Día de la Madre - Mi experiencia como mamá divorciada ¡y soltera!

¿Suena trágico? No, no lo es... pero sí supone otro tipo de reto el estar separada o soltera y sé muy bien de lo que hablo

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. ¿Cómo es celebrar el Día de la Madre estando soltera o divorciada?
  2. Los retos de una mamá divorciada en el Día de la Madre
  3. Los 6 aprendizajes que obtuve al ser una mamá divorciada... ¡con dos hijos!

Hoy te quiero contar algo muy personal en el Día de la Madre: mi experiencia como mamá divorciada ¡y soltera! Sí, así en letras suena triste y hasta trágico, pero en realidad no lo es. Sí claro que supone otro reto y te tienes que adaptar a una nueva realidad sin tener una pareja al lado, pero también aprendes muchísimo de la maternidad con las experiencias que pasas con tus hijos.

En mi caso tengo dos, una niña y un niño, si ya de por sí eso es retador porque son como el día y la noche, ¡imagínate lo que es que la niña está prácticamente en la adolescencia! Nos han tocado muchísimos temas y la celebración del Día de la Madre no es la excepción. Quizá también hay mucho de la cultura en este aspecto e influye la sociedad en la que vivimos porque ¿mencioné que soy mexicana?

¿Cómo es celebrar el Día de la Madre estando soltera o divorciada?

Cómo es el Día de la Madre para las mamás divorciadas

Confieso que es una pregunta sencilla: ¡lo celebramos por todo lo alto! Por eso mencionaba lo de la cultura. En México somos de estar todo el tiempo festejando y cada celebración la hacemos en grande. Acá la figura materna es muy importante, estadísticamente los hogares mexicanos están conformados por más jefas madres de familia que por núcleos parentales tradicionales.

Por ejemplo, en las escuelas de los niños se organizan festivales en los cuales los niños:

  • Cantan canciones especiales
  • Hacen bailables típicos
  • Organizan concursos con las mamás
  • Hacen obras de teatro
  • Nos hacen una manualidad

Claro que si tienes más de un hijo ¡te toca regalo doble o hasta triple! Sin embargo, cuando son muy pequeños el regalo lo terminamos haciendo nosotras mismas. Casi siempre esta celebración o festival la hacen en un recinto especial, un auditorio o un salón de fiestas. Lo bonito es que los niños ensayan con mucha anticipación y suelen no decirnos lo que cantarán.

Los profesores también organizan algo, pero suelen dar el día a las profesoras que son mamás. Incluso es tan importante el día como tal (acá siempre se festeja el 10 de mayo) que no importa si es entre semana: las empresas dan medio día de descanso a todas las empleadas que son madres. Si es en fin de semana, ya sabemos que todos los restaurantes estarán llenos.

¿Cambia en algo que seamos mamás solteras o divorciadas? En realidad no, más bien es una cuestión personal: muchas mamis no pueden dejar sus trabajos o tienen un negocio propio que no pueden cerrar, pero aún así se organizan comidas especiales y los niños entregan la manualidad que han preparado. Creo que impacta más en el lado psicológico, porque ciertamente no es fácil.

Los retos de una mamá divorciada en el Día de la Madre

Retos de una mamá divorciada

De por sí pasar un divorcio es estresante y traumático, ahora hay que agregarle que en días especiales se nos recuerda que literalmente estamos solas dedicadas al cuidado de los niños y a trabajar. Es por eso que en el Día de la Madre nos dejamos consentir y, aunque confieso que veo con cierta envidia a los esposos que llevan a sus mujeres a desayunar o comer, ciertamente no lo extraño.

Actualmente me llevo mejor con mi exmarido que cuando estábamos casados y contribuye enormemente a la estabilidad emocional de mis hijos. Antes no es que no nos pudiéramos ver ni en pintura pero un divorcio siempre es un duelo y aunque muchas salen más rápido otras nos tomamos las cosas con más calma, es decir, nos dedicamos a los niños, a trabajar y a atender la casa.

El reto principal de las mamás que estamos divorciadas o solteras siempre es combinar el trabajo con la maternidad. Son dos áreas que se complementan para el crecimiento personal y profesional de la mujer, pero no siempre empatan. Por ejemplo, justo el Día de la Madre en todos lados dan medio día a las mamis, ¡incluso en las guarderías! ¿Entonces cómo le hacemos?

Sin una red de apoyo no es posible o en definitiva nos tenemos que partir en mil pedazos, incluso las propias abuelitas, las tías o las hermanas pueden ayudar, pero casi siempre somos las mamás. Antes, yo tenía el clásico trabajo de oficina: horario establecido (amplio, pero a cumplir) y presencial en una ciudad tan caótica como la capital de México eso se traduce en traslados de muchas horas, lo cual me hacía perder tiempo de calidad con mis niños. Pero de todo se aprende... ¡oh, sí!

