Dolor de cabeza en los niños. Migrañas infantiles (causas y tratamiento)

Es normal que los niños se quejen de ciertas molestias de vez en cuando durante la infancia. Sin embargo, cuando un niño se queja repetidamente de dolor de cabeza, especialmente si estos dolores tienen características inusuales o preocupantes, es natural que los padres se alarmen y piensen que podría haber algo más serio detrás de ello. 

Esta situación suele ser una de las razones por las que los padres deciden consultar al pediatra, quien al evaluar, pudiera asomar el diagnóstico de migraña infantil. Y es que, aunque se suelen asociar las migrañas con los adultos, los niños también pueden sufrirlas, y es más común de lo que se piensa. En este artículo encontrarás información que debes saber si tu hijo sufre de migraña, abordaremos las posibles causas, la prevención y el tratamiento.

El dolor de cabeza en los niños y las migrañas infantiles

La migraña infantil es un trastorno que, generalmente, quien da el diagnóstico es el neuropediatra, y que genera mucha ansiedad a los padres. Se caracteriza por episodios recurrentes y repentinos de dolor de cabeza, de tipo pulsátil que varían en duración, pero con intensidad suficiente como para que el niño no pueda seguir en una actividad en específico; pero no sólo aparece el dolor sino que además este se puede ver acompañado de náuseas, vómitos, fonofobia (sensibilidad a los sonidos) y fotofobia (sensibilidad a la luz).

La migraña, además, puede ser con aura o sin aura. La diferencia es que, en la primera, el niño experimenta síntomas neurológicos que son temporales y que aparecen antes del episodio de dolor, como por ejemplo: alteraciones visuales reversibles (destellos de luz, visión borrosa, pérdida de la visión), alteraciones sensoriales reversibles (hormigueo, entumecimiento) y/o alteraciones en el habla reversibles (dificultad para hablar de manera coherente) y otros síntomas como: palidez, dolor abdominal, irritabilidad, bostezos, sed excesiva. 

La localización varía, siendo en niños más grandes y adolescentes de predominio unilateral (un solo lado de la cabeza), y en niños más pequeños bilateral (en ambos lados de la cabeza).

Los episodios pueden durar entre 2 y 72 horas, pero es variable según cada niño, pudiendo tener duraciones breves que van entre 30 a 60 minutos.

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Las principales causas de la migraña infantil

Te preguntarás: ¿cuál es la causa de la migraña? Ahora, para responder esta pregunta, necesito decirte que existen dos teorías que tratan de explicar la migraña en niños. Una de ellas es que aparece debido a que los vasos sanguíneos se contraen, provocando una reducción del flujo de sangre (momento en el que se presentan los síntomas previos al dolor de cabeza) y, luego, esos vasos sanguíneos se dilatan y es lo que provoca el dolor. Y la otra teoría indica que la migraña aparece por una actividad eléctrica anormal que se desplaza a nivel del cerebro, haciendo que se produzcan cambios en los vasos sanguíneos, sumado a ciertos químicos en el cerebro como la histamina y la serotonina que son los causantes de la inflamación.

El factor genético juega también un papel importante en la migraña. Si hay antecedentes de migraña en la familia, es más probable que el niño la desarrolle. Además, existen varios factores desencadenantes que pueden aumentar este riesgo. Los niños que son susceptibles al estrés, que tienden a ser ansiosos o que experimentan cambios en su rutina, como la presión académica durante los exámenes o conflictos en el hogar, pueden ser más propensos a sufrir migrañas. Una higiene del sueño inadecuada también contribuye.

Otros desencadenantes incluyen ciertos alimentos, como el chocolate, los alimentos procesados y los embutidos, así como estímulos externos como ruidos fuertes, cambios repentinos en el clima o luces brillantes.

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¿Cómo se diagnostica la migraña en los niños?

El diagnóstico de la migraña comienza con una evaluación médica detallada. El médico que atienda al niño realizará un interrogatorio exhaustivo, en el que recogerá tanto los antecedentes personales del niño como los familiares, con el fin de descartar otras posibles causas del dolor de cabeza, por supuesto todo ello complementado con la exploración física y neurológica.

