¿Son buenas las amistades de tu hijo?

Cómo saber si los amigos de mi hijo son una buena o mala influencia para él

Patro Gabaldón, Periodista
En este artículo
  1. La pregunta que te hará pensar: ¿Son buenas las amistades de tu hijo?

Hay una cita de Santa Teresa que dice: 'Todo el bien de un alma está en las compañías'. Todos sabemos que somos seres sociales y en tanto que nos relacionamos con otros, estamos expuestos a su influencia, tanto para bien como para mal, así que es muy importante para nosotros saber que nuestros hijos tienen amigos que les ayuden a crecer como personas y a desarrollar su personalidad.

La pregunta que se hacen muchos padres y que te planteamos a ti es la siguiente: ¿Son buenas las amistades de tu hijo?

La pregunta que te hará pensar: ¿Son buenas las amistades de tu hijo?

niñas abrazadas de espaldas

La relación de tu hijo con otros niños siempre es positiva, el niño necesita como el comer, relacionarse con sus iguales, aquellos que están en su misma situación y entorno. La escuela es el ambiente perfecto para que tu hijo crezca en sociabilidad: aprenda de los juegos y actividades grupales y del trabajo en equipo, así como a exteriorizar sentimientos, a defender lo suyo y a enfrentarse a sus pequeños problemas. Sin duda, nadie puede vivir en una burbuja, todos necesitamos de los demás para crecer.

Pero, llegada ciertas edades en las que muestran ya cierta independencia y criterio, a los padres nos interesan mucho las amistades que nuestros hijos eligen. Mi vecina, la primera vez que dejó salir sólo a su hijo para dar una vuelta con un amigo, le persiguió discretamente, además de para ver que no les pasaba nada, para saber cómo era o actuaba el amiguito de su hijo. Quizás esto es exagerado, pero sí es bueno conocer las amistades de nuestros hijos, conocer a sus amigos personalmente y ver cómo son y si poseen una conducta aceptable o buena, dentro de que cada niño puede tener una personalidad más o menos inquieta.

Habéis oído decir lo de 'Dime con quién andas y te diré quién eres', pues así acaba siendo, podemos conocer un poco más a nuestro hijo, conociendo a sus amigos. En cualquier caso cuando son pequeños siempre es más fácil moverles hacia una y otra dirección. Quiero pensar que los primeros años de vida familiar dejan una huella imborrable. Las relaciones sociales iniciadas en el seno de la familia limitarán la posible mala influencia de otros grupos sociales.

Llegará el momento en que ellos elijan sus amistades y no podamos ser sus guardianes, pero estaría bien que en etapas previas les hayamos ayudado a escoger buenos amigos o predisponerles a un modelo concreto de amigo. Pero, si renunciamos a hacer recomendaciones a nuestros hijos, otros lo harán por nosotros y luego quizás sea mucho más difícil corregirles.

 

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