14 cosas buenas y malas que los niños NUNCA olvidarán de sus padres

Acaba con todo lo malo para que tu hijo solo tenga recuerdos bonitos de su infancia

Beatriz Martínez, Maestra y Periodista
En este artículo
  1. Las cosas buenas que los niños jamás van a poder olvidar de sus padres
  2. ¿Qué otras acciones positivas no van a olvidar los niños de sus papás?
  3. La otra cara de la moneda - Cosas malas que los hijos recuerdan para siempre
  4. Situaciones emocionales que los niños observan y no olvidan de mamá y papá

Los peques, da igual la edad que tengan, recuerdan de sus papás aquellas cosas que les marcan su camino, lo que les alegra y les hace reír y también aquello que les ha hecho sentir mal. Por ejemplo, ¿qué es lo que recuerdas tú de tus padres cuando eras niña? Seguro que lo entiendes mucho mejor. Aquí, las 14 cosas buenas y malas que los niños NUNCA olvidarán de sus padres, cuyo objetivo es cambiar precisamente las cosas malas y lograr que la lista de las cosas bonitas sea infinita. ¡Vamos allá!

Las cosas buenas que los niños jamás van a poder olvidar de sus padres

Cosas que los niños jamás olvidan de sus padres

¿Por dónde empezar? Hay tantas y tantas cosas que los más pequeños de la casa van a recordar de sus padres durante toda la vida que resulta complicado empezar por una. Quizás debemos comenzar por los pequeños instantes de su más tierna infancia que seguro se convertirán en los más bellos de sus recuerdos. Por cierto, para lograr que este listado no tenga fin tendrás que anotar una cosa buena cada semana. ¡Qué ilusión!

1. Estar ahí para secar sus lágrimas

¿Por qué no va a olvidar esto por mucho que pasen los años? Pues porque ahí estaba su mamá y su papá para secarle las lágrimas, cogerle en brazos, darle un beso y acunarle hasta que se le pasó el dolor que sentía, físico o del alma. Hay ocasiones en las que los niños necesitan un abrazo sincero, sobre todo cuando aún son bebés, pues esta es una de las cosas buenas que recordará siempre.

2. Celebrar su cumpleaños

¡Por supuesto que sí! Yo también recuerdo cuando era niña y mis papás me preparaban con todo el cariño del mundo una pequeña fiesta, con torta incluida, por mi cumpleaños. Daban igual los regalos y el lugar en el que se hiciera la celebración, lo que de verdad importaba era sentirse querida y especial. Sin duda un recuerdo que no tiene precio y que perdura al pasar de los niños.

3. Cuidarles cuando enferman

El punto primero se une al tercero. Que papá y mamá te cuiden cuando eres pequeño y te has puesto malo de la tripa o de una gripe es algo que reconforta además de un recuerdo para llevar en el corazón. Muchos niños se dicen queridos e importantes cuando mamá y papá están ahí, al pie de la cama y casi que en vela cuidando su enfermedad, ya que es un momento de vulnerabilidad.

4. Darles un consejo oportuno

Y si hablamos de los recuerdos que se van a quedar nuestros hijos según vayan creciendo, tenemos que mencionar ese consejo especial dado en el momento oportuno y que además ha llegado hondo. No es fácil crecer, hacerse mayor y tomar decisiones solito, por lo que un consejo, una palabra de ánimo, una frase para pensar nunca va a caer en saco roto. ¡Y menos si nos la dicen los padres!

¿Qué otras acciones positivas no van a olvidar los niños de sus papás?

Cosas buenas que hacen los padres por sus hijos

5. Organizarles una sorpresa

Dime una cosa, ¿qué pequeña sorpresa recuerdas de tu infancia? A mí me viene a la mente cuando era niña y estaba en casa haciendo los deberes. Mi padre regresó del trabajo, me dio un beso y me dejó sobre la mesa el bolígrafo de colores que me había comprado de camino a casa. Sí, querida mamá, los detalles y las pequeñas sorpresas son las que más llegan al corazón.

6. Regañarles a tiempo

No, no me he equivocado, una regañina bien dada, es decir, con cariño y respeto, también es de las cosas buenas que los niños no olvidarán jamás. No es que en ese momento se alegren de que les hayas llamado la atención, pero cuando crezcan un poco van a comprender la importancia de que sus padres hayan sabido ponerle límite. ¡Verás cuanto te lo agradecen!

7. Poner a la familia por encima de todo

Y en este apartado incluyo dejar el móvil cuando estamos con la familia, no anteponer el trabajo por encima de todo, sacar tiempo para hacer actividades juntos y cualquier otra cosa que tenga que ver con estar en familia y disfrutar al máximo. De esta forma se sienten parte de un núcleo sólido y valoran lo importante. ¿A que son momentos que tú tampoco vas a olvidar jamás?

