Cómo educar en el valor de la caridad a los niños con actividades y juegos

Queremos que nuestro hijo sea sincero, generoso y amable. Y a veces descuidamos uno de los valores que van más unidos a la bondad: la caridad. Explicarles qué es y lo que significa es tarea de los padres. Tal vez el ejemplo sea la mejor manera de conseguir que los pequeños entiendan qué significa esta palabra porque educar en la caridad es sembrar empatía, generosidad y amor por los otros, valores que los acompañarán toda la vida, ya que no solo implica dar cosas materiales, sino también ofrecer tiempo, atención y cariño. Aquí, cómo educar en el valor de la caridad a los niños con actividades y juegos.

¿Qué es la caridad? Cómo explicar a los niños el poder de compartir

Educar en la caridad desde la infancia es enseñar el poder de compartir y con la que los niños descubren que ayudar a los demás les hace sentir valiosos, útiles y felices. Con la caridad aprenden que cada acción puede cambiar la vida de alguien más. Además, reconocen las causas que les importan (animales, medio ambiente) y comienzan a involucrarse activamente para contribuir.

De hecho, para los cristianos, la caridad es una de las piedras angulares en la vida de las personas. Las tres virtudes que toda persona debería tener, según la teología cristiana son: fe, esperanza y caridad. Y de todas ellas, la caridad, es la que más acerca a la persona a la bondad. Para la fe cristiana, significa amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

Si buscamos en el diccionario, tal vez encontremos una ayuda a la hora de explicar a nuestro hijo qué es la caridad. Entre otras acepciones encontramos estas: 'limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados' o 'actitud solidaria con el sufrimiento ajeno'. Es decir, la caridad es llevar a cabo una acción solidaria de forma altruista hacia una persona necesitada.

Sin embargo, quizás la forma más sencilla de explicarles en qué consiste la caridad, sea con el ejemplo: cuando veas alguna persona necesitada, dile a tu hijo por qué esa persona está pidiendo dinero o comida. Explícale que algunas personas necesitan ayuda y que cualquier gesto por tu parte puede servirle de mucho. Deja que sea él quien le ofrezca una moneda o algo de comer.

6 actividades y juegos para trabajar el valor de la caridad con los niños

Aprovecha las situaciones cotidianas para reforzar en tus peques el valor de la caridad: por ejemplo, pueden donar ropa o juguetes que ya no usan, compartir tiempo con alguna persona solitaria o colaborar en actividades de la escuela. Estos gestos enseñan a los niños que ser caritativo no es nada más dar dinero, sino ofrecer compañía, escucha y afecto. Además pueden hacer:

1. El tarro de las buenas acciones. Cada vez que tu hijo realice un gesto amable o solidario, pídele que los escriba o dibuje y que lo guarde en un frasco. Al final del mes, lean las acciones realizadas.
2. Día de compartir. Elijan un día en particular para donar los juguetes o comida a niños que los necesiten. Puede ser mensual o bimestral
3. Historias con corazón. Lean cuentos o vean películas donde los personajes practiquen la caridad, y luego conversen sobre lo aprendido.
4. El juego del agradecimiento. Piensen en tres cosas por las que están agradecidos todos en la familia y una que podrían compartir con los demás.
5. Cadena de favores. Anima a tu hijo a realizar una acción solidaria (ayudar a un compañero, compartir sus juguetes, cuidar una planta) y luego pídele que inspire a otro a hacer lo mismo.
6. Mercadito solidario. Organiza una pequeña feria donde los niños vendan manualidades hechas por ellos, y destinen lo recaudado a una causa benéfica.

Estas dinámicas, aunque son sencillas, enseñan perfectamente que la caridad no se limita a los grandes actos, sino que vive en los pequeños gestos cotidianos. Educar en la caridad es, en realidad, educar en el amor y en la empatía hacia los demás, a la vez que se es solidario y se comparte lo que tiene en esos momentos, todo con el fin de ayudar sin esperar nada a cambio.

Caridad - Un gesto altruista y de generosidad para inculcar a los hijos

Ser caritativo significa ser menos egoísta y pensar más en los demás. Ser caritativo también significa ser generoso. Es una virtud que comprende muchas otras. Y aunque pensemos que los niños son todavía pequeños para entenderlo, lo cierto es que entre ellos se ayudan más de lo que pensamos. Seguro que no les cuesta mucho entender el significado de la caridad.

Y si no, fíjate en los más pequeños. Muchos niños se entristecen al ver llorar a otro, e intentan ayudarle si se cae. Y comparten su bocadillo si ven que su amigo no tiene. Y lo hacen de forma desinteresada o sin esperar que les sea correspondido. Aplaude este tipo de comportamiento y tendrás en el futuro un hijo caritativo, fomenta estas actitudes que van de la mano con otros principios.

En ese aspecto, los valores que se relacionan con la caridad son la generosidad, la empatía, la solidaridad, el respeto, la humildad y la gratitud, ya que todos ellos ayudan a que los niños comprendan que la felicidad se multiplica cuando se comparte con los demás. Al practicar la caridad, los pequeños aprenden también a valorar lo que tienen y a cuidar mejor de los demás.

Finalmente, la importancia de educar en la caridad radica en que este valor promueve una convivencia más justa y humana entre los pequeños, a la vez que les enseña que su ayuda sí que cuenta y que pueden marcar una diferencia. No olvides que todos tenemos algo que ofrecer, aunque sea poco: a través de la caridad, los niños se convierten en personas generosas en el futuro.

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