Los increíbles 8 beneficios del juego para los padres

Jugar con los niños permitirá fortalecer el vínculo familiar

Jimena Ocampo Lozano, Psicopedagoga
En este artículo
  1. Beneficios del juego para los niños y... ¡para los padres!

Siempre que hablamos de los beneficios del juego, solemos centrarnos en las múltiples ventajas que esta actividad tiene para los niños y para su desarrollo emocional, social, cognitivo, psicomotor... Pero ¿y para los mayores? ¿Cuáles son los beneficios del juego para los padres? ¿Qué les aporta a ellos? 

Beneficios del juego para los niños y... ¡para los padres!

beneficios del juego para los padres

El juego tiene muchos beneficios para los adultos: nos permite reírnos, relajarnos, desconectar, conocernos mejor, acercarnos a los demás, sentirnos más libres, estar en forma ...  Si, además, jugamos con nuestros hijos, mejoramos nuestras relaciones con ellos, fortalecemos vínculos, nos acercamos a su mundo y les conocemos mejor. ¿Necesitas más razones? 

1. El juego une a las familias
Jugar con nuestros hijos es una actividad que fomenta y facilita las relaciones afectivas y emocionales en la familia. El ritmo de vida que llevamos no nos permite muchas veces jugar con nuestros hijos. Solemos centrarnos en los deberes, en los estudios, en nuestras propias tareas y obligaciones, y dedicamos poco tiempo a jugar con nuestros hijos.

2. A través del juego conocemos mejor a nuestros hijos
Compartir momentos de ocio y juego con nuestros hijos nos ayuda a conocerlos mejor, y es que es una oportunidad de adentrarnos en su mundo, de descubrir sus intereses, de compartir instantes en los que la relación entre padres hijos es una relación de igualdad, porque tanto adultos como niños nos convertimos en jugadores y creadores del mismo juego.   

3. Fortalece el vínculo familiar
Por otro lado, compartir esos momentos mejora nuestras relaciones con nuestros hijos y nos permite fortalecer el vínculo emocional con ellos. Los niños, a través del juego, expresan sus emociones, pensamientos e intereses.

4. Mejor método anti-estrés
Pero el juego también puede tener otros efectos sobre los adultos. Tal vez el más beneficioso es que nos permite desconectar de las preocupaciones de nuestro día a día y hacer aquello que se supone "vetado" para nosotros.

5. Nos hace perder la vergüenza
Cuando somos adultos parece que hay actividades que ya solo podemos realizar en determinados momentos, y fuera de esos momento nos da vergüenza, porque parecemos personas inmaduras y que estamos perdiendo el tiempo...

Por ejemplo, a los niños les encanta disfrazarse, y da igual que sea carnaval o no, se disfrazan casi a diario si pueden. Los padres les vemos y nos parece muy divertido, aunque es algo que nosotros no hacemos por vergüenza, por no verle el sentido, por creerlo inmaduro... Pero nos encanta su creatividad y espontaneidad cuando se ponen una toalla en la espalda y hacen de superhéroes, o se visten con nuestra ropa y juegan a ser mayores. 

6. Permite desconectar
El juego es un momento fantástico para salir de nuestra rutina, para dejarnos llevar por el entusiasmo de los niños; es una situación perfecta para imaginar, para evadirnos de nuestro día a día y, con toda seguridad, algo que nos llenará de felicidad. 

7. Ejercitan nuestra mente
Pero el juego también nos ayuda a mantener la mente en forma. Los juegos nos permiten ejercitar la memoria, la atención, la concentración, la agilidad mental... Juegos de mesa, de cartas, de ingenio o de mímica son buenos para niños y adultos, y si jugamos juntos y nos divertimos ¡mucho mejor! Por ejemplo, juegos de mímica como adivinar películas, series o personajes famosos o de ficción estimulan la creatividad y nos obligan a poner en marcha recursos cognitivos como la memoria o la atención.

8. Los mantiene en forma
Los juegos físicos o deportivos son una manera fantástica de mantenernos activos, de liberar estrés, de pasarlo bien, de olvidarnos de la rutina, de relajarnos, de mejorar nuestra salud... Y si además practicamos deporte con otras personas, ¡mejor que mejor!

Solemos apuntar a nuestros hijos a fútbol, baloncesto, baile, natación... Y lo hacemos no solo para que practiquen deporte sino para que hagan amigos, para que conozcan más personas, se relacionen con otros niños... Estos mismos beneficios que buscamos para ellos son aplicables para nosotros los adultos.

Ya sabes, cuando estés en época de vacaciones, de reuniones familiares, con amigos......¿qué tal si aprovechamos para jugar?

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