Los 6 aprendizajes que obtuve al ser una mamá divorciada... ¡con dos hijos!

Los aprendizajes de una mamá divorciada

Te contaré que mi rutina era llevar a los niños corriendo temprano a la escuela, irme a la oficina (perdiendo mínimo dos horas de camino), trabajar, salir a las 5 de la tarde, regresar a casa de mi madre (otras dos horas o más perdidas), llegar para hacer la tarea y ver que mi mamá o mi hermana ya habían hecho lo que se supone debía hacer yo: ir por ellos a la escuela, recibir las quejas, darles de comer, bañarlos... llevármelos a casa, acostarlos y yo empezar a las tantas de la noche a hacer de comer. Y así, todos los días.

Haciendo cuentas los veía dos horas por las mañanas y dos horas por la tarde-noche. Solo los veía a tiempo completo los fines de semana y a veces ni eso porque un domingo cada 15 días se iban con su papá según lo estipulado en el divorcio. Ese es el reto más grande de cualquier mamá divorciada o soltera: no estar cien por ciento presente en la vida de sus hijos. La crianza se hace difícil de llevar a cabo.

¿Me llegó a pesar? ¡Claro que sí! Más porque de por sí no dormía nada a raíz del divorcio y entonces de pronto me vi con dos niños realmente pequeños y un papá ausente en todo lo que implica el cuidado infantil, ¡pues menos dormía! De la noche a la mañana tuve que diseñar una rutina que nos funcionara y hacerme cargo de todo (por supuesto con la ayuda invaluable de mi mamá y mi hermana): gastos, traslados, horarios, escuela, actividades de los niños en casa... ¡todo un caos!

Rutinas de una mamá divorciada

Si bien el papá de los niños hoy ya está mucho más presente, hubo meses en los que no. Así que gracias a eso aprendí varias cosas como:

  1. El manejo y organización del tiempo para conciliar los hijos con las demás tareas
    Tuve que ajustar mis horarios, arreglar y organizar todo para que mi mamá fuera por ellos a la escuela, pero tratando de ayudar un poco yo dejaba la comida lista, la ropa lavada y todo lo que conlleva su cuidado y gastos personales.
  2. La noche es muuuuuuy larga
    Sí, aprendí que en la noche las cosas se hacen más rápido: arreglar la casa y lavar la ropa sin tener la presión del tiempo, lo cual es una maravilla. ¿Quién necesita dormir 8 horas si con 3 es suficiente? Mentira: no lo hagan, sí pasa factura después.
  3. Aprovechar las madrugadas
    Yo era la loca de mi edificio que se levantaba a las 4 de la mañana a hacer la comida para que a las 7:30 en punto la pudiera llevar a casa de mi mamá. Perdón por poner la licuadora a funcionar a esa hora, vecinos.
  4. ¿Qué es un presupuesto?
    Supe de finanzas personales y el manejo de recursos, porque ya no era el mismo presupuesto que de casada, así que ajustarse a uno más reducido no era una elección, sino una necesidad. Hasta diseñé un archivo de ingresos y egresos para detectar posibles fugas de dinero: cada centavo se aprecia cuando ya no hay tanta bonanza.
  5. Que de una tragedia también se aprende
    En mi anterior trabajo era la jefa de poco más de 10 personas y todo muy bien, después del divorcio me refugié más en ese trabajo y realmente lo amaba, era yo muy feliz, pero un buen día eso terminó (¡a pasar otro duelo!), fueron meses de depresión y a buscar trabajo de nuevo a mi edad, pero a la distancia doy gracias porque debido a eso recuperé mi vida familiar (y hasta el apoyo del exmarido). Hoy digo que ese despido fue lo mejor que me pudo pasar, ¡gracias!
  6. A ser mejor mamá
    Maternar es muy difícil, no es nada sencillo y el estar sola lo complica, pero no es imposible. Aprendí a ser mucho más paciente, a ser tolerante con mis hijos y a estar presente en sus vidas. Me atrevo a decir que la mamás divorciadas somos las más estresadas porque nos agobia el tema del dinero y nuestro propio duelo por ya no estar en pareja, lo cual nos afecta mucho más. Actualmente amo llevar y traer a mis hijos de la escuela, a recibir las quejas, a estar pendiente de sus tareas y acompañarlos en sus etapas porque estoy en el trabajo que siempre pedí e imaginé.

Pasar el bache emocional de un divorcio no es fácil sin el apoyo de la familia y los amigos, pero se hace más llevadero por la motivación de sacar adelante a los hijos.

Por ellos es que una como mamá divorciada o soltera salimos a trabajar, buscamos lo mejor para ellos y hasta sacrificamos un poquito el lado de una nueva pareja, al menos en mi caso es más importante estar pendiente de mis niños más tiempo. Vamos, que el amor por ahora puede esperar...

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