La reacción del cerebro de los niños cuando se les critica constantemente

Los peligros de que los padres critiquen todo el rato a sus hijos

Borja Quicios, Psicólogo educativo
En este artículo
  1. Qué ocurre en el cerebro de los niños con las críticas
  2. Otras consecuencias cuando se critica constantemente a los niños
  3. Críticas destructivas vs. críticas constructivas

Los primeros años de vida son los más importantes en el desarrollo humano. La educación y el tipo de relación que se establece entre el niño y los adultos de su entorno será de suma relevancia para que el pequeño sepa integrar las experiencias necesarias para adaptarse al ambiente que le rodea.

Para ello, será fundamental la manera en la que los adultos se comunican con los niños. La forma en la que se relacionen entre sí tendrá un fuerte impacto en la imagen que los pequeños se formen de sí mismos y de su autoestima, pero también tendrá mucha relevancia en la manera en la que afronten la vida. Por ejemplo, ¿cómo les afectan las críticas? Dada la reacción que tiene el cerebro de los niños cuando se les critica constantemente, pueden llegar a ser peligrosas.

Qué ocurre en el cerebro de los niños con las críticas

Así es la reacción del cerebro de los niños cuando se les critica

La mayoría de los progenitores hace todo lo que está en su mano para que sus hijos sean felices en su infancia. Así, y con sus mejores intenciones cometen errores sin querer. Un ejemplo de ello es la utilización de algunos padres de la crítica constante respecto a ciertos comportamientos de los niños.

Las críticas que son demasiado frecuentes influyen en el estado emocional de los niños, pero también tienen el poder de afectar al funcionamiento de su cerebro.

Los niños tienden a evitar las situaciones que les hacen sentir incómodos o ansiosos. Al estar sometidos constantemente a críticas, evitan prestar atención. Es decir, se pone en marcha un mecanismo de protección por el que si se da una situación que no se puede evitar, su cerebro se 'desconecta'.

Como los niños aún son muy pequeños, su cerebro todavía no tiene la capacidad de establecer las conexiones necesarias para procesar información emocional de manera adecuada. Por tanto, es peligroso que la crítica sea constante en la infancia, ya que puede incapacitar al niño en el procesamiento emocional, que es clave para las relaciones sociales.

Otras consecuencias cuando se critica constantemente a los niños

Se debe tener en cuenta que existen dos tipos de críticas: las constructivas y las destructivas. Son fáciles de utilizar y se usan de manera constante. La continua utilización de críticas destructivas convierte a los padres en 'tóxicos', ya que acaban causando daños emocionales como:

- Baja autoestima
Criticar de manera constante no ayuda, sino todo lo contrario. Solo se consigue que el niño sienta tristeza, enfado e inseguridad. Son pequeños que tendrá problemas relacionándose con los demás tanto en la adolescencia como en la adultez.

- Negatividad
Si el niño crece escuchando críticas hacia él y hacia otros aprende a que los demás hacen todo mal y no se pueden fiar de ellos. Para él, todo lo que venga de 'fuera' es negativo. Se vuelve malpensado, autoritario, injusto, maniático, etc.

- Ansiedad y miedo
Crecer con la autoestima baja genera, a su vez, ansiedad y miedo que puede reflejarse en problemas de sueño, en la relación con sus iguales, o en un bajo rendimiento escolar. 

[Leer +: El cerebro de los adolescentes]

Críticas destructivas vs. críticas constructivas

Si antes hablábamos de la crítica destructiva, la cual genera malestar emocional en el niño. Ahora hacemos mención a las críticas constructivas que son aquellas que permitirán al niño avanzar en su desarrollo.

Para que este tipo de críticas ayuden realmente al niño estas deben:

1. Estar enfocadas a dar soluciones
Si la crítica se queda en recalcar el error que ha cometido el niño, no sirve. Se debe ir más allá y proponer al pequeño la elección entre diversas soluciones.

2. No etiquetar
La crítica, por tanto, debe estar centrada en su conducta y no en el niño en sí. Dejar de lado frases como: 'eres un vago', 'eres un desastre', etc.

3. Ser 'una de cal y otra de arena'
No se debe enfocar todo en los negativo, también debe reforzarse los positivo que hace el niño.

4. No hacer hipótesis
Cuando se utilizan las críticas se suele estar enfadado, esto hace que pocas veces se pregunte por lo sucedido o se intente ver el otro punto de vista. La crítica ciega y se suele sustentar en la base de las conjeturas.

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