Educar a tus hijos teniendo tu niño interior herido - Tips para padres

Cómo sanar las heridas emocionales de tu infancia para que tus hijos tengan una mejor versión tuya

Melina Núñez Martín, Psicóloga general sanitaria
En este artículo
  1. Cómo poder educar a tus hijos si tienes a tu niño interior herido
  2. Deja de proyectar tus miedos en tus hijos sanando a tu niña interior herida
  3. Pautas para sanar tu niña interior herida y ser una mejor madre

¿Cómo puedes educar a tus hijos teniendo tu niño interior herido? Estos tips para padres te serán de muchísima ayuda, ya que debes curar a tu niño o niña interior para poder ofrecer lo mejor de ti a tus pequeños, sobre todo porque ellos los tienen a ustedes como padres de ejemplo y si tienen heridas de la infancia que no han sanado, difícilmente lograrán una paternidad sana.

Aquí te explicaremos lo que pueden hacer para sanar a su niño interior herido para ofrecer a sus hijos la mejor versión de ustedes mismos. Muchas veces los adultos nos rehusamos a pedir ayuda, pero acercarse a los profesionales de la salud mental es un gran paso para poder sanar internamente. Sanar al niño interior herido debe ser una de las tareas principales para ser buenos padres.

Cómo poder educar a tus hijos si tienes a tu niño interior herido

Educar a los niños teniendo el niño interior herido

La infancia es una etapa de aprendizaje y desarrollo donde las experiencias vividas en ella pueden determinar nuestra calidad de vida en la etapa adulta. En psicología solemos utilizar el término 'heridas emocionales' para referirnos a carencias o déficits afectivos que conllevan consecuencias graves en el propio desarrollo. Emociones y experiencias que no fueron validadas en su momento o acompañadas y por tanto, que aún no se han resuelto.

En esos casos, hablamos de un niño interior herido. Sí, todos tenemos ese niño interior herido con sus vivencias y experiencias. Nuestro niño interior puede presentar heridas emocionales de diversa índole originadas por un suceso o experiencia traumática que unido a una gran sensibilidad o vulnerabilidad pueden generar miedos y dificultades en las relaciones sociales. Por ejemplo, miedo al abandono, a la separación, a la injusticia, a la humillación, a la soledad, a la traición, etc.

¿Y cómo puede afectar esto a la educación de nuestros hijos? Pues muy sencillo. Como padres, proyectamos nuestros miedos sobre nuestros hijos y queremos protegerlos de ellos. Son muchas las ocasiones en las que escuchamos en consulta frases como: 'Tengo miedo a que le insulten como hicieron conmigo de pequeño', 'Quiero que sepa defenderse cuando se metan con él y que no sufra como yo de pequeña', 'No puedo dejarlo en clase llorando y marcharme. Eso lo hacían conmigo de pequeña y recuerdo pasar una gran angustia cuando lo hacían', etc.

Por ello, en estos casos, recomendamos trabajar primero esos miedos o carencias afectivas con los papás para poder ayudar mucho mejor a sus hijos. Necesitan trabajar ese niño interior herido para dejar de proyectar sus miedos sobre ellos. Y les recordamos que las experiencias vividas y las de su hijo jamás serán las mismas ni tienen por qué afrontarse igual que lo hicieron ellos en su momento.

Deja de proyectar tus miedos en tus hijos sanando a tu niña interior herida

Cómo sanar a tu niña interior y ser mejor mamá

Y para entenderlo mejor, os vuelvo a poner un nuevo ejemplo. Un papá llegó a consulta pidiendo ayuda para su hijo y en la conversación para realizar su historia clínica nos comenta: 'Mi hijo es pelirrojo como yo. No quiero que reciba insultos por esa condición física como lo hicieron conmigo', me explicó.

'No quiero que le llaman 'zanahorio' como me insultaban a mí. El otro día escuché que se lo decían y no podía controlar mi rabia. Pedí una cita con la tutora para exponerle lo que escuché. Igual no lo entendió, pero no soporto que mi hijo tenga que pasar por lo que yo viví', me dijo abatido.

Os podéis imaginar la cara de angustia de ese padre mientras relataba estas palabras. Si te ves reflejado en ellas o en algunos de los miedos que hemos mencionado, pide ayuda profesional. Trabaja esas heridas emocionales de tu niño interior herido para poder ayudar y educar de la mejor manera a tus hijos.

Además, podrás mejorar la calidad de tus interacciones sociales, ya que todos estos miedos hacen que evitemos ciertas relaciones sociales o afectivas. Miedo a que me rechacen, miedo a que me humillen, miedo a que se rían de mí, miedo a que no confíen en mí, etc.

Pautas para sanar tu niña interior herida y ser una mejor madre

Ser mejor mamá sanando a tu niña interior

¿Cómo puedes trabajarlas? Bueno, dependerá en gran parte del tipo de miedo, de su origen y de las consecuencias que ha conllevado en tu vida. Por lo que, es muy difícil dar pautas concretas. Sin embargo, en términos generales, recomendamos:

- Enfrentarte a esos miedos. No dejarlos de lado, ya que crecen y se descontrolan para mal. Es hora de fijarse en las heridas emocionales de la infancia.

- Valida todas las emociones de los más pequeños. Ello implica una escucha activa y comprensión de cómo se siente con el fin de evitar esas carencias afectivas que tuviste en tu infancia y prevenir consecuencias en la etapa adolescente y adulta.

- Mantén conversaciones con ellos de tus vivencias y sobre cómo las resolviste. Tu experiencia es un aprendizaje para ellos si mantienes un buen diálogo sobre lo que te sucedió y cómo te sentiste.

- Si esto está suponiendo grandes dificultades en la educación de tus hijos o el desarrollo de tu vida, pide ayuda profesional para trabajar de forma específica esas necesidades afectivas obteniendo así una mejor calidad de vida como personas y como padres.

Educar a tus hijos teniendo tu niño interior herido y estos tips para padres serán de gran ayuda para que su viaje por la paternidad sea mucho mejor. Es hora de pedir ayuda y sanar.

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