Enfermedades que los móviles o celulares pueden causar en los niños
Te contamos la relación entre el uso excesivo de pantallas en niños y sus problemas de sueño
- 10 enfermedades que produce el celular en los niños - ¿Qué hacer?
- Otras patologías producidas por el uso excesivo de los celulares o móviles
- La relación del uso de pantallas y móviles y el aumento del insomnio infantil
- Algunas recomendaciones para controlar el uso del celular en niños
Cada día me asombro más como niños tan pequeños que incluso van aún en carrito ya hacen uso de un celular e incluso son dueños de los mismos, como si fuese cualquier juguete que no causara ningún daño o que no fuese nocivo para su salud. Lamentablemente no es así, todo lo contrario, los teléfonos móviles pueden causar enfermedades graves en los niños e incluso la muerte. Para que estés bien informada, aquí las enfermedades que los móviles o celulares pueden causar en los niños.
10 enfermedades que produce el celular en los niños - ¿Qué hacer?

Lo vemos como una 'manera de ocio', pero los teléfonos móviles pueden ser más peligrosos de lo que nos hubiéramos podido imaginar, ya que pueden ser el motivo o la causa de que nuestro hijo desarrolle ciertas molestias o patologías. ¿Nunca lo habías pensado? ¡Es el momento de parar y reflexionar sobre ello!
1. Quemaduras
Este tipo de lesiones pueden ir desde quemaduras leves de primer grado, cuando se coloca a cargar el celular y el niño lo agarra y el aparato está muy caliente o hasta quemaduras graves de tercer grado, cuando el menor lo utiliza aún conectado a la corriente y se producen explosiones muchas veces por sobrecarga. Por lo tanto, evita que el niño use el móvil mientras carga, revisa que el cargador sea original o certificado, que la batería no esté dañada, no lo cubras para que no se sobrecaliente y procura cargarlo lejos de la cama.
2. Ansiedad
La ansiedad es un estado emocional provocado por el mismo organismo como un mecanismo de defensa ante situaciones o estímulos externos o internos, que consideramos amenazantes o peligrosos o muy incómodos. Es muy habitual, por desgracia, ver a los menores que usan con mucha frecuencia el celular desarrollando momentos de ansiedad cuando se les prohíbe o se les disminuye el tiempo de uso de los mismos; y lo peor es que se muestran irritables, molestos y no encuentran con que distraerse de otra forma.
3. Trastornos visuales
Investigadores de la Universidad de Toledo (Ohio, USA) realizaron estudios importantes de cómo la luz azul de los celulares y pantallas de dispositivos electrónicos causaba lesiones graves e irreversibles a la vista. También hay estudios que confirman el daño a la retina, resequedad y dificultad para enfocar a cierta distancia, provocada por la tensión de los músculos oculares, lo que produce visión borrosa y miopía temporal. También se habla de 'fatiga visual digital' (ojo seco, picor, lagrimeo, visión borrosa).
4. Lesiones cancerosas
Los celulares emiten una energía de radiofrecuencia, o sea, una radiación que absorbe la piel de los niños, la cual de por sí es muy delicada, y puede generar una alteración de las células y producir cáncer de piel, aunque hay una evidencia limitada de ello. Además, la discusión científica, suele centrarse más en tumores cerebrales en relación con uso de teléfono pegado a la cabeza, no específicamente en 'cáncer de piel'. Aun así, fomenta el uso de manos libres y evitar llamadas largas pegando el móvil a la cabeza.
5. Obesidad
Muchos niños han perdido el interés por las actividades deportivas y desarrolladas al aire libre y centran todo su tiempo e interés en permanecer jugando con el teléfono móvil. Las consecuencias físicas son evidentes: sedentarismo y aumento de peso incontrolado. La AEP recuerda que más tiempo de pantallas se asocia con hábitos menos saludables y recomienda priorizar la actividad física diaria, el sueño reparador y tener constante contacto con la naturaleza como 'factores protectores'.
Otras patologías producidas por el uso excesivo de los celulares o móviles

Cuando se habla de 'muerte' asociada al móvil, nos referimos a riesgos indirectos por accidentes o situaciones que pueden ser distracciones al cruzar la calle, caídas o incluso incidentes con cargadores o baterías, más que a un efecto 'tóxico' relacionado directamente al teléfono. Por eso, además de los efectos en el sueño, la vista o el sedentarismo, conviene vigilar siempre estos padecimientos:
6. Dolor cervical y de espalda ('text neck')
Mirar el móvil con la cabeza inclinada por mucho tiempo puede provocar dolor de cuello, contracturas y molestias de espalda. La AEP incluye dolor cérvico-lumbar y fatiga general asociados al exceso de pantallas. Para evitarlo pídele a tu hijo que suba el móvil a la altura de los ojos, apoye bien la espalda y alterne posiciones. También ayuda poner 'microdescansos' cada 20–30 minutos para estirar cuello y hombros, mover brazos, levantarse a caminar un minuto y volver.
7. Cefaleas (dolor de cabeza)
Entre la tensión visual, el brillo, la postura y el cansancio, los niños desarrollan cefaleas si usan pantallas sin pausas. Para reducirlas, ajusta el brillo, evita que tu hijo use pantallas con poca luz ambiental y que haga pausas visuales como mirar a lo lejos unos segundos cada cierto tiempo. También es clave que el niño duerma lo suficiente y se hidrate, porque el cansancio y la deshidratación empeoran el dolor de cabeza. Si las cefaleas se acompañan de mareo o vómito, consulta de inmediato con el pediatra.