Además, existen criterios diagnósticos estandarizados que se basan en la localización, duración y los síntomas que acompañan al dolor de cabeza, los cuales ayudan a determinar si el dolor de cabeza del niño cumple con las características necesarias para ser diagnosticado como migraña.

Según la evaluación y criterio médico, puede ser necesario realizar exámenes complementarios bien sea de sangre o de imágenes (tomografia computarizada o resonancia magnética), para confirmar el diagnóstico o descartar otras condiciones.

Prevención del dolor de cabeza de los niños

Debes estar atento a los posibles desencadenantes, y aunque no todas las migrañas pueden prevenirse, te dejo a continuación algunas medidas que son importantes:

1. Mantener una alimentación saludable
Si tu hijo padece dolores de cabeza frecuentes debería mantener una dieta libre de ultraprocesados, evitando alimentos como: el chocolate, los cítricos, la cafeína, el té, gaseosas, colorantes, algunos quesos y derivados lácteos, los frutos secos y la salsa china. Todos estos alimentos han sido identificados como posibles desencadenantes de migrañas debido a la presencia de sustancias como  glutamato, feniletilamina o  tiramina, que pueden provocar dolor de cabeza en algunos casos. Sin embargo, es recomendable estar atento a qué alimentos se ingieren mientras se trata de identificar el que lo desencadena en concreto , porque puede variar de un niño a otro. Esto debe ser informado en la escuela si se alimenta en el comedor escolar y, a su vez, educar al niño sobre la alimentación.

2. Mantener una buena higiene de sueño
Con horarios regulares, evitar acostar al niño a altas horas de la noche o privarlo de sueño.

3. Mantener un buen estado de hidratación
A los niños de por sí, no les gusta tomar agua. Por ello, recomiendo hacer un calendario motivacional para pegarlo en el frigorífico, que permita al niño saber la cantidad de agua que debe tomar al día, con ayuda de stikers y pegatinas. En este caso, debes consultar a tu pediatra la cantidad de agua que debe ingerir según la edad que tenga.

4. Evitar el cansancio extremo
El ejercicio físico extenuante y la exposición solar intensa es perjudicial para la migraña infantil.

5. Cuidar las emociones del niño
Hablar con él, conectar emocionalmente, validar sus sentimientos.

6. Manejar la ansiedad y preocupaciones según la edad
Indagar en sus miedos, temores y enseñarle a organizar las actividades escolares a fin de disminuir el estrés, sobre todo en época de exámenes, enseñar técnicas de relajación/respiración y a controlar sus emociones. Ayuda a tu hijo a organizar las tareas y actividades durante los períodos escolares más intensos y estresantes.

7. Evitar exposición de desencadenantes
Como la luz o los ruidos externos intensos.

¿Cuál es el tratamiento de las migrañas infantiles? 

En el momento del episodio, el niño debe estar en un lugar a oscuras, libre de ruidos y con una temperatura adecuada. Ahora bien, con respecto a la medicación, el tratamiento es individualizado y varía según cada caso clínico. Dependerá del indicado por el médico tratante, por lo regular, con analgésicos comunes como paracetamol o ibuprofeno, que son las medicinas que se suelen indicar en estos casos.

Sin embargo, en el caso de que el dolor no ceda, se debe consultar con el médico para que sea él quien indique la medicación a cumplir. Nunca automediques al niño. Es importante mantener estos medicamentos en los momentos que salgan de viaje o vaya a la casa de la abuela. En ocasiones, si el episodio de migraña es muy frecuente, el médico indica tratamiento preventivo con medicación con antiepilépticos, antidepresivos y betabloqueantes que, por lo general, debe cumplir por un lapso de 3 a 6 meses y que debe retirarse de manera gradual. También hay terapias alternativas que han resultado ser eficaces como la terapia cognitivo-conductual, coenzima Q-10 y riboflavina, sin embargo, esto sólo lo debe indicar su médico tratante.

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