Cosas que debes hacer antes de castigar al niño - Castigar no educa

Cómo cambiar un mal comportamiento de un niño sin castigarle - ¿Qué son las consecuencias educativas?

Jimena Ocampo Lozano, Psicopedagoga
En este artículo
  1. Consecuencias de castigar a los niños cuando se portan mal
  2. Qué puedes hacer para NO castigar a tus hijos
  3. Cambiar los castigos de los niños por consecuencias educativas
  4. 11 Opciones para educar sin tener que castigar a los niños

Cuántas veces hemos dicho u oído la frase: 'hasta que no regaño o castigo a mi hijo no me hace caso', 'ya le he castigado con todo y sigue igual, no hace caso', 'da igual que le castigue, parece que le da lo mismo, al rato está igual, no le hace efecto'. Los castigos, por lo general, no son efectivos en los niños. Les castigamos sin tele, sin tablet, sin bicicleta, sin juguetes... Ya no podemos quitarles más, y aun así siguen teniendo comportamientos que no nos gustan. Es hora de cambiar de táctica y hacer otro tipo de cosas antes de castigar al niño.

Consecuencias de castigar a los niños cuando se portan mal

Lo que debes hacer antes de castigar a un niño

Castigar al niño tiene consecuencias negativas, y además no suele ayudarnos a conseguir lo que queremos, que es que el niño deje de hacer algo o cambie una conducta. Estas consecuencias son mayores si hablamos de castigo físico (pegar, golpear...).

Cuando castigo al niño, le enseño que es 'malo', le doy datos negativos, le pongo etiquetas, para la construcción de su autoestima y su autoconcepto (soy malo, soy un cochino, soy egoísta, soy un pegón...). Los niños suelen actuar según lo que creen de sí mismos, y si creen que son malos, se portarán mal, porque ellos son así.

Además, el castigo suele frustrar mucho a un niño y no le ayuda a mejorar su comportamiento, pues normalmente se enfadará más y se 'portará peor'. Lo que puede llevar a que le volvamos a castigar, nos enfademos aún más y pongamos un castigo excesivo (una semana sin ver la televisión, no ir al cumple de un amigo...). Y sobrecastigar al niño es negativo porque, al final, se acostumbra a no tener nada, por lo tanto no le importa que le dejemos otra semana más sin bicicleta.

La alternativa efectiva al castigo está en las normas, disciplina y límites, en establecer consecuencias a sus acciones y por supuesto, y lo más importante, reforzar sus conductas adecuadas para que sean las que se repiten.

[Leer +: Mi hijo no me escucha y tengo que repetírselo]

Qué puedes hacer para NO castigar a tus hijos

Antes de castigar al niño, sigue estos consejos

En ocasiones, los niños se portan mal para llamar nuestra atención. Los niños pueden hacer asociaciones del tipo, 'cada vez que pego a mi hermanito mamá y papá me hacen caso, así que para que me hagan caso, tengo que pegar a mi hermanito', aunque hacerle caso signifique regañarle y castigarle, el caso es que tiene la atención de los papás.

Por lo tanto, debemos adoptar una estrategia preventiva, es decir, cuando el niño esté en casa jugando, o en el parque y esté tranquilo, reforzaremos y alentaremos esa conducta, felicitarle por lo tranquilo que está, o porque ha dejado un juguete. Es decir, fijarnos mucho en las conductas positivas y reforzarlas, en lugar de fijarnos solo en las negativas, ( pues así solo logramos reforzarlas).

Cuando castigamos al niño, solemos tener el objetivo claro de que lo hacemos para que la conducta no vuelva a repetirse, que el niño aprenda que eso no se hace. Pero más positivo que castigarle, es ayudar al niño a conseguir metas y objetivos, y para que los consiga tiene que saber qué es lo que esperamos de él o qué tiene que hacer en determinados momentos, (si le llamo que venga, que se coma todo, que recoja los juguetes...).

[Leer +: Sentimiento de culpa tras castigar al niño]

Cambiar los castigos de los niños por consecuencias educativas

Los castigos vs. consecuencias educativas

Otro punto importante es establecer consecuencias a las acciones de los niños, (consecuencia no es lo mismo que castigo). Por ejemplo, si no recogemos los juguetes mañana no podremos jugar con ellos, podrá jugar con la pelota, la bicicleta, podrá ver la tele, pero no podrá usar los juguetes. No castigamos sin jugar, (para que se aburra y aprenda), sino que no va a poder usar ese juguete, pero sí otros.

O por ejemplo, si antes de dormirse, tarda 20 minutos en lavarse los dientes perderá tiempo de lectura de cuento. No le dejamos sin cuento, pero si tarda más de un cierto tiempo, ese tiempo se pierde de la actividad siguiente. Por lo tanto, más que castigar al niño, hay que enseñarle que lo que hacemos tiene unas consecuencias y debo aceptarlas, (como cuando me salto una norma de circulación y me multan, por ejemplo).

En resumen, antes de castigar al niño debo pararme a pensar en qué quiero conseguir, y cómo puedo conseguirlo sin tener que llegar al extremo de castigar al niño, que además, no nos ayuda a que las conductas cambien.

Algunas pautas a tener en cuenta para evitar los castigos al educar a los niños:

  • Anticipa a tu hijo lo que quieres que consiga/haga. Establece metas.
  • Refuerza conductas positivas y corrige las negativas.
  • Establece normas y límites claros y consecuencias cuando se salten esos límites.

Si cambio la perspectiva, si refuerzo lo positivo, si pongo normas y límites claros y unas consecuencias coherentes y adecuadas a las conductas de los niños, evitaremos castigar al niño, enfadarnos y llegar a situaciones que suelen ser desagradables y frustrantes para todos.

11 Opciones para educar sin tener que castigar a los niños

alternativas educativas para no castigar a los niños

Cómo cambiar una mala conducta de un niño sin castigarle. El psicólogo educativo, Borja Quicios, colaborador de Guía Infantil, nos propone algunas alternativas para dar mensajes positivos a los niños frente a un mal comportamiento, sin tenerles que castigar:

  1. Ser un modelo y un ejemplo de los valores que se tratan de enseñar a los hijos
  2. Evitar pensar de que cada cosa que hace el niño es queriendo o apuesta
  3. Preguntar al niño: ¿Qué ha pasado?, ¿Qué crees que va a pasar ahora?
  4. Evitar luchas de poder y obligar a los niños a hacer lo que se quiere
  5. Respirar y calmarse antes de echar la bronca al hijo por mala conducta
  6. Ayudar al niño emocionalmente mirándole atentamente y siendo amable con él o ella
  7. Escucha a tus hijos para que ellos sientan que tienen voz para decidir y explicarse
  8. Tener paciencia y dar tiempo al niño
  9. Contar hasta 10 (en silencio). A veces, se necesita un poco de tiempo para pensar las cosas más claramente y tener una visión objetiva
  10. Hablar siempre en positivo a los niños
  11. Si la situación se vuelve muy tensa lo mejor es distraerles con otra cosa.

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