Cuando el niño no reconoce que sufre acoso escolar

En este artículo
  1. Cómo ayudar a un hijo que sufre acoso escolar

He leído en el periódico que España es uno de los países del mundo desarrollado en el que los niños de 11, 13 y 15 años reconocen en menor medida que han sido víctimas de acoso escolar. Sin embargo, es el país con mayor porcentaje de niños que declara haber participado en una pelea. Es una cifra que sorprende porque es contradictoria.

Cuando hablo con otros padres sobre el acoso escolar, sobre todo con aquellos que tienen hijos más mayores, cuentan historias tremendas de bullying en las escuelas. Casi todas las historias tienen un denominador común: un grupo de niños que insultan, se mofan, se burlan o, incluso agreden a otro menor. Algunas historias son realmente escalofriantes.

Cómo ayudar a un hijo que sufre acoso escolar

Niña acosada en la escuela

Unicef, en su informe, "Bienestar infantil en los países ricos, un panorama comparativo" incide en que la víctima de acoso escolar puede ver su vida convertida en un infierno y puede tener problemas de depresión y absentismo escolar. 

En la mayor parte de los casos, las víctimas no denuncian por miedo a represalias de sus compañeros, por las amenazas que reciben o la sensación de vergüenza ante lo que le está ocurriendo. Desde los colegios nos explican que no es fácil detectar estas conductas de bullying ya que los agresores suelen actuar en lugares y momentos en que se saben ocultos de las miradas de los profesores o cuidadores y además, aleccionan a sus víctimas para que no cuenten lo sucedido. 

En este punto, la pregunta es, ¿cómo podemos los padres ayudar a nuestros hijos si sufren acoso escolar? Lo primero que hay que hacer es alentar al niño a dialogar con nosotros y, a pesar de las amenazas, a explicar en casa lo que le está ocurriendo. Dar confianza y seguridad a los hijos para hablar con los padres es fundamental. Una buena comunicación en familia es un pilar para niños que sufren acoso escolar. El niño ha de poder hablar con nosotros y poder desahogarse.

Asimismo, es importante acudir al centro a hablar con el proesor del niño o con la dirección para comentarles lo que está sucediendo, para poder contar con su colaboración. Por nuestra parte, no hemos de estimular una respuesta violenta en el niño, pero sí hemos de trabajar la asertividad, es decir, la capacidad del niño de defender su posición, creencias o derechos sin ser agresivo, ni tampoco pasivo.

En caso de que el acoso escolar continuara después de haber avisado al colegio, podría ser conveniente ponerse en contacto con un abogado. Y, si el niño tiene un alto grado de ansiedad, es necesario llevarle al psicólogo para ayudarle a superar el trauma.

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