8. Jugar, jugar y jugar

Después de las clases toca la extraescolar y luego ir a casa a hacer los deberes, ducharse, prepararse para las clases del día siguiente... ¿Dónde queda el ratito de estar en casa o mejor aún en el parque para tener la tan necesaria actividad de juego al aire libre no dirigido? Si son de los papás que paran sus actividades aunque sea 15 minutos para jugar con sus niños, ¡muchas felicidades!

La otra cara de la moneda - Cosas malas que los hijos recuerdan para siempre

Cosas malas que los niños recuerdan de sus padres

¿Qué te ha parecido el listado de cosas buenas que los niños van a guardar en su memoria? Seguro que te ha gustado tanto o más que a nosotras. Pero como la cosa también va de mejorar y de aprender a ser padres excelentes, aquí van las cosas malas que los niños también van a recordar siempre.

9. Mirar el móvil en lugar de prestarles atención

Me pregunto ¿por qué cada vez más los jóvenes se quedan embobados mirando los móviles que dejamos que usen a una edad temprana? ¿No será que los padres hacemos lo mismo? El caso es que, y sin ánimo de parecer muy crítica, los hijos no van a olvidar que nosotros miremos el móvil en lugar de pasar tiempo de calidad con ellos. Así que aléjate del móvil para estar con tu pequeño.

10. Un cachete

Los castigos, yo prefiero llamarlos consecuencias, nunca deben ser físicos. No quiere decir que si tu hijo está haciendo algo malo no debas ponerle límite, la idea es que dicho límite nunca sea físico. Los niños aprenden por imitación, según resuelvas tú este tipo de situaciones ellos harán lo mismo en el futuro. El cachete es algo malo que van a recordar siempre, ¿a que no merece la pena?

11. No estar en un momento especial de su vida

Esta seguro que ya te la sabes, si no acudes el día que juega su partido de fútbol, o el día en el que se celebra el festival de Navidad, por descontado que ellos, tus hijos, no lo van a olvidar ¡JAMÁS! Mejor organiza la agenda y no faltes, esto hace un mundo de diferencia. Recuerda su carita de amor nada más al verte entre la grada y lo lindo que bailan o juegan. ¡Es hermoso!

Cuando los padres ignoran a los hijos

12. Prometer y no cumplir

Decir 'mañana jugamos', 'te voy a llevar al parque' o 'ya veremos' para después no hacerlo genera desconfianza en los hijos. Ellos no olvidan esas promesas rotas y pueden crecer con la sensación de que la palabra de los adultos no tiene valor. Evita incumplir tu palabra, a menos que se trate de una emergencia o por causa de fuerza mayor, nada justifica que no le cumplas a tu hijo.

13. Hacer comparaciones con otros niños

Frases como 'mira cómo lo hace tu hermano' o 'fulanito saca mejores notas' hieren profundamente a los niños en su autoestima. Lejos de creer que estás estimulando a ser mejor a tu hijo, las comparaciones generan resentimiento, frustración y sensación de no ser suficiente. No lo compares con otros pequeños, le darás el mensaje equivocado de que no sientes orgullo por él.

14. Ignorar sus emociones fuertes

Cuando un niño llora, se enfada o tiene miedo y los padres reaccionan con indiferencia o con frases como 'no exageres' o 'no es para tanto', lo que aprende es a reprimir lo que siente. Esto deja huellas en su capacidad de expresarse emocionalmente en el futuro, saboteando su felicidad y generando sentimientos de frustración. En ese momento lo que necesitan es contención y amor.

Situaciones emocionales que los niños observan y no olvidan de mamá y papá

Situaciones emocionales de padres e hijos

Además de lo que ya te hemos compartido, los niños guardan en la memoria algo que a menudo pasa desapercibido: la manera en que los padres actúan en el día a día. Esas actitudes cotidianas que los pequeños observan en silencio, son las que dejan huella aunque parezca que no prestan atención, lo cierto es que analizan con detalle cómo papá y mamá se relacionan con el mundo.

Por ejemplo, un aspecto que más recuerdan es cómo los tratan en casa y fuera de ella. No es lo mismo un padre que muestra cariño en privado a uno que es indiferente o frío en público, se debe ser un padre coherente. Los niños notan si sus padres valoran sus opiniones o si los ridiculizan delante de otros y de esta forma van desarrollando su propia personalidad.

También registran cómo reaccionan los padres ante los problemas. Si ven que mamá o papá pierden la calma, gritan o se frustran sin buscar soluciones, crecerán siguiendo el mismo patrón. En cambio, si observan que los adultos respiran profundo, dialogan o buscan alternativas con paciencia, ellos mismos seguirán ese ejemplo de resiliencia, lo que los beneficiará en el futuro.

Finalmente, los hijos no olvidan lo que sus padres dicen de ellos aunque no estén presentes. Escuchar un comentario positivo refuerza su seguridad, mientras que oír críticas o burlas exageradas genera desconfianza y dolor. Esto también ocurre cuando los adultos reaccionan despectivamente a lo que no les gusta porque les deja cicatrices emocionales que el niño no puede procesar.

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