Trucos para que los niños aprendan a nadar sin miedo según su edad
Cómo enseñar a tus hijos a aprender a nadar y perder el miedo al agua al zambullirse en la piscina
- Cómo enseñar a nadar a niños desde que son bebés y hasta los 7 años
- 4 útiles auxiliares que pueden apoyar a que los niños aprendan a nadar
- Tips para enseñar a nadar a un pequeño y sepa defenderse en el agua
- Razones por las que se debe enseñar a la nadar a los niños
Si hay un momento muy especial en la vida de un niño es cuando por fin aprende a nadar. Para muchos es algo que les sale completamente natural, puesto que no le tienen miedo al agua y no dudan en zambullirse en una piscina sin ningún temor. Aprender a nadar no solo es una actividad divertida para los niños, sino una habilidad esencial que puede salvar vidas, conoce aquí los trucos para que los niños aprendan a nadar sin miedo según su edad.
Cómo enseñar a nadar a niños desde que son bebés y hasta los 7 años
Los bebés pueden comenzar a familiarizarse con el agua desde los 6 meses de edad, pero acompañados por un adulto y en entornos seguros. A esta edad se habla de una estimulación acuática, más que de nadar, lo que favorece el desarrollo psicomotor. Los bebés poseen reflejos naturales de flotación y apnea que pueden aprovecharse, aunque no es recomendable forzarlos si muestran miedo o incomodidad.
- Tips para niños de 3 años
A esta edad, muchos niños ya están preparados para participar en clases de natación, aunque aún necesitan acompañamiento. Lo ideal es que el enfoque siga siendo a través de juegos, canciones e interacción. Se pueden introducir elementos que los motiven a moverse en el agua. - Consejos para pequeños de 5 años
Los niños de esta edad empiezan a entender instrucciones más complejas, como mover brazos y piernas de forma coordinada. Es momento de trabajar la respiración controlada, enseñar a sumergirse con los ojos abiertos, cómo salir del agua por sí solos o qué hacer si tragan agua. - Acciones para niños de 7 años
En esta etapa, los niños suelen tener mayor fuerza muscular, equilibrio y coordinación. Se les puede enseñar a nadar con estilos más definidos y trabajar la resistencia. También hay que fomentar el autocontrol y la confianza, reforzando que el agua es divertida pero hay que respetarla.
4 útiles auxiliares que pueden apoyar a que los niños aprendan a nadar
Cuando ya son un poquito más mayores, podemos poner en práctica ciertos trucos para que les sea sencillo aprender a nadar con cariño y paciencia:
1. Flotadores y manguitos
Para que los niños se vean independientes pero no sufran al ver que están 'solos ante el peligro', lo mejor es que tengan estos puntos de apoyo. Pueden ser unos manguitos, o un flotador al que se agarren con la ayuda de los padres, para que traten de mantenerse rectos pero no se sientan abandonados en el agua. En la medida de lo posible, se recomienda el uso de manguitos de espuma o cinturones flotantes en lugar de inflables, ya que no se desinflan ni se salen con facilidad.
2. Un corchopán
Este elemento siempre está presente en las piscinas y es de lo más útil para que los niños aprendan a nadar fácilmente. Lo que se trata de hacer con él es colocar al niño agarrándolo de forma horizontal para que pueda patalear y avanzar, y después podemos cambiarlo a la zona de los pies con el que le sujetaremos para que en este caso ejercite los brazos. Los churros de espuma también permiten mayor movilidad en el agua y se adaptan mejor al cuerpo del niño.
3. Sujetarles por el abdomen
Lo que piensan los niños cuando tienen que nadar sin ayuda es que no van a conseguir flotar, y muchos se ponen muy nerviosos por no tener la ayuda de los manguitos, por ejemplo. Para ello, tenemos que poner la mano en su abdomen de una forma muy ligera para que se vea sujeto pero para que podamos retirarla conforme vaya chapoteando.
4. Juegos acuáticos
Lo más importante para que el niño pierda el miedo de una vez por todas y se atreva a flotar y nadar sin ayuda es que vea el momento de la piscina como un juego absoluto. Para ello, podemos acompañar los ejercicios de canciones, cantos e inmersiones para que también aprenda a bucear y lo vea todo como una gran fiesta. Puedes usar juguetes acuáticos que se hundan ligeramente para invitar al niño a sumergirse de manera progresiva y divertida.
Tips para enseñar a nadar a un pequeño y sepa defenderse en el agua
El principal objetivo de enseñar a nadar a un niño es que sepa reaccionar si cae accidentalmente al agua. Para eso, debe aprender a flotar, a mantener la cabeza fuera del agua y a dar algunas brazadas para llegar a la orilla y pedir ayuda. Las clases de natación para bebés y niños pequeños buscan el desarrollo de la autonomía y seguridad en el agua, a través de juegos y movimientos coordinados.
Algunas habilidades que un niño debe aprender para defenderse en el agua son:
- Flotar de espaldas sin entrar en pánico.
- Girar sobre sí mismo para colocarse en posición segura.
- Patalear para avanzar y orientarse hacia la orilla o un adulto.
- Controlar la respiración para sumergirse brevemente.
Además, es fundamental acompañar el proceso con paciencia y amor. Nunca compares a tu hijo con otros niños, ya que cada uno tiene su ritmo y presionar solo genera frustración. Evita mostrar nervios o ansiedad en el agua y celebrar los logros pequeños. Finalmente, respeta sus miedos: si llora o se resiste, intenta otro día y repitan los ejercicios, ya que la repetición genera seguridad.
¿Y si tu hijo no quiere nadar? No te preocupes, hay niños que tardan más en perder el miedo al agua. Lo importante es no forzarlo nunca. A veces, un cambio de instructor, otra piscina o un juguete nuevo marca la diferencia. También puedes sentarte con él en el borde de la piscina, cantarle una canción o jugar a pasar agua con un vasito para que sienta el contacto sin presión.
Razones por las que se debe enseñar a la nadar a los niños
Seguridad a los niños, sobretodo. Enseñar a nadar a tus hijos no sustituye las normas de seguridad, es decir, un niño que está aprendiendo a nadar NUNCA debe quedarse solo en la piscina o el mar, ni siquiera por un minuto. Siempre debe haber un adulto responsable cerca y atento, para mayor seguridad evita piscinas sin zonas adaptadas a niños y revisa que los flotadores o ayudas sean seguros y estén certificados.
Debes explicar a tu hijo a no correr cerca del agua y no empujar a otros niños. Si tu hijo va a estar en el mar, enséñale a reconocer correctamente las corrientes, a nunca nadar mar adentro y a buscar ayuda de inmediato si se siente inseguro. Lo ideal es estar siempre a su lado para evitar cualquier percance y, en caso de que suceda, actuar con prontitud para no llegar a mayores.
Enseñar a un niño a nadar es un proceso que requiere de tiempo, paciencia y altas dosis de cariño, pero que ofrece recompensas invaluables, como la mejora de la salud, la obtención de seguridad y el reforzamiento de la autonomía. Recuerda que no se trata solo de que aprenda a moverse en el agua, sino de que se sienta seguro, se divierta y pueda defenderse si lo llegara a necesitar.
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Bibliografía
- Vélez Álvarez, C. et al. (2022) Valores percentiles de la condición física saludable en escolares. Retos: nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación. (43), 162–170. https://recyt.fecyt.es/index.php/retos/article/view/88112/65774