25 semanas de embarazo

Semana 25 de embarazo. El desarrollo del embarazo semana a semana

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En este artículo
  1. Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada
  2. Desarrollo y crecimiento del bebé en el embarazo
  3. La salud y las emociones durante el embarazo
  4. Dieta y alimentación para la embarazada

El embarazo semana a semana continúa su recorrido durante el segundo trimestre de la gestación. En la semana 25 de embarazo, sigue siendo importante la práctica de ejercicio físico moderado para mantener una buena salud.

Sin embargo, en algunas ocasiones, es perjudicial para la embarazada o el feto practicar deporte. Si existe placenta previa o amenzada de parto prematuro, el ejercicio físico puede poner en peligro el embarazo.

Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada

embarazada de seis meses

Alrededor de la semana 25 de embarazo, la compresión del útero sobre el estómago puede dar lugar al reflujo o sensación de ardor de estómago debido a que el esfínter inferior del esófago (esfínter esofágico inferior) no se cierra totalmente. Un remedio casero para los ardores es la infusión de malvavisco. También son frecuentes los gases o flatulencias que, en algunos casos, pueden producir dolor cuando no se expulsan. Son normales en el embarazo por la compresión del útero sobre las asas intestinales. Para evitar estas molestias evita las bebidas gaseosas y toma infusiones de manzanilla, anís verde o hinojo.

Debido al volumen de tu tripa, que ya es evidente para todo el mundo, seguramente habrás cambiado tu forma de caminar. El punto de gravedad en la gestación cambia a medida que avanza tu embarazo y mantener una buena postura, ni demasiado hacia atrás o hacia delante, es fundamental para evitar molestos dolores de espalda.

No obstante, debido a esta nueva postura a partir de la semana 25 de gestación las mujeres embarazadas son más proclives a sufrir caídas. Procura no llevar ropa muy ajustada ni zapatos con mucho tacón. En el embarazo, usar calzado cómodo es fundamental. Es recomendable el tacón bajo, de 2 a 3 cm, y preferible al cazado plano, que puede causar molestias en los gemelos de la pantorrilla.

Desarrollo y crecimiento del bebé en el embarazo

Bebé feto semana 25 de embarazo

En la semana 25 de embarazo, el bebé puede pesar unos 700-800 gramos aproximadamente y medir unos 22-23 cm. Los órganos de los sentidos continúan su proceso de maduración y ya puede abrir los ojos. Desarrolla el sentido del tacto y puede oír el latido cardiaco y la respiración materna. Los dientes del bebé se ubican debajo de las encías, pero no brotarán hasta unos meses después del nacimiento.

Empiezan a desarrollarse los vasos sanguíneos en el interior de los pulmones y al mismo tiempo, se están desarrollando y las estructuras de la columna vertebral empiezan a tomar forma porque los huesos se están osificando. La piel del feto tiene un color rosado y un aspecto arrugado debido a la falta de tejido subyacente.

Aún tiene espacio para moverse y lo hace con regularidad. De modo que aunque se coloque hacia abajo, en posición cefálica, puede darse la vuelta y cambiar todavía varias veces de postura antes del parto. En realidad, tiene espacio suficiente para cambiar de posición varias veces durante el día.

En la ecografía, además de ver a tu bebé dar pataditas, también le verás bostezar, reír y sacar la lengua. El corazón se oye latir muy rápido entre 120 y 160 latidos por minuto.

La salud y las emociones durante el embarazo

Durante el embarazo, tienen lugar una serie de cambios a nivel respiratorio, que empiezan a notarse en el segundo trimestre del embarazo con la falta de aire. El principal cambio es el aumento del consumo de oxígeno, seguido de la elevación del diafragma (músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal) debido al progresivo crecimiento del útero, ensanchamiento compensador de las costillas, de manera que la respiración pasa de ser abdominal a ser torácica y congestión nasal y ocasionalmente hemorragias debido al aumento del flujo sanguíneo en las mucosas y a los cambios hormonales.

Llevar un ritmo de vida más tranquilo y regular, descansando cada vez que sientas fatiga, evitar realizar esfuerzos excesivos, practicar regularmente los ejercicios respiratorios sugeridos por la matrona y utilizar una almohada extra para aliviar la dificultad respiratoria durante el sueño son algunos de los consejos que te pueden ayudar aliviar la pérdida de capacidad pulmonar que puede provocar que la embarazada tenga sensación de ahogo. Y si eres asmática, consulta con tu médico el tipo de medicación que debes usar para evitar que tu bebé en desarrollo sufra de falta de oxígeno.

Dieta y alimentación para la embarazada

embarazada come fruta

Los antojos son el deseo irrefrenable de comer algo especial en el embarazo. Está causado por los cambios metabólicos y hormonales, pero nada tienen que ver con las alteraciones cutáneas de distinta naturaleza (como los angiomas o las marcas en la piel) con las que pueda nacer el bebé. Estos caprichos culinarios típicos de las embarazadas no afectan al feto.

Otro de los mitos que circula en relación a la alimentación de la embarazada es que la comida picante le hace daño al bebé. Si antes del embarazo no te afectaba ninguna comida picante, no hay razón para que ahora te perjudique a ti o a tu bebé. El picante puede aumentar el riesgo de acidez estomacal en cualquier organismo.

Si no has pasado la toxoplasmosis deberás evitar comer carne poco hecha o cruda como los embutidos, así como los lácteos sin pasteurizar, pescado crudo o verduras sin limpiar, ya que en ellos se pueden encontrar ciertas bacterias como la listeria o el toxoplasma gondii, que provocan enfermedades graves en el embarazo.

Curiosidades de la semana 25 de embarazo

Algunas embarazadas pueden sentir náuseas también durante el segundo trimestre de la gestación, lo que puede dificultar una nutrición adecuada de su bebé. La OMS ha reconocido los beneficios del empleo tradicional de la raíz de jengibre para prevenir las náuseas y los vómitos derivados del estado de gestación. En cualquier caso, debe consumirse con moderación. Puedes tomar jengibre seco, sin sobrepasar los 2 g por día. También lo puedes comer fresco, 2 g de jengibre seco corresponden a 10 g de fresco. El jenjible seco debe tomarse a pequeños mordiscos, chupándolo o bebiéndolo en forma de infusión e incluso se puede utilizar rallado para aliñar ensaladas y platos. Si te resulta más cómodo puedes optar por las pastillas de jengibre, de venta en herbolarios.

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