Razones para incorporar los dátiles en la dieta de los niños

Ideas con dátiles para reducir el consumo de azúcar

Carlota Reviriego, Nutricionista
En este artículo
  1. Beneficios de los dátiles en la alimentación infantil 
  2. Los dátiles, el mejor edulcorante para los postres

Los dátiles tiene asombrosos beneficios para la salud: ayudar a regular el sistema nervioso, previenen la anemia y es el mejor aliado para mantener un huesos sanos y fuertes. ¿Necesitas más razones para incorporar los dátiles en la dieta de los niños? ¡Aquí te damos muchas más! 

Beneficios de los dátiles en la alimentación infantil 

beneficios de los dátiles en los niños

Los dátiles son unos frutos de color relativamente oscuro y apariencia arrugada que nos recuerdan a las pasas. Sin embargo, los dátiles no son frutos desecados, sino más bien secados y madurados al sol, de manera que su porcentaje en agua disminuye, dándole esa apariencia arrugada.

Estos frutos, que crecen en la palmera datilera, se recolectan generalmente en otoño dependiendo de su estado de maduración, aunque también pueden madurar fuera del árbol, en un lugar seco y aireado, permitiendo su consumo prácticamente en cualquier época del año.

Los dátiles destacan por su contenido en fibra y algunas vitaminas y minerales, aunque lamentablemente, su contenido en azúcar (más de 70g por 100g de porción comestible de dátiles), limita su uso. La fibra es, de hecho, uno de los nutrientes que, aunque no es un nutriente esencial ni aporta energía, tiene un aporte limitado durante la infancia, pudiendo afectar al correcto funcionamiento del tracto gastrointestinal.

La fibra está presente en frutas y verduras, que a veces no abundan en la dieta infantil, por lo que los dátiles, podrían utilizarse como un snack rico fibra para los más pequeños. Por otra parte, los dátiles no contienen otros macronutrientes (grasa o proteínas) aparte de los carbohidratos, pero si algunas vitaminas y minerales interesantes en la infancia.

De su contenido en minerales, cabe destacar el potasio y el magnesio. El potasio es uno de los minerales que, según las estadísticas más actuales, es potencialmente deficitario en la infancia. El potasio, junto con el sodio, se encarga de la osmorregulación celular, es decir, la regulación de la presión mediante el intercambio de fluidos a ambos lados de la membrana celular.

Para mantener una presión adecuada es necesario que se mantenga cierta proporción entre el sodio y el potasio. En la actualidad, debido a la tremenda cantidad de sodio que los niños consumen –el que contienen los alimentos de por sí y el que se aporta al añadir sal común al cocinar-, los niños se encuentran en un riesgo, cada vez más elevado de hipertensión, que no solo supone un problema en la infancia sino también de cara a la edad adulta. Los dátiles aportan una cantidad apreciable de potasio (puede alcanzar el 10% de la cantidad diaria recomendada CDR), que puede hacerlos atractivos como postre, en lugar de un dulce.

El magnesio, por su parte, se encarga de que los huesos estén fuertes y sanos, además de asegurar que los músculos y el sistema nervioso funcionan a la perfección. Además, dada su relación con el desarrollo del cerebro y las conexiones neuronales, algunos estudios sugieren que el magnesio podría ser clave en la hiperactividad, disminuyendo su probabilidad.

Adicionalmente, una ración de dátiles (más o menos 30g) aporta entre el 5 y el 10% de la CDR de hierro, cuya importancia es ampliamente conocida. 

En cuanto a las vitaminas, son ricos en niacina y tiamina, (aproximadamente un 5% de la CDR), dos vitaminas del grupo B, ambas relacionadas con el funcionamiento del sistema nervioso. La deficiencia en tiamina, en caso de ser grave, puede afectar a la función motora del niño –su capacidad para moverse-, mientras que la de niacina, si es severa, puede causar pelagra, una enfermedad que afecta a la piel, el sistema digestivo, y el sistema nervioso, y que puede llegar a causar la muerte si no se trata.

Los dátiles, el mejor edulcorante para los postres

recetas con dátiles

Sin embargo, y aunque los  dátiles deben consumirse solo con moderación, presentan un potencial atractivo en la cocina, ya que pueden utilizarse como endulzante en bollería casera o incluso para rebajar la acidez del yogur natural.

A la hora de elaborar dulces y bizcochos caseros, los dátiles pueden hacerse una pasta que se convierte en una manera más saludable de sustituir el azúcar refinado, que aporta únicamente calorías vacías (hidratos de carbono simples y nada más).

La sustitución del azúcar por estos frutos desecados aumenta, aunque sea en cantidades pequeñas, el aporte de micronutrientes mencionados anteriormente, además de una cantidad de fibra que puede ser interesante en la dieta de los más pequeños.

Los frutos secos (almendras o nueces), rellenos de dátiles, pueden ser además una perfecta merienda para meter en la mochila de los niños para el colegio. Otra opción es echarlos en ensaladas o cómo complemento en la carne. 

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