8. Problemas auditivos por volumen alto
Escuchar vídeos o juegos con auriculares a volumen elevado favorece el tinnitus (pitidos) y la pérdida auditiva inducida por ruido. Un truco sencillo para aplicar es la 'regla del 60/60': escuchar al 60 por ciento del volumen máximo y no más de 60 minutos seguidos antes de descansar. También ayuda usar auriculares que aíslen el ruido externo, porque de esa manera no necesitan subir tanto el volumen. Si el pequeño dice que oye pitidos, siente el oído tapado o sube mucho el volumen, es señal de alerta.
9. Alteraciones de atención y aprendizaje
El consumo de vídeos cortos, redes y la multitarea se asocia con mayor distractibilidad y peores resultados cognitivos. La AEP advierte que esto se vincula con más impulsividad y menor capacidad de filtrar distracciones. En la práctica, lo notarás si a tu hijo le cuesta sostener una tarea 'lenta' (leer, escribir, estudiar) sin pedir estímulos constantes. Para ello, el móvil debe estar fuera mientras hace los deberes y debe tener bloques cortos de estudio con descansos para priorizar contenido más 'activo'.
10. Problemas emocionales y sociales
Cuando el móvil desplaza el juego y la convivencia, aumenta el aislamiento, la irritabilidad y la dependencia del dispositivo para regular emociones. La AEP desaconseja usar pantallas como 'premio' o para calmar a niños de edades pequeñas porque dificulta la autorregulación. Esto suele verse como 'enganche': se enfadan al apagarlo, piden el móvil en cualquier espera o lo usan para no sentir aburrimiento. Para evitarlo, pon rutinas claras y hagan lectura, manualidades o inscríbelo en algún deporte.
La relación del uso de pantallas y móviles y el aumento del insomnio infantil

¿Qué relación tiene el uso excesivo de pantallas en niños y sus problemas de sueño? ¿Por qué el uso de pantallas provoca trastornos del sueño? Antes de responder esta pregunta, les comento que entre los trastornos del sueño en los niños por el uso excesivo de pantallas podemos encontrar:
- Pesadillas y terrores nocturnos
- Insomnio, que es la dificultad para conciliar el sueño (insomnio inicial)
- Despertares frecuentes durante la noche y dificultad para volver a quedarse dormido
- Despertarse muy temprano en la mañana antes de lo planificado (insomnio terminal)
El insomnio o la dificultad para conciliar el sueño puede ser provocada por el uso exagerado del celular, ya que la luz que emana del mismo, llamada luz azul, provoca una disminución en la liberación de la hormona melatonina, que es la encargada de inducir el sueño. También provoca un estado de alerta, que a la larga desemboca en alteraciones del ritmo cardiaco.
Para que te hagas una idea, esta luz tiene un efecto a nivel del sistema nervioso parecido al efecto que produce en el cerebro la cafeína. Por tanto, aumentan los tiempos de vigilia, lo que causa que los niños tarden más tiempo en conciliar el sueño, que duerman menos y/o que se despierten mucho más temprano de lo previsto, dado que su cerebro está 'en alerta'.
Toda esta alteración del sueño en el niño hace que tenga menor atención, que no pueda concentrarse en sus actividades y que luzca cansado y agotado. Es por esta razón que en los últimos años ha habido un repunte en el empeoramiento de los síntomas (inatención, irritabilidad, impulsividad) que afecta el rendimiento escolar, más si desplaza horas de sueño por el uso de las pantallas.
Algunas recomendaciones para controlar el uso del celular en niños

Como padres debemos ser más responsables y menos permisivos a la hora de adquirir un celular para entregárselo a nuestros hijos y que ellos sufran las consecuencias patológicas del uso indiscriminado de los mismos. También es importante que demos ejemplo: si los niños nos ven todo el día con el teléfono en la mano y que dejamos de jugar con ellos por contestar el mensaje de whatsapp de nuestra amiga/o, ¿qué crees que harán ellos? ¡Imitan todo lo que hacemos, lo bueno y lo no tan bueno!
El celular no es un juguete y tampoco es necesario que un niño antes de los 12 años posea uno, e incluso, se recomienda que entre los 12 a 18 años igualmente se haga restricción del uso del mismo (solo dos horas al día) para evitar la dependencia y los efectos negativos al excesivo uso del celular. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la Asociación Española de Pediatría publicaron recientemente unas directrices en las que sugiere:
- Un niño antes de los 2 años no debe usar pantallas.
- Entre 3 a 5 años, estrictamente solo 1 hora al día.
- A partir de los 6 años bajo acuerdo de tiempo con sus padres.
También la AAP (Asociación Americana de Pediatría) recomiendan evitar pantallas antes de los 18 meses salvo videollamadas; entre 18 y 24 meses, si se introducen, que sea contenido de alta calidad y acompañado; y de 2 a 5 años, limitar a alrededor de 1 hora diaria de contenido de calidad. Ayuda pactar 'reglas claras' (sin móvil en comidas, deberes y dormitorio; pausas cada 20–30 minutos; brillo moderado; y priorizar juego al aire libre) porque así el control se vive cuidado y no como castigo.
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Bibliografía
- Alonso Díaz, C., González Luis, A., et al. (n.D.) Uso del teléfono móvil en la infancia. Tesis de grado de Maestría en Educación Primaria. Facultad de Educación (ed.) Universidad de La Laguna, España, pp. 1-33 Disponible en https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/24984/Uso%20del%20movil%20en%20la%20infancia.pdf