenso:

El rechazo leve
Se caracteriza por el desagrado en la relación con el padre o la madre. No hay evitación y la relación no se interrumpe. .

- El rechazo moderado
Se mide por el deseo de no ver al padre o la madre. El niño niega todo afecto hacia él y evita su presencia. El rechazo se generaliza a su entorno familiar y social. La relación se mantiene por obligación o se interrumpe.

 - El rechazo intenso
El niño adquiere características fóbicas con fuertes mecanismos de evitación. Puede aparecer sintomatología psicosomática asociada.

Consejos de los expertos ante el Síndrome de alienación parental

Ante la presencia de esta sintomatología, los expertos creen que es aconsejable que los menores continúen teniendo relación con el progenitor alienado, y así evitar que se suspenda el régimen de visitas.

Durante estas visitas, el progenitor alienado debe evitar hacer reproches o dar respuestas que favorezcan el mantenimiento del SAP. Por el contrario, debe centrar las visitas en crear un ambiente lúdico, buscando actividades que sean del agrado de los niños.

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