Lo que no sabes sobre los ventiladores en la habitación de los niños

Riesgos que pueden representar el uso de ventiladores en la habitación de los niños

En este artículo
  1. Peligros de los ventiladores en la habitación de los niños
  2. ¿Y los beneficios de los ventiladores para los niños?
  3. Si tienes hijos y quieres poner un ventilador...

En los meses en los que el termómetro sube de los 30º dormimos peor, estamos más cansados, cuesta trabajar... Quien puede y quiere, combate el calor con un buen aire acondicionado en casa y, los que no pueden afrontar el gasto o la instalación, les queda la solución del tradicional ventilador.

Eso sí, si tienes hijos es importante que conozcas los peligros de los ventiladores y los niños en verano. Esto es lo que no sabes sobre los ventiladores en la habitación de los niños.

Peligros de los ventiladores en la habitación de los niños

Ventiladores y niños

Ventiladores hay de muchos y diversos tipos, de aspas, de techo, de pie, de mesa, de torre... Son dispositivos electrónicos modestos y muy comunes en muchas casas. No necesitan más instalación que enchufarlo a la red. Es una forma más económica que el aire acondicionado de refrescarnos en verano, sin embargo, como cualquier otro aparato electrónico puede resultar peligroso para un niño en estos casos: 

1- Acercar la mano o los dedos al ventilador: no sé vuestros hijos, pero los míos, cada vez que se enciende un ventilador acuden como moscas a la miel. La frase es inmediata y tajante: "¡cuidado con los dedos!". Y es que, aunque muchos ventiladores suelen tener rejillas o mayas, para evitar la curiosidad de los niños, yo he visto como son capaces de ingeniárselas para meter sus pequeños deditos entre ellas. Si un aspa que gira a gran velocidad topa con el dedo o la mano de un niño puede, desde perder parte de la piel, hasta tener cortes intensos en los dedos.

2- Alergia: si tu hijo padece de alergia al polvo, no es lo que más le conviene. Los ventiladores actúan removiendo todo lo que haya alrededor, incluyendo el polen que haya podido entrar en casa y, por supuesto, el polvo que tengan las propias aspas (sobre todo en los ventiladores de techo).

3- Cuidado si tienes literas: si tus hijos duermen en literas, quizás un ventilador de techo no sea lo más adecuado, las aspas están muy a su alcance. Incluso si duerman en cama, son capaces de saltar desde ella para ver si tocan las aspas. Nunca subestimes la curiosidad de un niño.

4- ¿Y si intentan meter objetos?: ¿te lo imaginas no? Llega el niño con un lapicero, una goma, un papel o cualquier otro objeto para ver qué sucede cuando lo acercas al ventilador. Un lapicero introducido por la rejilla que topa con las aspas del ventilador es drama asegurado. No solo se rompe el lápiz que sale despedido pudiendo incrustarse las virutas en los ojos, sino que incluso el mismo dispositivo, si es pequeño de mesa, puede volcarse y provocarle un daño. 

5- Cuidado con el pelo largo: sobre todo con los ventiladores de mano pequeñitos que puede manejar cualquier niño. No es tan infrecuente que al jugar o acercárselo demasiado, el pelo quede enredado te tal forma que, no solo sufra el tirón, sino también el corte del mechón para poder liberarlo. 

¿Y los beneficios de los ventiladores para los niños?

- Según la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, los bebés tienen un 72% menos de posibilidades de morir a causa del síndrome de muerte súbita si duermen con un ventilador en la habitación, frente a los que no lo hacen. ¿Por qué? El aire de la habitación circula libremente y es menos probable que se acumule el dióxido de carbono que exhalamos. 

- Puedes dejarlos encendidos de noche a un nivel flojo para garantizar el descanso de tus hijos, y es que, los niños también sufren los rigores del calor en verano y su sueño puede verse interrumpido.

- No provoca grandes cambios de temperatura, como sí puede ocurrir con el aire acondicionado, por lo que evitamos que el niño se quede frío.

Si tienes hijos y quieres poner un ventilador...

... es conveniente que consideres esos consejos:

- Coloca un ventilador que pueda oscilar libremente pero que no apunte directamente al niño o al bebé cuando está durmiendo. Evitará además que, si el bebé suda y luego recibe el frío del ventilador pueda quedarse frío. 

- Si tienes un ventilador de mesa, colócalo lo suficientemente lejos como para que el niño no pueda alcanzarlo si se levanta por la noche.

- Es preferible, en una casa con niños, tener ventiladores de techo ya que puedes evitar un disgusto.

- Mantén el aire a una velocidad baja para que el ruido no sea muy intenso, así mantendrás el conocido como ruido blanco (un sonido monótono que favorece el descanso) pero no será lo suficientemente fuerte como para despertar a tu hijo.

- Si lo enciendes con la casa a 30 grados o más no será efectivo y estarás gastando energía sin sentido.

- No conviertas el ventilador en un juego casero, si haces ruidos tontos frente al aire que sale o juegas con el pelo ante él, tu hijo podría imitarte con menos conciencia del peligro y puede poner en riesgo su seguridad.

- Evita colgar serpentinas u otros elementos en los ventiladores de techo, podrían estrangular al niño. 

- Limpia el polvo y la suciedad frecuentemente de las aspas para evitar que se mueva aun más el polvo.

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