Juegos para estimular el sentido del olfato que los niños amarán

Te presentamos algunas actividades que ayudarán a que tus hijos usen más su sentido del olfato

Sandra Llorente, Periodista
En este artículo
  1. Por qué es importante desarrollar el olfato en los niños
  2. Juegos para estimular el sentido del olfato de los niños desde casa

Generalmente conocemos juegos para niños que ayudan a estimular la vista, el oído o el sentido del tacto, pero muchas veces nos olvidamos del sentido del olfato (muy ligado al del gusto). Por eso hoy queremos darle el sitio que se merece a este sentido tan olvidado. Juegos que ayudarán a estimular el sentido de olfato y que los niños amarán.

Por qué es importante desarrollar el olfato en los niños

juegos de olfato

El olfato es uno de nuestros cinco sentidos, y aunque a veces no se le da mucha importancia, lo cierto es que es mucho más importante de lo que creemos. Por un lado, el olfato está muy ligado al gusto, por lo que nuestro entrenamiento olfativo definirá nuestra capacidad de percibir los diferentes sabores. Así que, cuanto más estimulen el olfato nuestros hijos, más se interesarán por las diferentes comidas.

Pero además, el olfato está íntimamente ligado a los recuerdos. Gran parte de las experiencias maravillosas de nuestra niñez se vuelven a recordar en nuestra edad adulta gracias al sentido del olfato. Al oler un olor particular de nuestra niñez, parece que todo nuestro cuerpo vuelve a revivir esa experiencia y que nos trasladamos hasta ese momento. Sucede, curiosamente, mucho más con las experiencias positivas que con las negativas.

Esta capacidad de relacionar el olfato con el recuerdo se debe principalmente a que somos capaces de percibir sensaciones a través de los olores. Un olor nauseabundo puede hacernos sentir mal, al igual que un olor fresco y agradable hace que nos relajemos. Los olores nos evocan limpieza, suciedad, alegría e incluso tristeza. Y algo muy importante, nos relacionan con situaciones de peligro, por ejemplo, al oler algo quemándose.

Por tanto, el olfato nos permite tener una mayor consciencia del mundo que nos rodea, a la vez que nos puede ayudar a tener sensaciones positivas. Así, si los más pequeños aprenden a usar más su olfato, podrán buscar serenidad a partir de un determinado olor que los relaje o sentirse mejor tras un problema con un olor que identifiquen como seguridad, por ejemplo, un olor que evoque a su hogar).

Juegos para estimular el sentido del olfato de los niños desde casa

mejores juegos de olfato para los niños

Ahora que sabes lo importante que es el olfato es hora de ponerlo en acción con los juegos que te proponemos. En realidad, ¡todos podemos aprovechar para usar un poco más nuestra nariz y hacerlo en acciones diarias! Si sales a pasear, aprovecha para oler flores y diferentes plantas junto a tus hijos. Además, cuando sientas un olor particular, es buen ejercicio decirlo para que el sentido del olfato de tus hijos se active y aprenda a detectar olores. Ahora sí, ¡vamos con los juegos!

1. ¿Qué será?
Con los ojos vendados, pasa por la nariz de tus hijos diferentes alimentos que tengan olores característicos, como limón, café, chocolate, leche... La idea es comprobar si es capaz de reconocer los olores sin ver con sus ojos lo que es.

2. Las botellas de olores
Este es un juego Montessori muy conocido que ayuda a distinguir olores y estimular el sentido del olfato. Se trata de hacer dos combos de botellas (pueden ser botellitas pequeñas), por ejemplo de seis botellas cada uno. Cada botella se llena de agua y se le echan algunas gotas de diferentes aceites esenciales que tengan olores particulares: limón, naranja, canela, lavanda... Nota: no tienen porqué ser todos los olores agradables. En el otro combo se rellenarán las botellas con los mismos olores. El juego consiste en detectar qué botellas huelen igual, de manera que deben juntarse de dos en dos.

3. Sensaciones con olores
En diferentes recipientes pon agua con esencias de olor o simplemente usa productos que huelan mucho. Con los ojos vendados, pídeles a los niños que acercan su nariz y que describan las sensaciones que les transmite cada bol. Aprovecha para usar olores de todo tipo, desde los más agradables como perfumes o flores hasta los más desagradables, como quesos muy fuertes o plantillas de zapatos.

4. Las bolsitas de té
Selecciona diferentes bolsitas de té de sabores con distintos aromas. A su vez, ten preparadas algunas bolsas de colores (pueden ser realizadas con papel) para el juego. Lo primero que se debe hacer es que el niño o la niña huela las bolsitas de té por separado, reconociendo cada una de ellas: el té de frutos rojos, el de manzanilla, el de manzana, el de canela... Mientras huele cada una, pregúntale qué sensaciones tiene con cada olor y si le resulta agradable. Después deberás mezclarlos en las bolsas de papel y coloca un par de bolsas de té en cada bolsa de papel.

Puedes jugar de dos maneras: la primera será tratando de reconocer cada uno de los olores en cada bolsa de papel; la segunda se trata de lograr juntar las bolsitas de té que huelan igual en cada bolsa (obviamente, si en las etiquetas aparece el sabor del té, hay que quitárselas con anterioridad).

5. Los olores de los recuerdos
Enséñale a tus hijos a relacionar los olores con situaciones reconfortantes de la vida. Por ejemplo, la navidad, las vacaciones de verano en la playa o en el bosque, la Semana Santa, la casa de los abuelos, la escuela.... En una bandeja, pon diferentes objetos que evoquen esa situación e imprégnalos con esencias relacionadas. Las galletas de jengibre, la canela o el pino en navidad, el olor a mar, la sal o la arena para la playa, etc. La idea es poder pasar un rato oliendo los objetos y aprendiendo a diferenciar esos olores característicos de las situaciones. Puedes dejar algún objeto sin olor o con un olor que no se corresponda, para que al detectarlo se saque de la bandeja.

6. La plastilina misteriosa
Para este juego necesitarás plastilina incolora. Debes hacer cuatro bolas diferentes e impregnar con esencias diferentes cada una de ellas. Tu hijo o hija deberá identificar a qué huele. Lo divertido es que cuanto más aplasten y moldeen la plastilina, el olor irá aumentando hasta que pueda conocer qué es. Mientras lo averigua, pregúntale qué sensaciones le causa el olor, a qué le recuerda, si le gusta o no... Este juego les encanta sobre todo a los más pequeños.

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