Lo que pasa cuando los padres no cumplen las promesas a sus hijos

Alternativas y soluciones para padres que no hacen lo que dicen o prometen a los niños

Sandra Llorente, Periodista
Revisado por Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. ¿Qué son las promesas y cuáles son las más comunes que hacemos a los niños?
  2. Las 7 graves consecuencias de no cumplir las promesas a los niños
  3. Más repercusiones para los niños cuando las promesas no se cumplen
  4. Qué pueden hacer los padres con las promesas sin cumplir a un niño

Todos lo hemos hecho alguna vez: tus hijos no paran de pedirte algo, no importa el qué. Has tenido un día agotador y tienes mil y una cosas por hacer, pero ellos siguen insistiendo. Insisten tanto que al final optas por prometerle lo primero que se te pasa por la cabeza, sin que realmente estés pensando bien lo que estás haciendo. Si finalmente cumples lo prometido, no hay problema, aunque siempre es bueno saber decir NO a nuestros hijos de forma positiva. Pero, ¿qué es lo que pasa cuando los padres no cumplen las promesas a sus hijos? ¡Más de lo que nosotros creemos!

¿Qué son las promesas y cuáles son las más comunes que hacemos a los niños?

Padres que no cumplen sus promesas

Empecemos por decir que una promesa es un compromiso mayormente verbal (aunque puede ser escrito) mediante el cual una persona asegura que hará algo en el futuro, por ejemplo, ir a un parque de diversiones si las calificaciones del pequeño mejoran. Justo en el caso de los niños, las promesas adquieren un significado especial, porque interpretan las palabras como verdades absolutas.

Siguiendo con los ejemplos de promesas comunes, que hacen los padres a los hijos pueden ir de las más básicas a las más complejas: 'mañana iremos al parque', 'te compraré ese juguete si sacas buenas notas' o 'te llevaré de viaje el próximo fin de semana'. Aunque parezcan frases cotidianas, para los pequeños representan compromisos firmes y siempre generan una expectativa emocional.

Las anteriores son las promesas más habituales de los padres, aunque también están las de los maestros, quienes suelen prometer actividades, excursiones o recompensas por buen comportamiento. El tema es que cuando estas promesas se cumplen, sí que refuerzan la motivación y la confianza; pero cuando se rompen, dañan la credibilidad y la relación de confianza con el adulto.

Las 7 graves consecuencias de no cumplir las promesas a los niños

Consecuencias de las promesas incumplidas

Cuando hablamos con nuestros hijos, no siempre tiene que haber una promesa por medio. Pero si la hay, podemos tener un grave problema, que se genera cuando la promesa no se cumple, ya sea porque no es posible (por ejemplo, prometerle algo que implique dinero o tiempo que no tienes) o porque se te olvida, ya que esa promesa la dijiste por decir y ni siquiera le prestaste atención.

Para ti es algo tan trivial, que el hecho de no cumplirla no te parece demasiado importante, pero si tienes dudas sobre si les afecta o no que cumplas tus promesas, ponte por un momento en su lugar. Ninguna promesa es banal para un niño: Todo aquello que provenga de sus padres es su principal referencia. No cumplir promesas a tus hijos constantemente tiene consecuencias:

1. Se sienten defraudados

La decepción de un niño cuando ve que su papá o su mamá no cumple la promesa que le han hecho puede ser de dimensiones gigantes. Es posible que en ocasiones no lo expresen, pero en su interior sentirán que sus padres, su principal base de seguridad, les han defraudado.

2. Aprenden a conformarse

Cuando papá o mamá promete constantemente y nunca cumple, al final los niños aprenden a conformarse con tener unos papás mentirosos y poco cumplidores. Esto no solo afectará su relación con ellos, sino la manera de percibir sus relaciones con los demás. Aceptarán con más facilidad a personas que no les valoran lo suficiente como para no cumplir sus promesas hacia ellos.

3. Pierden la confianza en ti

Si no cumples con lo prometido, al final tu pequeño o pequeña acabará por perder completamente la confianza en ti. No esperes después que expresen sus sentimientos y necesidades con total libertad, pues eres la primera persona en demostrarles que no eres de fiar.

