Complejos y baja autoestima en niños con obesidad - Apoyo psicológico

La obesidad infantil también tiene consecuencias psicológicas en los niños

Melina Núñez Martín, Psicóloga general sanitaria
En este artículo
  1. La baja autoestima y complejos de los niños con obesidad
  2. Cómo ofrecer apoyo psicológico ante la obesidad infantil

La obesidad y el sobrepeso son una problemática que presentan una alta prevalencia en la población infantil. Por ello, recibimos con frecuencia recomendaciones de profesionales de la nutrición para prevenir dicha obesidad infantil. No obstante, se habla poco sobre cómo ofrecer apoyo psicológico a los niños con obesidad para evitar que tengan complejos o baja autoestima. Y es que esta enfermedad conlleva serias consecuencias a nivel emocional afectando a desarrollo psicológico de los más pequeños.

La baja autoestima y complejos de los niños con obesidad

La baja autoestima de los niños con obesidad

No podemos pasar por alto la vertiente emocional a la hora de hablar sobre la obesidad infantil. Y es que esta enfermedad también tiene unas consecuencias a nivel psicológico tanto en los niños como en los adultos que la sufren.

En consulta suelen llegar los padres y madres o los propios niños solicitando ayuda por otros motivos que, por lo general, están desencadenados a raíz de la obesidad. Me refiero, por ejemplo, a pacientes que buscan apoyo psicológico porque:

- El niño, que padece obesidad, tiene baja autoestima.

- El hijo ha dejado de cenar por las noches y los padres desconocen el motivo.

- El niño recibe insultos de sus compañeros relacionados con su peso.

- Sus amigos le rechazan en algunos juegos porque dicen que es muy lento.

- No quiere ir a la piscina con sus amigos.

Y un largo etcétera de motivos que se han de evaluar para ver qué hay detrás de estas conductas.

[Leer +: Cuándo se considera que un niño es obeso]

Cómo ofrecer apoyo psicológico ante la obesidad infantil

El apoyo psicológico ante los complejos de la obesidad infantil

A continuación recogemos algunos consejos o pautas a tener en cuenta para que los padres puedan ofrecer apoyo psicológico a los niños con obesidad.

1. Escucha a tu hijo y sus necesidades

Es importante escuchar a los niños con obesidad cuando se encuentren tristes y mantener conversaciones para mostrarles nuestro apoyo y acompañamiento en la solución de ese problema. Por ejemplo, '¿Qué te pasa?', '¿Qué podemos hacer?', 'Cuenta conmigo y juntos vamos a buscarle una solución'.

[Leer +: Consecuencias físicas de la obesidad]

2. Apoya al niño para que sea constante con los hábitos saludables

No te olvides de ayudarles a ser constantes con una alimentación saludable y acompañarles en la realización de actividades deportivas que le gusten. En la mayoría de los casos, suelen ser niños o niñas que por ese exceso de peso suelen rechazar el deporte, pues se cansan pronto y les lleva un gran esfuerzo.

En estos casos, los padres seremos los encargados de motivarles y buscar deportes que les resulten atractivos. Esto les ayudará a mejorar su imagen corporal y por ende, su autoestima. Además, debemos ofrecerles una alimentación saludable (en la que haya una gran presencia de frutas y verduras) y seguir nosotros mismos esos hábitos para darles ejemplo y, de paso, motivarles a comer de forma equilibrada.

La obesidad infantil y la autoestima

3. Atentos a posibles casos de bullying (que le cause baja autoestima)

Los padres también debemos estar alerta ante posibles casos de bullying o a posibles insultos esporádicos de otros niños (a menudo, están relacionados con su exceso de peso u obesidad). En el caso de que existan, debemos detectarlos, pedir ayuda al colegio y, si es necesario, a un profesional de la salud mental

Las niñas y los niños que padecen obesidad infantil no siempre expresan a sus padres su malestar emocional para evitar represalias y evitar perder a algunos amigos, pero suelen ser niños que reciben insultos como 'gordo', 'obeso', 'foca'...

Hay veces que pueden ser insultos de forma esporádica, pero que siempre van enfocados a su peso o, incluso, que terminan siendo frecuentes porque saben que son apodos molestan al propio niño y acaban convirtiéndose en casos de acoso escolar. Esto hace que los niños que son víctimas puedan no querer ir al colegio, sientan aislamiento social, haya rechazo hacia la comida, construyan una baja autoestima, etc.

4. Ayudarle a aceptar su cuerpo (y no tener complejos)

Es esencial explicarle a tu hijo que no hay un prototipo de cuerpo y que el objetivo de mejorar el peso siempre debe ser mejorar la salud física y mental. Así podremos trabajar su imagen corporal, ya que no siempre se corresponde con su imagen real. Es decir, los niños con obesidad tienden a verse más gordos de lo que están, tienen complejos o no detectan las mejorías que va adquiriendo su cuerpo cuando empiezan a adoptar hábitos saludables.

En estos casos, si se observa una distorsión en su imagen corporal, es recomendable asistir a un psicólogo para trabajarlo y prevenir que desemboque en Trastornos de la Conducta Alimentaria como bulimia o anorexia.

En algunos casos, estas pautas acaban convirtiéndose en una obsesión y pueden terminar sufriendo el 'polo opuesto' autoimponiéndose restricciones excesivas a la hora de comer o autocastigándose debido a esta distorsión en su imagen corporal.

Los complejos de los niños obesos

5. Acompáñale cuando quiera evitar algo por su obesidad

No reforzar conductas de evitación ni pensamientos negativos relacionados con el peso es algo que deben tener en cuenta los padres de niños con obesidad. Me refiero, por ejemplo, a situaciones como: 'No quiero ir a la piscina porque se van a reír de mí', 'Yo no puedo hacer eso porque estoy gordo', 'Siempre me eligen el último porque dicen que no corro porque estoy obeso', etc.

Cada vez que escuchemos un comentario de este tipo o veamos que evita realizar alguna actividad, debemos abordarlo y aprovechar el momento para hablar con él o con ella. Nunca debemos reforzar estas ideas diciendo 'No pasa nada, pues no vamos', ni quitarles importancia: 'Seguro que no lo dijeron con esa intención, no sería para tanto'.

6. Apuesta por la escucha y el diálogo

Por todo ello, hay que destacar la escucha y el acompañamiento a través de diálogos para prevenir consecuencias graves de la obesidad infantil a nivel emocional, como los complejos. Y en el caso de que dichos problemas psicológicos se vean agravados, es recomendable acudir a un profesional de la salud mental donde tu hijo pueda recibir dicha ayuda y mejorar su autoestima.

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