Cosas que no podemos obligar a los niños que hagan, pero lo hacemos

Las nefastas consecuencias de forzar y presionar a los niños a hacer cosas que ellos no quieren

Maya López, Licenciada en Filosofía y Letras
Revisado por Vilma Medina, Periodista, MA
En este artículo
  1. 5 cosas que no debes obligar a un niño a hacer cuando no quiere
  2. ¿Y qué 'aprenden' los niños cuando les obligamos a hacer cosas que ellos no quieren?
  3. Por qué no se debe obligar a los niños a expresar un afecto forzado

Poner normas y límites a los niños, sí porque es uno de los pilares básicos de su educación que además les proporciona mucha seguridad. Ahora bien, la cuestión está en ponernos una barrera a nosotros mismos y no obligar a los niños a que hagan cosas que no quieren como, por ejemplo, que den besos, contesten a las preguntas de los adultos o se coman todo lo del plato. ¿Por qué todo esto es tan negativo para su desarrollo?

5 cosas que no debes obligar a un niño a hacer cuando no quiere

obligar al niño a hacer cosas que no le gustan

Los niños necesitan del consejo de sus padres para crecer, desarrollarse y relacionarse con su entorno de forma abierta pero también sana. Por eso desde que son pequeños nos empeñamos en enseñarles a saludar y a tener respeto a los demás. Y como también queremos que crezcan sanos y fuertes y que les vaya bien en la escuela, pues les ponemos otras tantas normas: que coman bien, que saquen buenas notas...

Aunque ahora te parezca extraño, hay una serie de cosas que nunca deberíamos obligar a hacer a nuestros hijos, ciertas condiciones que les ordenamos y que creemos son por su bien pero que en el fondo son un impedimento a su pensamiento crítico.

1. No obligues a tus hijos a dar besos y abrazos
A ti te parece una muestra de afecto y respeto que tus niños den un beso a la vecina o la tía del pueblo, pero para ellos es algo violento y un contacto demasiado cercano con alguien que apenas conocen y que nada tiene que ver con el cariño. Puedes llegar al acuerdo de saludar con un ‘hola’ y dejar los besos y los abrazos para los padres y los hermanos, ¿no te parece?

2. Tampoco les instes a compartir si no quieren
¿Sabías que hasta los cuatro o cinco años, según los expertos, no están preparados para compartir? De hecho, según la teoría de Piaget, los peques son egoístas en el sentido de que dicen a todo ‘mío’ y ‘yo’ y también porque su propio desarrollo les hace pensar que tienen la razón en todo ¡es parte de su crecimiento!

Por eso lo de compartir se les hace tan cuesta arriba. El aprendizaje de dar y también recibir es algo que llega más tarde, junto con el propio desarrollo infantil.

no se debe obligar al niño a comer

3. Nada de presionarles para que coman todo del plato
Hay niños que son de buen comer, pero ¿qué pasa con el resto? Hay peques a los que les cuesta mucho más sentarse a la mesa, se podría decir que la comida no les interesa. Si pretendemos que comprendan que en la alimentación sana está la base de la energía, ¿cómo podremos lograrlo si interponemos las obligaciones?

4. Tampoco deberíamos forzarles a que respondan a todo lo que les preguntan
Vas a hacer la compra, te cruzas con el vecino y le pregunta a tu hijo ‘¿qué tal en el cole?’, ‘¿te portas bien?’. Probablemente por vergüenza, él no dice nada y tú decides intervenir ‘venga, responde, que te están hablando.’

Llegará el momento en el que los niños tengan la habilidad de mantener una conversación fluida, hasta entonces, el consejo que hemos dicho antes: permitirles que tengan su propio ritmo de desarrollo. Es más, si nos ‘ponemos de su lado’ y si no les metemos presión a que hablen, tendrán más confianza en nosotros. ¡Y eso es algo maravilloso!

5. No les obligues a estarse quietos
A no hacer ruido, a no hablar alto… Vale que en ciertas ocasiones tengan que saber comportarse, pero no podemos decirles siempre que no se expresen como saben hacer por la edad que tienen. Un niño que alborota, habla alto, salta y se mueve mucho ¡es un niño feliz! No podemos obligarles a estar callados o serios en todo momento, como si de un adulto se tratara.

¿Y qué 'aprenden' los niños cuando les obligamos a hacer cosas que ellos no quieren?

obligar al niño a hacer cosas que no quiere

Cuando un niño se siente en la obligación de hacer lo que no quiere, siendo además cosas sin importancia que les ordenamos sin argumento alguno, se lleva un mensaje equivocado. ‘No me como lo del plato para crecer, si no porque de lo contrario los mayores se enfadan’.

Nuestros hijos terminan por sentirse inseguros, incluso su aprendizaje se ve perjudicado. ¿Sabes qué otra cosa dejan de aprender tus hijos cuando les dices que sí o sí tienen que hacer algo o de los contrario les quitas una cosa que les gusta? ¡Dejan de pensar por sí mismos! Su pensamiento crítico pasa a un segundo lugar.

Por otro lado, estamos programando su vida porque no les damos opciones de equivocarse, de errar, de elegir, de decidir. ¿La consecuencia? Nuestros hijos no desarrollarán la autonomía.

Y por si fuera poco, verán que esa es la dinámica, que el resto de los adultos también se pueden comportar así. Si en la escuela se dan situaciones poco correctas, los niños lo verán como algo normal ‘si en casa también me obligan a ello…’ y tomarán la decisión de no contárnoslo.

Por qué no se debe obligar a los niños a expresar un afecto forzado

no al afecto forzado

La afectividad en los niños debe ser expresada de una forma natural y espontánea. ¿Por qué no se debe regañar a los niños porque ellos no son cariñosos y considerados? La psicoterapeuta infantil Carmiña Ruiz Medrado nos da 6 motivos por los que no se debe obligar a los niños a un afecto forzado:

1. Porque el niño aprende que no es dueño de su cuerpo
Los niños aprenden que no pueden tomar decisiones por sí mismos, y que deben aceptar lo que los demás le digan, aunque se sientan incómodos o no lo deseen. Esto puede hacerles vulnerables para el abuso sexual, no sabrán respetar sus límites y sus voluntades.

2. Los niños aprenderán que no deben tener control sobre sus emociones
No sabrán identificar ni hacerle caso a lo que sienten, pensando que no tiene relevancia ni importancia, minimizando sus deseos.

3. Aprenderán que para ser aceptados o queridos deben de complacer a los demás
Especialmente a sus padres; por lo que puede inhibir su verdadera identidad. No tendrán un espacio para construir su propia autonomía.

4. Aprenderán que deben hacer todo lo que diga un adulto
Le mandas un mensaje muy fuerte: 'aunque tú no quieras, debes hacer lo que el adulto te dice'.

5. Los niños pueden sentir que no valen
Si, puede parecerte exagerado, pero recuerda que los niños aprenden de la conducta de los mayores, más que de sus palabras. Al no respetar los límites y deseos de tu pequeño le estás diciendo que no es valioso, que primero debe colocar las necesidades de los demás sobre las suyas.

6. Los niños se pondrán una etiqueta de 'maleducado' o de 'grosero'
La cuestión es que que si tu hijo expresa disgusto, no desea abrazar o besar a alguien, está siendo odioso o grosero, pero no, simplemente está manifestando que no quiere hacer algo con lo que no se siente bien.

Puedes leer más artículos similares a Cosas que no podemos obligar a los niños que hagan, pero lo hacemos, en la categoría de Ser madres y padres en Guiainfantil.com.

Publicado:
Actualizado: