Canción para niños sobre el amor de padres e hijos - Escuela de las Emociones

Esta canción para niños sobre el amor de padres e hijos de la Escuela de las Emociones, es un tema creado para expresar ese lazo tan especial que une a los niños con mamá y papá. Con ella, los pequeños podrán reconocer cómo se siente estar cuidados, acompañados y escuchados, mientras descubren que el amor se expresa en abrazos, gestos cotidianos y tiempo compartido. Es una herramienta para trabajar la educación emocional en casa, además de agradecer el cariño que reciben y expresar todo lo que ellos también quieren a su familia.

Te quiero de verdad - Letra de la canción que habla del amor de padres e hijos

El manejo de las emociones a través de la música es un tema que ayuda muchísimo a grandes y chicos. En ese sentido, el amor es un sentimiento que se plasma de manera constante en las melodías y justamente esta trata del cariño entre padres e hijos. Aquí, encontrarás la letra completa:

Te quiero de verdad

El amor me da calor, como manta en el sillón,
me regala una sonrisa y me calma el corazón.
Cuando abrazo a mis amigos, todo brilla alrededor,
cuando digo lo que siento, el amor se hace canción.

Te quiero de verdad, lo digo sin dudar,
cuando cuido y comparto, el amor quiere jugar.
Te quiero de verdad, lo digo desde mí,
el amor que yo te doy, vuelve y me hace feliz.

Si comparto lo que siento, más amor puedo encontrar,
cuando abrazo con ternura, todo empieza a brillar.
Cierro ojos un momento, respiro y vuelvo a sonreír,
el amor está conmigo, siempre me hace vivir.

Te quiero de verdad, lo digo sin dudar,
cuando cuido y comparto, el amor quiere jugar.
Te quiero de verdad, lo digo desde mí,
el amor que yo te doy, vuelve y me hace feliz.

¿Qué gestos y actitudes demuestran que un niño quiere a sus padres y viceversa?

Hay niños que no dicen 'te quiero' con palabras, pero sí que lo gritan con sus gestos diarios. Un niño que se siente unido a sus padres busca su contacto al acurrucarse en el sofá, pidiendo que lo carguen, sentándose juntos o tocando el brazo de mamá o papá mientras habla. También los busca si siente miedo o cuando se cae, está triste o confundido porque sabe que está su lugar seguro.

Otra muestra es cuando les enseña sus dibujos, les cuenta lo que pasó en el recreo o los invita a ver cómo juega a la consola: a su manera, les está diciendo que quiere compartir lo que es importante para él. También es una señal cuando intenta ayudar al traer un vaso de agua, doblar mal la ropa o 'cocina' con mamá. Detrás de esto se encuentra el deseo de formar equipo con sus padres.

Aunque no lo parezca, también las rabietas y los enfados son una señal de vínculo fuerte con sus padres, ya que el niño se muestra tal cual es donde siente que lo quieren igual. En tanto por parte de los padres, el amor también se ve en actitudes cotidianas como escuchar de verdad al dejar el celular a un lado para mirarlo a los ojos, interesarse por lo que le gusta y por lo que le preocupa.

El cariño paternal se nota en la paciencia a la hora de explicar algo o en los límites firmes pero respetuosos, ya que amar no es solo abrazar, sino acompañar, sostener y decir 'no' cuando hace falta. Los pequeños gestos de cada día construyen esa red que le dice al niño 'eres muy importante'. En ambos sentidos, el amor se escribe en esos detalles que son gigantes para el corazón.

Importancia de que los padres demuestren siempre su amor a los niños

Los niños necesitan que el amor de sus padres se vea, se escuche y se sienta todos los días. Para un niño, el cariño de sus figuras de apego es la base sobre la que construye su seguridad en el mundo. Cuando mamá y papá expresan su amor, el niño entiende que es importante, es querido y pertenece a un lugar. Esa sensación de ser querido incondicionalmente es como una armadura emocional que le ayudará a enfrentarse a problemas, frustraciones y cambios con más confianza. Sin embargo, demostrar amor no significa permitir todo ni evitar los límites, sino acompañar cuando hay normas y consecuencias.

Un 'te quiero mucho, pero esto no lo puedo permitir' enseña al niño que su valor no depende de su comportamiento porque aun así será amado. Esto reduce el miedo al rechazo y la necesidad de agradar todo el tiempo porque cuando los padres separan el 'te quiero' del 'no estoy de acuerdo con lo que hiciste', construyen una autoestima mucho más sana. Además, los niños aprenden a amar observando cómo los aman porque cuando viven en un entorno donde hay abrazos y disculpas cuando los adultos se equivocan, saben que el cariño se demuestra con respeto, cuidado y atención.

Un 'te quiero', un beso antes de dormir o un 'cuéntame cómo te fue' valen muchísimo más de lo que parecen. Por eso, demostrar amor protege el vínculo en los momentos difíciles, por ejemplo, habrá etapas de berrinches, adolescencia, incomprensiones… pero si el niño ha recibido durante años un mensaje claro de amor constante por parte de sus padres, es más probable que sienta que puede volver y pedir ayuda siempre que lo necesite. El amor expresado y repetido sostiene la relación y recuerda a los niños que, pase lo que pase, tienen un lugar seguro al que pueden regresar sin condiciones.

6 claves de cómo influye el amor en el desarrollo emocional de los niños

Finalizamos sobre cómo influye el amor de los padres bien demostrado en el desarrollo emocional de los niños. Son 6 claves que todo pequeño debe disfrutar al recibir una educación amorosa:

1. Crea una base de seguridad interior. El amor constante construye una especie de 'suelo firme' emocional, por lo que el niño sabe que, pase lo que pase fuera siempre hay un lugar seguro al que volver. Esta seguridad reduce miedos, ansiedad y dependencia excesiva.
2. Fortalece la autoestima y la imagen que tiene de sí mismo. El amor expresado con palabras y gestos le dice al niño que es digno de cariño tal y como es, haciendo su autoestima más sólida. Así, se tratan a sí mismos con más respeto, porque aprendieron a mirarse con ojos amorosos.
3. Ayuda a regular las emociones difíciles. Un niño sostenido con amor cuando llora, se siente frustrado o se enfada aprende que sus emociones no son malas. Si sus padres lo abrazan y lo ayudan a poner nombre a lo que siente, aprende a calmarse solo sin reprimir lo que siente.
4. Facilita la empatía y las habilidades sociales. El amor recibido es el primer modelo de amor que el niño dará. Cuando mamá y papá se relacionan con él desde el respeto y la paciencia, el niño aprende a tratar así a los demás y le resulta sencillo ponerse en el lugar del otro y pedir perdón.
5. Disminuye la aparición de conductas problemáticas. Un niño que se siente visto, escuchado y querido no necesita llamar la atención con rabietas, mentiras o desafíos. El amor no elimina los conflictos pero sí reduce su intensidad y frecuencia cuando el vínculo es fuerte.
6. Prepara para la vida adulta emocionalmente sana. El amor que se recibe en la infancia se convierte en una brújula para futuras relaciones. Los niños criados con afecto y respeto tienden a buscar vínculos sanos, poner límites y reconocer inmediatamente lo que les hace daño.

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