Curar el dolor que deja un bebé cometa en el corazón de una madre

Aceptar, sentir y reubicar. Las claves para superar el fallecimiento de tu bebé en sus primeras semanas de gestación

Eirene García Caro, Psicóloga perinatal
En este artículo
  1. Cómo apoyar a un padre y a una madre de un bebé cometa
  2. El proceso duelo de un bebé cometa para unos padres

Se llama bebé cometa a aquellos bebés que fallecen en el útero de la madre durante las primeras semanas de gestación. En España, por ejemplo, de un 10-15 por ciento de los embarazos terminan en aborto y la mayoría ocurre antes de las ocho semanas de gestación.

Esto nos indica que hay un alto porcentaje de mujeres y familias que pasan por la horrible experiencia de que su bebé fallezca poco después de que el test haya dado positivo y que la ilusión, el amor y los sueños puestos en ello se desvanezcan de un día para otro. ¿Cómo curar el dolor que deja un bebé cometa en el corazón de una madre?

Cómo apoyar a un padre y a una madre de un bebé cometa

bebé cometa

Digo horrible, porque además de recibir la noticia de que se ha producido una interrupción natural del embarazo (no hay latido, no hay embrión, es un huevo huero...)  se le suma la experiencia, en muchos casos traumática, de parir a su bebé y tener lo que comúnmente se llama un aborto (hablo de parir porque existen contracciones y dolor en muchos casos y a veces también se le suma un legrado).

La palabra aborto siempre me ha generado un poco de rechazo, porque a mi parecer es una palabra despectiva y que banaliza el fallecimiento de ese bebé y el significado que tiene para las familias. Normalmente las mujeres a las que se les diagnostica paren solas, con dolor y con poca o nula información acerca de lo que va a ocurrir. ¿Cómo les va a afectar a nivel emocional y cómo pueden sanar el duelo que el fallecimiento de su bebé deja tras de sí?

Tras recibir el diagnóstico en urgencias o comunicarlo a sus allegados, tienen que escuchar frases como 'es normal', 'no era nada', 'no tiene importancia, ya tendrás otro', 'mejor antes que después', 'vendría malito' o  'no llores que no es para tanto'...

Estas frases ni alivian ni consuelan y lo único que hacen es deslegitimar su dolor y la existencia de sus hijos e hijas. Para esas familias son sus hijos e hijas y el dolor de esa pérdida es dolor y solo ellos saben cuánto les duele. El dolor del fallecimiento de un hijo o hija no tiene que ver con las semanas de gestación, sino con el vínculo que los padres tenían con ese bebé.

Creo que como sociedad debemos empezar a tomar conciencia tanto a nivel sanitario como social y cambiar cosas, empezando por la forma de comunicar la noticia y valorando que aunque para los sanitarios sea algo común puesto que lo ven con frecuencia, para esa madre y ese padre, no lo es.

En cuanto a la sociedad en general, si conoces a alguien cuyo bebé fallece en las primeras semanas de gestación puedes decirle 'lo siento, debe ser muy doloroso para ti', 'llora lo que necesites', 'entiendo que tenías mucha ilusión y es una faena lo que ha ocurrido'.

El proceso duelo de un bebé cometa para unos padres

el duelo de un bebé cometa

En cuanto al duelo, esa herida en el alma que los bebés dejan después de haberse ido me gustaría resaltar algunas cosas. En primer lugar que independientemente de las semanas de gestación tienes derecho a tu dolor. Tu dolor es real, al igual que ha sido real ese test de embarazo positivo y toda la ilusión que ha despertado en ti y tu pareja.

La importancia de tu bebé no es menor porque haya vivido 5, 8 u 11 semanas que los que viven 20, 28 o 39 y fallecen, ¡lo importante es lo que ese bebé significa para ti! Es tu hijo/a y tú su madre y eso no caduca con la muerte o con el reconocimiento o no de los demás. Es muy importante que tú lo reconozcas y te des permiso para dolerte.

En segundo lugar que el duelo es un proceso y que como proceso conlleva tiempo y trabajo para aceptar lo ocurrido, transitar el dolor y poder transformarlo. Este proceso encierra tareas que en muchas ocasiones necesitan acompañamiento por parte de un psicólogo/a perinatal, porque es una experiencia que marca y duele y a veces no sabemos qué hacer e incluso en muchos casos es una herida que no sana porque ni tan siquiera nos damos permiso para reconocerla. Las tareas del duelo consisten en:

- Aceptar que nuestro bebé ha fallecido, que ha ocurrido realmente
Para ello te recomiendo escribir la historia de cómo tu bebé llegó a tu vida y cómo fueron esas semanas que pasaste con él/ella. También te recomiendo ponerle un nombre, atendiendo a tu instinto de madre y lo que tú sentías que era.

- Sentir
Dar lugar a las emociones de tristeza, vacío, envidia, enfado, culpa...y todas las que acontezcan. Aquí es fundamental permitir sentirlas. Es normal que sientas malestar y te animo a expresarlo. Puede ayudarte escribir, hablar con alguien con el que tengas confianza y te sientas segura de poder hablar.

- Adaptarse a la vida sin ese bebé
Es fundamental entender que el duelo ahora va a formar parte de tu vida, pero no tu vida. Por ello te recomiendo que además de un espacio para dolerte, atiendas los demás aspectos de tu vida, aunque en principio sea poco a poco, dosificando tus fuerzas y a tu ritmo.

- Reubicar emocionalmente a nuestro bebé
Darle un espacio y un lugar en nuestro corazón. Los bebés cometa, aunque vivan poco tiempo, dejan su huella de amor. No viven físicamente, pero siempre tienen un lugar en nuestro corazón. Te animo a hacer algo en su memoria, comprar algún presente con su nombre, adquirir algún objeto y guardarlo junto a las ecografías que tengas (si tienes alguna), el relato de su llegada y partida y la foto de tu test de embarazo.

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