Más repercusiones para los niños cuando las promesas no se cumplen

Repercusiones de no cumplir las promesas

4. Se vuelven incumplidos

¿Alguna vez has escuchado aquello de que los niños aprenden por imitación? Efectivamente, si ven que sus padres no cumplen sus promesas de manera habitual, ellos acabarán haciendo lo mismo en sus relaciones sociales, ya que acabarán normalizando esta actitud.

5. Te pierden el respeto

Uno de los ingredientes más importantes del respeto es la integridad. Si incumples una promesa, no muestras integridad, por lo que tus hijos relacionarán esto con que no mereces ser respetado.

6. Les haces sentir que no son importantes

Es importante entender que una promesa es una manifestación de compromiso. Si rompes tus compromisos con tus hijos, les estás mandando un mensaje claro: 'No eres lo suficientemente importante para mí'. Aunque no lo hagas con esa intención, así es como emocionalmente se sentirán ellos.

7. Te ven como un mentiroso

¿Te has parado a pensar qué imagen quieres que tus hijos tengan de ti? Probablemente el calificativo mentiroso no esté entre tus deseos… Pues si sueles prometer vagamente a tus hijos sin cumplir nada de lo que dices, al final es la imagen que tendrán de ti.

En el ámbito escolar ocurre exactamente lo mismo: cuando un maestro promete algo y no lo cumple, los alumnos pueden perder la motivación, la confianza y el respeto hacia su figura de autoridad. Además, la relación profesor-alumno se debilita y el clima en el aula se resiente, ya que ven al adulto como una persona que no es capaz de cumplir con su palabra.

Qué pueden hacer los padres con las promesas sin cumplir a un niño

Padres que no cumplen sus promesas

No siempre incumplimos promesas de forma consciente, a veces prometemos para salir del paso en un momento determinado, pero realmente podemos llegar a hacer mucho daño emocional a nuestros hijos si esta actitud es constante. No olvides que el aprendizaje que tiene de ti es crucial para su estabilidad emocional. Por eso, es importante pararse a pensar antes de hablar.

Para ello, hay que buscar otras estrategias para solucionar situaciones tensas entre padres e hijos y, por supuesto, prometer solo lo que de verdad estés dispuesto a cumplir. Y si por alguna razón no puedes cumplir lo prometido, no olvides hablar con tus hijos y buscar una alternativa que les haga sentir que tienen a su lado a una persona íntegra que se preocupa por su bienestar.

Algunas recomendaciones que podemos darte son:

  • Evitar usar la promesa como recurso para callar o distraer al niño.
  • Ser muy claros y realistas sobre lo que puedes o no cumplir.
  • Explicar siempre las razones cuando no se pueda cumplir con lo dicho.
  • Ofrecer alternativas concretas que transmitan compromiso e interés.

Cuando no puedas cumplir lo prometido, pero que realmente sea por causas de fuerza mayor y no porque simplemente ya te arrepentiste, explica la situación con claridad a tus hijos y ten siempre una opción que satisfaga a ambas partes, pero que sepan que eres una persona de palabra que está pendiente de ellos y de sus sentimientos en ese momento, de esta manera lograrás su respeto.

Valores relacionados con las personas que sí cumplen sus promesas

Valores de quienes sí cumplen sus promesas

Cumplir una promesa está ligado a valores esenciales como el respeto, la fidelidad, la honestidad, la responsabilidad y la lealtad que fortalecen el vínculo entre padres e hijos y entre maestros y alumnos, además de formar a los niños en la importancia de ser personas de palabra. Cuando un adulto cumple lo que promete, está enseñando con el ejemplo el valor de la coherencia.

Los niños aprenden que existe una correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace, generando seguridad en las relaciones sociales y familiares. Así, entienden que la confianza se construye poco a poco con acciones consistentes, desarrollando vínculos en la familia, la escuela y la sociedad. Otro valor que está muy relacionado del acto de cumplir promesas es la justicia.

Un pequeño al que se le cumple lo prometido percibe que ha sido tratado con equidad y refuerza su autoestima. En cambio, cuando las promesas se incumplen, él siente que no se le da el mismo valor que a los adultos, lo que genera sentimientos de inferioridad o injusticia. Así que cumplir la palabra hace que un niño se motive a imitar esa conducta y a comprometerse lo que dicen.

Cuentos para leer a los niños acerca de cumplir con las promesas

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