Cuento infantil. La desobediente tortuguita Ruby

Un precioso cuento que habla a los niños sobre qué puede pasar a alguien por ser desobediente

Alcira Ruby Londoño Velez. Madre
En este artículo
  1. La desobediente tortuguita Ruby. Cuento infantil
  2. Preguntas para la comprensión de texto para los niños
  3. 6 claves de cómo corregir a un niño desobediente

De los cuentos los niños pueden aprender mucho del mundo y de la vida. Y sobretodo, pueden aprender valores esenciales para vivir en familia y con los demás. Con ese cuento de La desobediente tortuguita Ruby, los niños pueden aprender sobre qué puede pasar a alguien por ser desobediente. Un cuento sobre el valor de la obediencia y del respeto a los padres y al prójimo. Guiainfantil.com nos cuenta uno de los cuentos más tiernos y dulces para tus hijos:

La desobediente tortuguita Ruby. Cuento infantil

Ruby, la tortuguita desobediente

Era una vez una tortuguita que se llamaba Ruby y que vivía con su mamá y sus dos hermanitas tortugas. Un día, la mamá le dijo a Ruby que cuidara de sus hermanitas porque ella iba al campo en busca de unas hojas frescas para comer.

Ruby le contestó que sí, que ella cuidaría de sus hermanas. Pero a lo lejos, Ruby, la tortuguita, escuchó una música que le gustaba y se colocó una blusa de color rojo, un sombrero, una falda amplia y se puso sus tacones para ir a bailar, porque decía que le gustaba esa música que estaba sonando.

Cuando llegó al lugar de dónde venía la música, se encontró que allí vivía un perro que se llamaba Franklin, el cual le dijo que él tenía mucha hambre y que si ella no había pasado por algún lugar adonde hubiera comida abundante.

Ella le dijo:

- Tranquilo amigo, yo te voy a ayudar a conseguir comida. Cuando tu dueño se ponga a comer me avisas.

Así fue, cuando el señor José se iba a llevar un muslo de pollo a la boca, vino la tortuguita Ruby y le mordió el dedo gordo del pie. Del dolor que le produjo la mordedura de la tortuga, soltó el muslo de pollo de inmediato, llegó el perro y se lo llevó corriendo para comérselo lejos porque tenía mucha hambre.

El señor José se puso a llorar; de inmediato su esposa, la señora María le preguntó que por qué daba tantos gritos. Él le mostró la herida que le había hecho la tortuguita y le pidió que llenara una olla grande con agua y la pusiera en el fogón a calentar para meter a la tortuguita dentro del agua caliente y poderla comer.

Después llegó el perro y escuchó que la señora María buscaba afanada a la tortuguita porque el agua ya estaba caliente, pero Franklin, el perro, sabía que matarían a su amiga la tortuguita Ruby por haberlo ayudado a conseguir comida.

Olfateó dónde se encontraba la tortuguita que se encontraba debajo de una cama y le dijo:

- Sssssh..., no te preocupes, que cuando se acuesten yo te abro la puerta para que salgas.

Cuando oscureció la tortuguita Ruby salió y el perro se despidió de ella en la puerta.

La tortuguita tuvo mala suerte porque un señor que iba paseando por la calle la vio y la metió en un saco, pero como el perro vio que Ruby la tortuguita estaba en peligro, corrió muy deprisa y mordió en la nalga al señor.

Luego el señor soltó el saco y el perro Franklin ayudó a salir a Ruby, la tortuguita, del saco, cuando de pronto vieron que la mamá de la tortuguita venía, llamándola, junto con sus hermanitas.

La tortuguita Ruby, arrepentida, le prometió a su mamá que la obedecería, ya que casi pierde la vida por desobedecerla. Y además, no había sido tan responsable dejando a sus hermanitas solitas.

FIN

(Este cuento nos ha sido enviado por Alcira Ruby Londoño Velez, Colombia).

Preguntas para la comprensión de texto para los niños

1. ¿Cuántas hermanas tenía la tortuguita Ruby?

2. ¿Qué le pidió su madre cuando tuvo que salir para conseguir comida?

3. ¿Qué hizo la tortuguita Ruby cuando escuchó una música a lo lejos?

4. ¿A quién se encontró la la entrada de una granja?

5. ¿Cómo logró comida al perro la tortuguita?

6. ¿Qué deseaban hacer el señor José y la señora María con la tortuguita?

7. ¿Quién ha salvado a la tortuguita de convertirse en un guiso?

8. ¿Qué has aprendido con este cuento?

6 claves de cómo corregir a un niño desobediente

niños desobedientes y rebeldes

Es necesario aclarar que no siempre un niño desobediente lo es porque quiere. Puede que a veces no sigan las reglas de los padres porque no está de acuerdo con ella, siente que son injustas o que no tienen sentido. Otra cosa es cuando los niños son desobedientes por rebeldía, tipo 'de aquí no me muevo', 'no lo haré nunca'.

Los padres deben educar con límites, pero también deben hacerlo poniendo límites a ellos mismos. Hay que reglas que no se cambian por nada, como despertarse temprano para ir al colegio, cepillar los dientes al despertar, etc. Sin embargo, hay otras de las que pueden llegar a un acuerdo entre padres e hijos.

Por ello, los padres pueden corregir la conducta rebelde y desobediente de los niños con estos consejos:

1. No enojarse ni gritarle al niño
Puede que lo que estás exigiendo a tu hijo sea lo correcto, pero pierdes la razón si le gritas o se enoja con él. Trata de demostrarle que no estás en contra de él, que lo quieres, por ejemplo, es que laves las manos antes de venir a comer a la mesa. Intenta ser amable pero firme, sin gritos.

2. Establece límites y reglas inmutables
A los niños desde muy pequeños deben seguir algunas reglas que no deben ser cambiadas de ninguna manera. Por ejemplo, no escupir la comida, bañarse, cepillar los dientes, recoger los juguetes, hacer los deberes... Son reglas que los niños deben tener muy claritas y que deben cumplirlas, sí o sí.

3. Elogia y refuerza la buena conducta
En lugar de solo poner el foco en los momentos en que los niños son desobedientes, no te olvides de reconocer positivamente cuando ellos obedecen, con elogios y agradecimiento. Ejemplo: 'Gracias por hacer recogido tus juguetes', 'Cómo me alegro de que hagas tus deberes solito'...

4. Escucha a tu hijo. Una la empatía
Muchas veces cuando exigimos a los niños que sigan a una norma, no nos ponemos en su lugar. Puede que ellos no quieran seguirla porque siente que podría hacer lo que le pides, de otra forma. Escuchar es respetar su derecho a opinar. Escucha a tu hijo con atención, puede que él tenga la razón.

5. Permite que los niños hagan sus propias elecciones
Aparte de la disciplina que deben seguir los niños, ellos también deben tener derecho a elegir. Crea este espacio también para tus hijos. Eso fortalecerá su confianza propia, su autoestima, y les será más fácil seguir tus reglas. Ejemplo: Si vas a hacer un bizcocho, pregúntale de qué sabor, si de chocolate o de plátano; si vas a contarle un cuento antes de dormir, pídele que elija el libro que más le guste, y así en adelante...

6. No controles a tu hijo. Controla la situación
Cuando el niño se pone rebelde y muy reticente a acatar una regla, no luches contra él, no hagas una batalla campal, simplemente intenta controlar la situación. ¿Cómo? poniendo atención a otra cosa, dando la espalda a la situación y volviendo tras algunos minutos... dile que le darás 5 minutos para pensar. Puede que este tiempo sea importante para que él se dé cuenta de que estás muy segura de lo que le pides.

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