Principales problemas de succión del bebé en la lactancia materna

Identifica las dificultades, ponlas remedio y da el pecho sin miedo

En este artículo
  1. Por qué hay bebés con problemas de succión cuando tocan leche materna

Una lactancia materna exitosa siempre necesita de tres aspectos: confianza por parte de la madre, una buena hidratación y, el más importante, una succión adecuada del bebé. Pero sucede que los problemas de succión del bebé engloban muchas causas, por ello, es importante que, antes de dejar de dar el pecho a tu pequeño, sepas qué problemas te puedes encontrar para dar con la mejor solución.

Por qué hay bebés con problemas de succión cuando tocan leche materna

problemas de succión de bebé

Acompáñame en este artículo que te ayudará a conocer las diferentes razones que pueden generar dificultades en la succión del bebé cuando se le pone al pecho de su mamita.

1. Causas anatómicas
Son aquellas en las cuales el bebé tiene algún tipo de malformación en la boca o maxilar, por ejemplo, retrognatia, anquiloglosia, paladar y labio hendido. 

La retrognatia se caracteriza por una deformidad facial en la que la mandíbula inferior es más pequeña, observándose más atrás de la mandíbula superior; puede ser parte de síndromes genéticos, pero también puede verse de forma aislada. Generalmente puede atenuarse con el tiempo, por lo que el agarre y la succión pueden verse comprometidos y el bebé suele atragantarse con más frecuencia. Puedes optar por la posición en caballito que permite un mejor acople al pecho materno.

La anquiloglosia es el término médico usado para referirse al frenillo lingual corto. Esto se refiere a la lengua 'atada', por lo que queda sujeta al piso de la boca, imposibilitando movimientos adecuados para que el bebé mame de manera correcta.

Generalmente el pediatra se da cuenta que el niño presenta frenillo lingual porque la madre manifiesta dolor y grietas o fisuras en sus pezones y, al observar la boca del bebé, se evidencia la presencia del mismo (el bebé mama de manera inadecuada y muchas veces no logra llenarse completamente porque se imposibilita la salida adecuada de la leche). 

El dolor en los pechos de la madre se produce porque el bebé tiene limitado los movimientos en su lengua, la cual está atada, sin embargo, hay bebés que presentan frenillo lingual y no les ocasiona ninguna molestia en la madre ni problemas en el amamantamiento.

Si tu bebé presenta frenillo lingual y está ocurriendo algún problema en el agarre, es necesario evaluarlo con un odontopediatra o cirujano para seccionar dicho frenillo. El procedimiento se llama frenetomía, pero antes de ello debes consultar algún consejero en lactancia materna.

Paladar y labio hendido es un defecto de nacimiento, en el que se presenta una abertura en el labio superior o en el paladar (o ambos), lo que interfiere no solo en la alimentación sino también en el lenguaje del niño.

En este caso es posible el amamantamiento, solo que el bebé debe ejercer mayor presión sobre el pecho materno para succionar adecuadamente y esto puede generar a la madre cierto malestar. Debes tener mucha paciencia hasta lograr conseguir la posición ideal y es que aquí las posiciones y reglas de lactancia habituales no se cumplen. Simplemente la posición en la que tú y tu bebé os sintáis bien es la que va a funcionar.

Una de las posiciones que generalmente puede ayudarte es la de fútbol americano. En ella el bebé se encuentra en posición vertical y la leche puede fluir fácilmente hacia la garganta. En los casos de labio hendido, el bebé puede prenderse del pecho; en el caso de labio+paladar hendido, lo ideal es que si no se logra agarre al pecho, se le dé leche materna extraída con vasito o vasito y cucharilla.

Macroglosia o bebé con un tamaño de la lengua más grande de lo común. Se ve más en niños con síndrome de Down, en los que la lengua la protruyen, es decir, la sacan mucho de la boca, lo que dificulta un poco la lactancia.

2. Causas funcionales
Son situaciones que se producen en el momento del nacimiento del pequeño. Algunas de las más habituales son hipotonía o hipertonía, pero hay más. 

La hipotonía se refiere a la disminución del tono muscular, lo que se traduce en una debilidad a nivel de los músculos. La hipotonía muscular se puede observar en niños con síndrome de de Down, bebés prematuros, algunos síndromes genéticos, asfixia perinatal, parálisis cerebral e, incluso, en bebés que nacen a término. 

No todos a los bebés con hipotonía les afecta el amamantamiento, pero en general pueden tener la succión débil. La posición correcta para el amamantamiento depende de la madre y del bebé, pero te recomiendo que el cuerpo esté apoyado de manera adecuada para tratar de sostener la cabeza y el cuello. Otro consejo:  extraer un poco de leche para facilitar la succión y estimular la misma. Si notas que es difícil la succión, puedes ofrecerle la leche con vaso o vaso y cuchara hasta que mejore la hipotonía a medida que vaya creciendo y pueda hacerlo él mismo.

Y lo contrario a la hipotonía es la hipertonía. Se caracteriza por un aumento del tono en los músculos, por lo que el bebé tiende a estar con sus músculos contraídos, lo que pudiera interferir en la succión debido a la mayor presión que se ejerce en la musculatura oro-facial.

En el caso de los bebés prematuros, por su misma inmadurez, la succión no está del todo desarrollada. Los consejeros en lactancia materna recomendamos un método llamado dedo-jeringuilla, en el cual se administra leche materna extraída con una jeringuilla (sola o conectada a una sonda) al mismo tiempo que se introduce en la boquita del bebé el dedo meñique de la mamá, previamente lavado. Este método estimula la succión hasta que esté del todo establecida a medida que el bebé vaya adquiriendo las habilidades motoras a nivel oral para hacerlo solito.

Retraso en la primera hora. Al nacer, lo ideal es que se dé el contacto piel con piel con el bebé, porque se facilita la lactancia materna. La primera hora de vida es fundamental para que el bebé, ya que se da la llamada impronta, que no es más que el 'sello' que ocurre en su boca y paladar por primera vez al estar en contacto con el pecho.

3. Traumáticas
Se dan por el uso de instrumental durante el parto o cesárea, por ejemplo, de fórceps o algún traumatismo que haya sufrido el bebé durante el nacimiento, pudiendo comprometer su integridad y generando dificultad para succionar.

4. Otros:
El más común es el síndrome de confusión de tetinas. Este se debe al uso de biberón, chupetes o pezoneras mientras se está dando el pecho, lo que dificulta la lactancia, ya que la posición que adopta la lengua y la boca del bebé es distinta en comparación con el pecho.

Suele ocurrir, como hemos dicho, en aquellos bebés que están recibiendo alimentación mixta (es decir, leche materna y fórmula infantil) o aquellos bebés cuyas madres dan el biberón de la noche para que se llene. Si es tu caso, debes tener paciencia, ya que para solucionar esta situación se debe implantar la llamada relactancia, y el tiempo varía de un bebé a otro.

Otra situación puede ser el uso de anestesia general en cesáreas de emergencia, lo que puede afectar al estado de alerta del bebé y ocasionarle somnolencia (muy dormido). Esto hace que la succión sea menos enérgica al inicio y que su madre no esté totalmente activa o despierta para poder dar de mamar. No ocurre en todos los casos, es decir, a veces el bebé nace vigoroso y no interfiere en la succión.

En cualquier caso, es necesario que busques ayuda con un experto en lactancia materna, que se encargará de evaluar cada caso en particular y dar la ayuda necesaria para que puedas lograr una lactancia materna exitosa.

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